Con la incorporación de Marc Gual, joven atacante catalán de 22 años, el Real Zaragoza refuerza una tendencia evidente. Una forma de proceder en el mercado que inició hace año y medio con la entrada en la dirección deportiva de Lalo Arantegui y José Mari Barba: la apuesta por la juventud como elemento principal para vertebrar la plantilla. La nueva política de fichajes del club aragonés está marcada por un factor principal: el Real Zaragoza busca prioritariamente futbolistas con su mejor fútbol por jugar, con sus años deportivos más destacados por delante. Fichajes, preferentemente en propiedad, que agreguen un valor patrimonial al club y sean revalorizables en el futuro.

Así, el verano pasado firmaron en propiedad con el club aragonés jóvenes jugadores como Verdasca (21 años), Benito (26 años), Eguaras (26 años), Buff (26 años) o Papunashvili (22 años). También llegaron, aunque ya no pertenecen al club, Ángel Martínez (26 años), Oyarzun (23 años), Vinícius (24 años) o Jesús Alfaro (26 años). Y a préstamo, cedidos por un año, Borja Iglesias (25 años) y Aleix Febas (22 años). Una apuesta firme que se ha ratificado en el actual mercado con las incorporaciones de Álex Muñoz (24 años), James Igbekeme (22 años), Diego Aguirre (27 años), Jeison Medina (23 años) y Marc Gual (22 años). Cinco fichajes en los que únicamente el atacante del Sevilla Atlético no llega en propiedad y que en ningún caso superan los 30 años de edad. En este sentido, se ha seguido una tendencia continuista, manteniendo la línea iniciada con las incorporaciones del pasado verano y que terminó con el equipo tercero, disputando los ‘play off’ de ascenso a Primera División.

A la llegada de talento joven a través del mercado, el Real Zaragoza ha agregado a su política deportiva una apuesta real por su cantera. Una mirada auténtica a las categorías inferiores, con la promoción de los futbolistas más destacados del filial. En las últimas dos temporadas han subido al primer equipo, con ficha y dorsal de la primera plantilla, Daniel Lasure (24 años), Julián Delmás (23 años), Raúl Guti (21 años), Jorge Pombo (24 años), Pep Biel (21 años) y Carlos Nieto (22 años), este último hace solo unos días, cubriendo así con un futbolista de la casa la ausencia, por lesión, de otro (Guti). En total son seis los canteranos que han conseguido abrirse un hueco en el fútbol profesional y que, sumados a los jóvenes que han llegado a través del mercado de fichajes, convierten al Real Zaragoza en el equipo más joven de toda la Segunda División.

Con 20 días por delante para que se cierre la ventana estival de fichajes (las plantillas todavía están abiertas y sufrirán modificaciones de entradas y salidas), el grupo que dirige Imanol Idiákez tiene una media de edad de 25,5 años, siendo hoy la más baja de la categoría, por debajo del Lugo (25,8) o el Sporting de Gijón (26,3) y muy lejos del Oviedo (29), el Alcorcón (29,2) o la Unión Deportiva Las Palmas (29,3), los tres más veteranos. Mientras que los canarios, por ejemplo, cuentan en su plantilla con hasta nueve futbolistas con 30 años o más -Raúl Fernández (30), Nauzet (33), Mantovani (34), David García (36), Dani Castellano (30), Javi Castellano (30), Peñalba (33), Momo (36) y Rubén Castro (37)-, en el Real Zaragoza apenas Cristian Álvarez (32), Bruno Perone (31), Alberto Zapater (33) y Gaizka Toquero (34) han cumplido la treintena. De hecho, más de la mitad de la plantilla zaragocista ni siquiera ha cumplido los 25 años.

El plus del filial

Para redondear esta decidida apuesta por la juventud, Imanol Idiákez, acuciado en parte por las lesiones de jugadores importantes del primer equipo, está contando durante la pretemporada con un número importante de jugadores del filial, que en su gran mayoría jugaron el año pasado con el sobresaliente División de Honor Juvenil de Javier Garcés. Así, durante el verano están asomando con fuerza los talentos de Alberto Soro (19 años), Enrique Clemente (19 años), David Vicente (19 años), Albert Torras (22 años), Carlos Vicente (19 años), Marcos Baselga (19 años) o el ‘veterano’ Raí Nascimento (20 años). El futuro está asegurado.