El poso de Javi Ros

El futbolista navarro creó la jugada del penalti, anotó el gol del triunfo y por momentos se convirtió en la pieza imprescindible del equipo aragonés.

Javi Ros, ayer capitán del Real Zaragoza, celebra el gol que anotó desde el punto de penalti.
Javi Ros, ayer capitán del Real Zaragoza, celebra el gol que anotó desde el punto de penalti.
José Miguel Marco

Por su compromiso indudable, sobrevivió en su día a aquella vergonzosa crisis que provocó el desastre de Palamós, con el Llagostera como verdugo. Con posterioridad, los procelosos mundos contractuales del fútbol moderno lo dejaron en las mismas puertas de obrar con plena libertad, según entendiera; pero Javi Ros volvió a apostar por el Real Zaragoza. Este domingo, por estas razones puntuales apuntadas y por otros motivos del día a día, se convirtió del modo más natural posible en el capitán general del equipo aragonés. No sólo es que el futbolista de Tudela diera el gol de la victoria, de penalti, jugada que construyó él mismo, sino que aportó el temple, la serenidad y las soluciones que el equipo necesitaba. Asumió su papel y descifró las manifiestas debilidades creativas de un centro del campo zaragocista que en los primeros compases del partido no entendió cómo superar la presión del adversario, razón por la que incluso llegó a oír pitos desde la grada, cuando Cristian Álvarez, guardameta, tenía el balón muerto en los pies, sin saber a dónde enviarlo, si arriba o abajo, si por la derecha o por la izquierda.

Javi Ros fue en esos instantes algo delicado y también se convirtió de alguna manera en Verdasca, cuya falta de destreza para la posición principal que ocupó fue evidente en diversos lances. Al luso le supuso una tarjeta amarilla temprana y al equipo desajustes, pérdidas de balón y carencias en la salida. Ros vino a solventar estas carencias, contrarrestando desde su puesto la agitación del portugués, que no está dotado para el mando. Desde los adentros de la contienda, el centrocampista navarro se encargó de hallar la fórmula para contactar con los hombres de vanguardia: con Pombo, Buff y Marc Gual.

Por ese pasadizo, obra personal e intransferible, comenzaron a romperse los equilibrios tácticos que estaba marcando el Rayo de Majadahonda, un bloque bisoño y que acudió a La Romareda como un verdadero novato en la cita y en el fútbol profesional. Quizá Oliver Buff pudo hacer algo más en este sentido; pero este domingo, en esos momentos de atasco, por los motivos que fueren, no lo hizo. Igbekeme, por su parte, tampoco pudo acudir a esta misión, a la que tampoco está llamado y para la que, dadas sus virtudes, anda más bien justo. Lo suyo son los kilómetros, el desgaste, el fuelle y el aporte de oxígeno. De este modo, Ros se erigió en la pieza clave, en el punto determinante de la trama. Desde su visión global y autoridad, comenzó a levantarse el camino del triunfo, de una victoria inicial de campaña, a la que no hay que mirar de reojo ni con desconfianza, sino en su valor.

Si fue ya importante el peso de Ros durante la primera mitad, aún lo fue mayor en la segunda, donde por momentos fue dueño y señor. Dueño del balón y de los tiempos. Dueño de la pausa y de la velocidad. Dueño de los ritmos y de los acontecimientos. A través de su magisterio, el Real Zaragoza aclaró el partido y dispuso de oportunidades diáfanas para liquidar el litigio con una goleada.

Buscaron la puerta con afán Jorge Pombo, que a veces pecó de exceso de ego, y el joven Marc Gual, que quiso anotar en el día de su debut, con Borja Iglesias, su antecesor, como testigo ubicado en la grada del fondo norte. Sin embargo, ninguno de ellos tuvo el tino suficiente. Entre ambos, también dieron finalización a algunas jugadas, aportando los primeros trazos de una sociedad de delanteros que el Real Zaragoza necesite que funcione de modo fluido.

Es muy probable que cuando se recuperen Alberto Zapater, Iñigo Eguaras y Raúl Guti sean otras las trazas del centro del campo, donde se cuecen muchas de las cosas que luego suceden en las áreas. Por el momento, sólo Javi Ros ha convencido. Este domingo, en todo caso, fue suficiente para atrapar la victoria de arranque de temporada.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión