El Real Zaragoza disputa en la noche de este sábado ante el Levante UD la 48ª edición del Trofeo Ciudad de Zaragoza, también nombrado Memorial Carlos Lapetra desde el año 1995 tras el fallecimiento del mítico futbolista aragonés. Se trata de uno de los torneos que, de manera ininterrumpida, más tiempo lleva jugándose en tiempos de pretemporada (no siempre fue así) y que suele servir de presentación del equipo zaragozano ante su afición.

No corren buenos tiempos para este tipo de citas, cada vez más caras y difíciles de acometer por los clubes organizadores. Por eso, una mirada retrospectiva sirve para darse cuenta de lo que fue este trofeo para Zaragoza y el zaragocismo en sus tiempos más boyantes y que, ahora mismo, nada tienen que ver con aquel gancho y aliciente social que supuso el torneo de verano para los seguidores del fútbol aragonés en diferentes fases de la historia del evento, que nació en 1971.

Y es que, a través del Trofeo Ciudad de Zaragoza, los aficionados de Aragón pudieron ver sobre el césped de La Romareda a figuras internacionales de gran tirón, campeones del mundo, de Europa en su momento. Unos vendrían después a la liga española. Otros no. Algunos repitieron ante el Real Zaragoza en competiciones europeas, otros solo fueron vistos desde las tribunas zaragozanas a través de los excelentes carteles de los torneos estivales.

Ahí van algunos de ellos, los más sonoros en una larga lista de 'VIPS' que dan brillo al historia del evento que, un año más, tiene lugar en pocas horas en La Romareda.

Por el Ciudad de Zaragoza desfilaron los alemanes Uwe Seeler, Overath, Flohe, Kapellmann, Kaltz, Heynckes, Vogts, Bonhoff, Netzer o Thomas Allofs.

También lo hicieron los ingleses Lampard (padre), Robson, Brooking, Trevor Francis o Shilton.

O los daneses Jensen y Morten Olsen; los brasileños Luiz Pereira y Ademir; el austriaco Parits; el búlgaro Dmitar Penev.

Los argentinos Tarantini, Trobbiani, Felman, Enzo Ferrero, Verón, Crespo o Balbo.

Los italianos Buffon, Fabio Cannavaro, Dino Baggio, Mancini, Signori o Casiraghi. O los franceses Thuram y Bogghossian. Y el colombiano Asprilla...

Hoy en día, desde hace ya muchos años, el Memorial Carlos Lapetra es el último amistoso previo a la liga, un partido preparatorio más de un calendario de verano que el Real Zaragoza afronta con cierta rutina. Sin más. Una presentación ante la afición que no llama a los graderíos a demasiada gente (el prematuro inicio de la competición oficial, pegado a la Virgen de Agosto, es un inconveniente moderno e insalvable). Un evento que, a diferencia de lo ocurrido en el pasado, ya no posee la seducción de ver enfrente a equipos de renombre y relumbrón que, en sus filas, traían siempre figuras de primer orden mundial. Ahora, el negocio del fútbol está en otro lado. Estos datos, estas efemérides, quedarán probablemente para siempre guardadas como reliquias.