Primer viaje del Real Zaragoza, ante un rival muy mermado

Los de Idiakez buscan su segunda victoria en la nueva temporada ante un Reus con problemas de límite salarial y hasta 7 bajas cruciales.

El Real Zaragoza llega al campo del Reus Deportiu

El Real Zaragoza abre esta tarde en Reus una nueva dimensión de su nueva temporada en Segunda División. A partir de las 19.00, en el reducido y singular Camp Nou de la localidad tarraconense, los de Imanol Idiakez disputarán el primer partido oficial a domicilio de la liga que acaba de nacer, la 2018-19. Un duelo que presenta el aliciente de conocer, con puntos en juego, cuál puede ser la cara del remozado equipo zaragocista cuando se desenvuelva lejos de su santuario de La Romareda, donde todo tiene unas coordenadas ambientales y mentales bien distintas por el hábitat natural confortable que genera la afición blanquilla cada fin de semana de fútbol.

Pero, al margen de este importante matiz que hace referencia a la conducta propia, al nuevo librillo de Idiakez aplicado tácticamente a sus pupilos, el duelo viene marcado a fuego por el imperativo legal que la Liga de Fútbol Profesional (LFP) está aplicando al Reus desde hace 10 días, impidiendo rotundamente la inscripción de hasta 7 futbolistas con vitola de titulares en el cuadro rojinegro. El ente que rige el fútbol español en sus dos primeras divisiones considera que la directiva reusense se ha saltado, y no por poco, el límite salarial que le corresponde según sus parámetros, baremos y demás medidas reguladas por los propios clubes. Y, por ello, desde antes de que el Reus debutase la pasada semana en Las Palmas (con derrota 2-0 y un equipo en mantillas), tiene paralizada la licencia de los delanteros Lekic, Linares y Yoda; de los centrocampistas Vitor Silva y Tito; y de los defensas Olmo y Moore. Todos con rango de titulares, de piezas cruciales para el nuevo técnico local, Xavier Bartolo.

Así que, inevitablemente, el cuadro zaragocista se ve inmerso en un duelo salpicado por esta incidencia de enorme calado respecto del potencial del Reus, evidentemente mermado. Por un lado, los aragoneses, a priori, deberían salir favorecidos a todas luces por este galimatías societario del club catalán que, de rebote, tiene a su afición estupefacta, incrédula y enfadada en grado extremo. Pero, visto desde otro prisma, los jugadores y cuadro técnico del Real Zaragoza también asumen, sin haber hecho nada extra para ello, un grado de favoritismo exponencialmente superlativo por el desmembramiento de su oponente, algo invisible que les obliga a ganar este choque para no considerar que la cita haya sido un patinazo al final de la tarde agosteña.

Idiakez se ha llevado a Reus a ‘dos refuerzos’ de lujo: el capitán Zapater, recién salido de la enfermería después de perderse toda la pretemporada por una lesión muscular, y Álvaro Vázquez, el nuevo delantero centro del equipo, el fichaje estrella del verano, recién bajado del AVE, con un solo entrenamiento y aún sin ser presentado (lo será el lunes). Lo normal es que, de entrada, se sienten en el banquillo y el preparador vasco repita el once inicial que propuso la semana pasada en la victoria por 2-1 ante el Majadahonda en La Romareda, con Buff en la mediapunta y Verdasca, un día más, como timonel en la creación, aludiendo a las dos posiciones menos claras en líneas generales a estas tempranas alturas del curso. El joven Soro, que ha vuelto a viajar pese a que el filial (su destino inicial, según los planes del club) arranca ya la temporada de Tercera en Tarazona, habrá que ver si al final tiene minutos para debutar como profesional o solo ocupa plaza de turista.

En frente, el Reus hará lo que pueda en la pizarra. Un rompecabezas improvisado, alejado en larga distancia de lo que debería ser su equipo base de no mediar el lío con la LFP. Además de los siete jugadores no inscritos, tiene la baja por lesión del extremo Querol, vieja pesadilla zaragocista en episodios que mejor no nombrar. Y Ricardo Vaz anda tocado. Y Mikel Villanueva acabó en ambulacia en Las Palmas por un fuerte cabezazo con un compañero, hospitalizado 24 horas antes de volver de la isla. Un cuadro lo que tiene ante sí Bartolo.

Idiakez admitía tras el último entrenamiento del Real Zaragoza que «sería un impulso anímico tremendo lograr la segunda victoria consecutiva» en este primer desplazamiento de la temporada. Sin duda, sería la mejor noticia para embocar el proyecto por el lado bueno. Un buen reto es esta cita en Reus por todo lo descrito.

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