Calamocha-Real Zaragoza, 16 años después
El 18 de agosto de 2002 nació en la localidad turolense la idea de la Federación de Peñas de jugar cada verano un partido en Aragón con el primer equipo como embajador. Aquel sueño es ya una tradición.
El Real Zaragoza juega en la tarde de este miércoles en Calamocha (Teruel) una nueva edición del partido a beneficio de la Federación de Peñas de la entidad blanquilla. A las 19.00, en campo de Jumaya rememorará lo ocurrido hace 16 años, el 18 de agosto de 2002, cuando este evento, entonces un sueño de la incipiente asociación de las peñas zaragocistas, se disputó en ese mismo lugar por primera vez. Este es el aliciente extraordinario de la tarde del 22 de agosto de 2018. Casi el mismo día pero más de una generación después.
Calamocha dio paso a otras muchas localidades de las tres provincias aragonesas por las que el Real Zaragoza, en una iniciativa que hasta 2002 nunca había existido, ha ido germinando zaragocismo cada verano, en una tarde de fiesta en decenas de pueblos, comarcas, que han visto de cerca a sus ídolos, a sus futbolistas más señeros, a los que luego animan en La Romareda durante el curso de turno.
Las villas y ciudades zaragozanas de Ejea de los Caballeros, Tauste, Zuera, Calatayud, Brea de Aragón, Cariñena y Morata de Jalón. Las oscenses de Sabiñánigo, Grañén y Almudévar. Y las turolenses de Alcorisa (dos veces), Utrillas y la referida de Calamocha, que también doblará en pocas horas su papel de anfitriona, aparecen en este palmarés como sedes del partido de las peñas.
Para muchos calamochinos, el amistoso de este miércoles en su coqueto campo de Jumaya traerá grandes recuerdos. Y para el zaragocismo en general significará una retrospectiva perfecta para ver cómo hemos cambiado en 16 años. Porque observar la información de HERALDO DE ARAGÓN de aquella primera edición de 2002, leer las alineaciones, observar los protagonistas del evento, es darse cuenta de lo rápido que pasa el tiempo, mucho más en el ámbito futbolístico.
Aquel 18 de agosto de hace 16 veranos fue una tarde de tormenta en Calamocha, lo que derivó en que el partido solo durase 69 minutos por culpa de un aguacero que encharcó el césped haciéndolo impracticable (años después pasaría algo parecido en Grañén, donde el choque se suspendería en el descanso por lo mismo, un tormentón tremendo). El marcador entonces era 0-7 favorable a los blanquillos, que quedó como definitivo.
El árbitro fue de primer rango aquel día, José Ignacio Bueno Grimal, del Comité Aragonés y de Primera División. Era el Real Zaragoza que dirigía Paco Flores, recién llegado, para intentar sacar al equipo de Segunda División tras el descenso que empezó a abrir el agujero negro en la economía del club meses antes (aún con Soláns, en aquella jornada negra en Villarreal y con la plantilla más cara de la historia hasta entonces, hecho que repetiría Agapito poco después).
Faltaban 10 días para arrancar la liga. Era aún pretemporada y al área deportiva, que entonces capitaneaba el longevo Pedro Herrera, parecían sobrarle muchos futbolistas de los que aún fueron a Calamocha. A unos los pudo pasaportar in extremis, a otros no. Flores formó en Jumaya esta tarde con Láinez; Rebosio, César Jiménez, Komljenovic, Esquerdinha (David Pirri, 46); Jesús Muñoz, Generelo (Soriano, 46); Cani, Corona, García Granero; y Peternac (Espadas, 46).
En el Calamocha CF, el capitán era su legendario Joaquín Peribáñez, más recientemente metido a faenas políticas, que fue homenajeado tras más de mil partidos disputados en el equipo de su pueblo. La alineación de los turolenses fue esta: Pablo (Varela, 32); Peribáñez, Capote, Juanjo, Mariano; Rafa Sánchez, Pellejero (Diego, 60); Raúl (Fidalgo, 55), Óscar, Urmente (Lucio, 60); y Alberto (Iván, 60).
Marcaron los 7 goles zaragocistas, con esta secuencia, los siguientes autores: 0-1, min. 14: Peternac. 0-2, min. 21: Corona. 0-3, min. 24: Peternac. 0-4, min. 38: Peternac. 0-5, min. 41: Rebosio. 0-6, min. 55: Espadas. 0-7, min. 68: César Jiménez. O sea, triplete del croata Peternac, uno de los que debía irse y al final se quedó.
Hoy, 16 años más tarde, el Real Zaragoza de Idiakez vuelve al lugar donde el partido de las peñas vio la luz. También en Segunda División, como aquel. Aún con la plantilla por rematar, esta vez con Lalo Arantegui como jefe de esa sección deportiva. Con las mismas ansias por ascender, por volver a Primera. Entonces, en aquellos tiempos previos al terremoto agapitista que casi mató para siempre al Real Zaragoza, el objetivo acabó consumándose meses después. Ojalá el retorno a Calamocha, cuyo equipo vive un momento histórico pues va a debutar en Tercera División (con anterioridad siempre fluctuó entre la Primera Regional y la Regional Preferente) concluya en junio con los mismos resultados deportivos. De momento, la fiesta en la Comarca del Jiloca tendrá su rememoración este miércoles de 2018.
