El Real Zaragoza suma sus 3 primeros puntos ante el Rayo Majadahonda

Los de Idiakez debutaron con un partido cómodo que solo se complicó al final con el gol visitante. Pombo y Ros, de penalti, marcaron los tantos.

Gual, Ros y Pombo celebran uno de los tantos zaragocistas.
Gual, Ros y Pombo celebran uno de los tantos zaragocistas.
José Miguel Marco

El Real Zaragoza arrancó su sextó año consecutivo en Segunda División cumpliendo el objetivo de sumar los 3 primeros puntos del torneo. Lo hizo en un partido que discurrió con sosiego y galones del equipo aragonés frente a un rival novato y con poca llegada en ataque, que debió contemplar más goles en el tanteador a favor de los de Idiakez y que, al final, se enmarañó peligrosamente cuando el Rayo Majadahonda acortó distancias en la recta final del encuentro.

El primer tiempo, donde el equipo aragonés ya encarriló el marcador con comodidad con el 2-0, fue tan espeso en el juego creativo como cómodo para los de Idiakez. El Rayo Majadahonda propuso un choque con marcado cariz defensivo y el balón lo tuvo casi siempre en posesión el cuadro blanquillo. Pero a los locales les costó más de media hora descerrajar la maraña de la retaguardia madrileña porque se echó en falta fluidez en la circulación y más combinaciones de la línea de tres cuartos en adelante. Ahora bien, una vez llegó el primer tanto, obra de Pombo en una jugada aislada en el minuto 32, el discurrir de los acontecimientos se le puso muy a favor al Zaragoza.

Hasta el minuto 18 no se pudo ver una jugada ligada con finalización de peligro. La protagonizó el debutante Marc Gual, muy activo y cayendo mucho a bandas, cuyo disparo tras una contra del desigual Buff dio en un central majariego y se fue a córner al lado del poste derecho. Antes, apenas una colada de Javi Ros mal culminada en el centro había generado emoción en el área visitante. Predominaban las precauciones, esa sensación propia del primer día, donde nadie quiere fallar y todo el mundo va con pies de plomo en cada pase, en cada regate, en cada decisión. Pero el partido era del Zaragoza de cabo a rabo pues el Majadahonda no era capaz de hilvanar más allá de tres pases cuando, de vez en cuando, cruzaba la línea medular. Álex Muñoz, otro de los nuevos, y Grippo sujetaban sin riesgos al ariete peruano Jeisson Martínez, que no cazó nunca los pelotazos lejanos que sus colegas le enviaban en busca de petróleo.

Y así se llegó al minuto 32. En una larga jugada de ataque zaragocista, la pelota le llegó a Verdasca (de nuevo medio centro, de nuevo con dificultades con el balón hacia delante) para que, a la primera, metiera un pase vertical al área. Pombo rompió muy bien el fuera de juego, mal tirado por los zagueros rivales, y metió el pie derecho en carrera para cambiar la dirección del balón y superar a Basilio con claridad. La lata estaba abierta y el peligro de la aparición de los nervios se disolvió de inmediato. Todo perfecto. El Rayo Majadahonda, lejos de reaccionar y modificar su contemplativo planteamiento inicial, prosiguió igual y el partido no cambió el rumbo de su guión. Igbekeme y Ros empezaron a aparecer algo más en los interiores y el equipo lo notó para bien, pues Buff por sí solo era incapaz de alimentar a Gual y Pombo en punta.

Al borde del descanso, el Real Zaragoza obtuvo más premio a su fe e insistencia gracias a una buena penetración de Benito por su lateral, con pase atrás a la llegada de Javi Ros, que empalmó con dureza un chut que Basilio rechazó con el pecho como pudo. El rechazo le llegó de nuevo al tudelano que, cuando entraba en el área a matar, fue zancadilleado por Rafa con claridad. Penalti como un templo que el propio capitán transformó raso, engañando al guardameta madrileño junto al palo izquierdo. El 2-0 traía la calma segundos antes del intermedio. Una gran noticia en el estreno, siempre lleno de responsabilidad por ser lo que es: el punto de arranque de una temporada con objetivos muy ambiciosos.

Tras el descanso, el entrenador majariego, Antonio Iriondo, metió otro punta, Toni Martínez, y quitó de escena al amonestado Enzo Zidane. Tenía que arriesgar, obviamente. Y la iniciativa casi le salió bien en el primer balón. Un error de Verdasca en la medular propició un contragolpe de Fede Varela. Su centro venenoso lo remató Jeisson Martínez en en segundo palo, fuera por centímetros. Fue un aviso serio de lo que podía suceder si los zaragocistas no imponían sus galones, como en la primera mitad. Hubo más advertencias del destino, pues el Zaragoza salió ciertamente dormido de la caseta. En el 49, el recién incorporado Toni se quedó solo ante Cristian Álvarez tras un error de Grippo y el arquero argentino tuvo que sacar a córner providencialmente en su primera gran parada del curso. Un saque de esquina que puso en juego el exzaragocista Isaac (jugando como extremo en este equipo), raso y cerrado, que se paseó por el área pequeña sin encontrar rematador. Tres sustos gordos en 5 minutos que requería reparación por parte de Idiakez desde la banda.

