Un zaragocismo joven y apuesto

La masa social de entre 14 y 22 años ha crecido en las dos últimas campañas. La edad que más abonados reúne son los 17, con 450 carnets.

Niños y jóvenes pueblan cada vez con más frecuencia las gradas de La Romareda.
Niños y jóvenes pueblan cada vez con más frecuencia las gradas de La Romareda.
Guillermo Mestre

'Juventud, divino tesoro’, el que tiene el Real Zaragoza. El futuro de la marea blanquilla está más que asegurado. La pirámide de población zaragocista rejuvenece como el águila, además de crecer como la espuma. Ya el año pasado resultó ser uno de los asuntos eminentes en la órbita del conjunto aragonés: que los niños poco a poco dejan atrás la moda de ser madridistas o barcelonistas para adoptar al león rampante en su camiseta.

Echemos un vistazo al gráfico: el músculo demográfico más fuerte del que La Romareda presumirá esta temporada se sitúa entre los 14 y los 22 años. Concretamente, los 17 son la edad que más socios conquista con 450. Un perfil de abonado que no ha vivido en demasía los años de oro del club, que por repetición conoce bien la situación, es sufridor en las buenas y un gran apoyo en las malas; además de exigente por naturaleza y enamorado por convicción o herencia.

Carlos Arranz, Director Comercial y de Markéting del Real Zaragoza, afirma que "en el tramo de la población adolescente, la curva de máxima penetración de abonados no se corresponde con la misma curva de la pirámide de población de Aragón y de España". Bien es cierto que en el gráfico demográfico regional y nacional es a partir de los 40 años cuando más gente se aprecia. En el caso de la entidad aragonesa es totalmente al revés, "nuestra masa social es más joven, lo cual es muy positivo porque es una de las bases sólidas y con eso podemos mirar al futuro", confirma.

Sin embargo, estos datos no se traducen en un beneficio económico inmediato, de a corto plazo. Y es que los abonos por debajo de 21 años disfrutan de un descuento importante: en categoría juvenil (entre 15 y 21 años) obtienen una rebaja del 40%, en la infantil (de 7 a 14) es del 60% y los pequeabonos, para niños con 6 años o menos, el precio simbólico es de 30 euros. Por tanto, la rentabilidad económica directa no es sustancial, pero sí que asegura la sostenibilidad social del proyecto de futuro.

"Todos estos aficionados se engancharán, y tarde o pronto se convertirán en adultos. Además, sabemos que el fútbol es gregario y casi nadie acude solo a La Romareda, esto favorece que vengan acompañados", vaticina Carlos Arranz, estandarte de la campaña de abonados del club.

La novedad principal, que ha atraído de manera definitiva a la población zaragocista adolescente, ha sido la grada de animación ‘Gol de Pie’, con capacidad para 1.500 personas. Un tirón que ha sido "especialmente importante", al ser un producto que este tipo de aficionado demandaba y al que anteriormente no tenía acceso. En el Memorial Carlos Lapetra ya pudo observarse el comportamiento de esta zona, que supuso un apoyo constante al equipo. En definitiva, "un espacio accesible, económicamente barato y ambientado y dirigido a gente que va al campo a animar y pasárselo bien", avala Arranz.

Otra representación destacable son las edades que se aproximan a los 40. Etapa asociada la paternidad, donde se aprecian las facilidades que se han dado a las familias este año. Y curioso es el dato de alrededor de la decena de personas abonadas de 98 años, aunque "también las hay con más de 100", según el club.

El contexto que vive el Zaragoza favorece el sentido de pertenencia. La política de cantera implantada, la llegada de jugadores como Borja Iglesias, figuras como la de Alberto Zapater… Todo suma. Y esas variables, hilvanadas por un potente contenido sentimental, dan pie a que los más jóvenes quieran formar parte de un proyecto común, destinado a que el zaragocismo, joven y apuesto, recupere su sitio en Primera.

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