4 de 6 puntos: Idiakez, el mismo inicio de agosto que Milla y Popovic

En los 6 años consecutivos en Segunda, el Real Zaragoza nunca ha logrado el pleno (6 de 6) en las dos primeras jornadas de liga.

Pombo, en una penetración en el área durante el partido de este sábado en Reus que el Real Zaragoza empató 0-0.
Pombo, en una penetración en el área durante el partido de este sábado en Reus que el Real Zaragoza empató 0-0.
Van der Meulen

El Real Zaragoza de Imanol Idiakez, en la sexta temporada consecutiva en Segunda División, con el punto sumado este sábado en Reus tras empatar 0-0, concluirá la 2ª jornada de liga con 4, después de haber ganado 2-1 al Rayo Majadahonda en el estreno del torneo en La Romareda una semana antes. La misma cifra que lograron en su día los equipos de Luis Milla -hace dos campañas, en la 16-17- y Ranko Popovic, hace tres cursos, en la 15-16. Es el mayor rendimiento inicial que han podido dar los diferentes 'zaragozas' de esta era de plata, pues nadie logró jamás hacer el pleno en las dos primeras fechas, el 6 de 6, lograr dos triunfos seguidos para arrancar el año.

El equipo de Milla ganó 3-1 al UCAM Murcia en La Romareda en el debut y empató 3-3 en Lugo. Por su parte, el de Popovic comenzó igualando 1-1 en Miranda de Ebro ante el Mirandés y derrotó 3-2 al Almería en la 2ª etapa del campeonato.

Bastante peor les fue a Paco Herrera y Víctor Muñoz en las dos primeras campañas en Segunda tras el descenso, pues en su caso el inicio en las dos jornadas primeras, las de agosto, acabó con sendos saldos de 2 puntos de 6 a través de dos empates para abrir boca. En el triste retorno a la división de plata, el Zaragoza de Herrera empezó igualando 1-1 en Alicante ante el Hércules y repitió, 0-0, en La Romareda frente al Mirandés. Un año más tarde, Muñoz firmó tablas, 0-0, en Huelva ante el Recreativo con una plantilla aún incompleta y siete días más tarde empató 1-1 con el Osasuna en el estadio zaragocista.

Curiosamente, el peor inicio de temporada lo rubricó el año pasado el Real Zaragoza de Natxo González: solo sumó 1 punto de 6 en los dos primeros duelos ligueros. Perdió 1-0 el primer día en Tenerife y empató 1-1 en La Romareda con el Granada.

Los partidos de agosto, como se deriva de esta reseña, tienen mucho de mentirosos. A veces, sí que dejan entrever detalles de lo que puede ser la larga temporada que lleva hasta junio, pero estos tardan en desbrozarse un tiempo. Pero, en otras ocasiones, nada tienen que ver con lo que vendrá en el futuro. De hecho, al margen de clasificaciones finales, pues en varios casos los inicios nada tuvieron que ver con la desembocadura final del curso (lo del año pasado es el caso más palmario de la disparidad), a la inmensa mayoría de los entrenadores que iniciaron estos proyectos previos recientes no se les podía pasar por la mente que, en poco tiempo, acabarían destituidos y no concluirían su misión, iniciada en estas fechas veraniegas con toda la ilusión del mundo. Herrera, Muñoz, Popovic, Milla... todos cayeron por el camino sin remisión. Solo el año pasado, a base de enorme esfuerzo de autocontrol cercano al misticismo en días de duras digestiones en la cúpula de mando del club, Natxo González logró esquivar un despido anticipado en, al menos, un par de momentos críticos. Agosto no sirve todavía como test consistente para absolutamente nada.

El accidentado lustro que precede a esta nueva temporada en Segunda invita a no emitir juicios prematuros tras la disputa de tan solo 180 minutos de una liga que consta de 3.780 más los aumentos de cada día. Y, para el que sube a través de la Promoción, la cosa llega hasta un mínimo de 4.140 si es que no tiene alguna prórroga de por medio. Faltan aún muchos parámetros por medir para tener diagnósticos más firmes y válidos que los que hasta ahora ha dejado patentes el Zaragoza de Idiakez. Por ahora, solo rige el olfato.

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