Gual, en una acción individual profunda, que concluyó con un remate sobre el central que le tapaba y se fue a córner, hizo espabilar al grupo y llevó la calma a la grada en el minuto 54. Verdasca, en el 60, al cabecear un saque de esquina alto por poco, repicó la reacción zaragocista y ahuyentó la zozobra inicial en el segundo tiempo. Con el marcador franco a favor, los blanquillos vivieron tranquilos largo rato. Benito y Lasure, los laterales, comenzaron a subir con intención, un método visto durante el verano que en la primera fase del partido se había percibido con cuentagotas, casi de manera inapreciable. Javi Ros, como otras tardes de pretemporada, echó un cable importante a Verdasca en la salida del balón y ese detalle también jugó a favor del equipo. Los minutos iban pasando sin demasiada mordiente en ambas porterías, algo que evidentemente corría a favor del Real Zaragoza.

En el minuto 68, renació de verdad la ofensiva zaragocista. Gual recibió un pase de Pombo en el área, mano a mano se topó con el cuerpo de Basilio, y la pelota rechazada la cabeceó alta a bocajarro, muy forzado, Javi Ros. Un minuto después, Buff recogió en el área un balón muerto y su chut raso se marchó fuera lamiendo el palo izquierdo cuando ya se cantaba el 3-0. Iriondo había metido en danza al excadista Aitor García buscando el milagro de la remontada. Pero el Majadahonda no daba muestras de vida. Pombo, en el 72, volvió a fallar un tanto hecho, al encarar solo la portería, decidir no pasar atrás a Buff, que llegaba solo, y rematar sobre el cuerpo de Rafa, que llegó a tiempo de taponar el disparo último. Demasiado perdón para sentenciar el marcador con claridad en esta fase de clarividencia combinativa.

A falta de un cuarto de hora, Idiakez quitó a Verdasca de su postiza misión de catalizador del juego zaragocista y dio la alternativa al canterano Nieto, pasando Ros a ser el timonel. Algo más natural, por supuesto, aunque solo fuera en la recta final del duelo. Y también aprontó la reaparición de Papunashvili cuando solo restaban 11 minutos. Cambios cómodos en un día como este, sin apenas exigencia por el marchamo del partido. Un guión que se estropeó a falta de 6 minutos cuando, en una contra muy mal defendida por todo el equipo, Toni Martínez acortó distancias con un chut raso en el área que dio en el palo y entró en la red. Al final, tocaba sufrir en una noche donde se debió ganar con mucha soltura. El fútbol tiene estos códigos invariables. No se pude y ni debe perdonar cuando se ha de golear, pues en Segunda División no hay rival a despreciar, sabido es por estos lares.

El duelo concluyó con la lógica incertidumbre. Algo impensable apenas 10 minutos atrás. El Majadahonda percutió el área de Álvarez un par de veces con criterio, pero le faltó acierto en los últimos toques. Con balones largos en busca de un despiste local que patrocinara el empate. Con los nervios a flor de piel dentro y fuera del césped. Una lección a futuro. El pitido final de Soto Grado trajo el resoplido generalizado al zaragocismo y lo más importante: los 3 primeros puntos de la temporada, el objetivo principal cada día de partido. Una noche exitosa en lo mayor, con muchas pequeñas enseñanzas a analizar durante la semana. El curso empieza bien. Es la moraleja más relevante de esta primera jornada de la liga 2018-19.

Ficha Técnica

Real Zaragoza: Cristian Álvarez; Benito, Grippo, Álex Muñoz, Lasure; Verdasca (Nieto, 76), Javi Ros, Igbekeme, Buff (Papunashvili, 79); Pombo y Marc Gual (Aguirre, 88).

Rayo Majadahonda: Basilio; Galán, Jorge García, Rafa, Morillas; Óscar Valentín, Fede Varela; Isaac, Enzo Zidane (Toni Martínez, 46), Fco. Varela; y Jeisson Martínez (Aitor García, 62),

Árbitro: Soto Grado (Comité Riojano). Amonestó a Verdasca (13), Enzo Zidane (30), Fede Varela (70) e Igbekeme (73).

Goles: 1-0, min. 32: Pombo. 2-0, min. 44: Javi Ros. 2-1, min. 84: Toni Martínez.

Incidencias: Noche calurosa en Zaragoza, con 30 grados. El césped de La Romareda presentó un aspecto irregular, fruto de las altas temperaturas del verano. En las gradas, alrededor de 22.000 espectadores. Se guardó un minuto de silencio por los abonados, accionistas y personas vinculadas al Real Zaragoza fallecidos durante la pasada campaña.

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