Tal y como estaba programado desde la semana pasada, Giorgi Papunashvili se calzó las botas de tacos por primera vez este miércoles en el entrenamiento del Real Zaragoza en la Ciudad Deportiva. El extremo georgiano ha estado 33 días de baja médica, desde que cayera lesionado en ese mismo escenario el 14 de julio, en los primeros pasos de la pretemporada, justo horas antes de que el equipo subiera a Boltaña para iniciar su concentración pirenaica. Una rotura fibrilar en el muslo derecho que ha provocado que Papu se haya pasado prácticamente en blanco las cinco semanas de intenso trabajo de precampaña, sin pisar el césped ni tocar el balón, sin poder participar obviamente en ninguno de los múltiples amistosos y bolos estivales disputados por el grupo a las órdenes del nuevo técnico, Imanol Idiakez. 

Papunashvili necesita ahora un rodaje progresivo que, a 72 horas de la primera lista de Idiakez para arrancar la liga este domingo frente al Rayo Majadahonda en La Romareda, lo hace estar prácticamente descartado para ese primer envite del nuevo curso. El objetivo sensato, mucho más desde el prisma médico, es que el jugador internacional por Georgia alcance su punto de forma correcto de cara a la 2ª jornada, la que el Real Zaragoza jugará en Reus el sábado 25. No ha sido una broma su desgarro muscular como para frivolizar con una apresurada citación para que esté presente en el estreno competitivo. Habrán transcurrido prácticamente 5 semanas de parón obligado, que ahora necesita de una rehabilitación perfecta para evitar el riesgo de una peligrosa recaída.

El futbolista georgiano, con el peto de comodín, inició este miércoles sus primeros ejercicios con balón tras haber sido recibido por sus compañeros con efusividad tras todo el verano ausente. Tiene ante sí 10 fechas importantes para retomar el pulso de la competición y volver al grupo con la vitola de pieza clave en el mecanismo ofensivo de Idiakez, una vez cumplido su primer y difícil año de adaptación a España, con problemas idiomáticos serios al principio que ya están superados.