Los defensas, a defender. Ya lo había advertido Idiakez antes de Tarragona

Nadie se libra este verano de la nota 'puede mejorar' del maestro Idiakez: ni el semivacío ataque, ni la experimental media, ni la más conocida zaga. Antes del error del gol del Nástic, ya lanzó un aviso.

Idiakez, en uno de sus clásicos gestos que acompañan las largas charlas tácticas a los jugadores en los entrenamientos.
Idiakez, en uno de sus clásicos gestos que acompañan las largas charlas tácticas a los jugadores en los entrenamientos.
Toni Galán

Aviso para los defensas. Toque de atención serio de Imanol Idiakez para los de atrás. Estímulo con gotas de cicuta para que nadie se duerma ni se sienta a salvo de las dificultades que está mostrando el arranque de la pretemporada del Real Zaragoza con el nuevo entrenador, tanto por fruto de las inoportunas, serias y selectivas lesiones, como por el retardo en llegar determinados refuerzos de parte del área deportiva que encarnan Lalo Arantegui, el director deportivo, como José Mari Barba, el secretario técnico.

Los focos de los problemas mayores, a causa de las bajas por motivos físicos de varias piezas cruciales (Eguaras, Zapater, Guti, Papunashvili), están centrados en la línea media. Los devaneos de cabeza más serios, en términos tácticos y nominales, se ubican sin duda en la delantera donde, tras la marcha del goleador no sustituido, Borja Iglesias, y la lesión sine díe de Toquero, los refuerzos pretendidos parecen estar abocados a llegar demasiado tarde, incluso con la liga ya empezada. Y, a consecuencia de ese doble foco de atención general, parece que la defensa esté a salvo de problemas, de dudas, de cuestiones mejorables (el año pasado no hubo buenos números en la retaguardia, precisamente, pese a la buena clasificación final). Idiakez, en su repaso semanas del estado de las cosas, en la tarde del viernes quiso lanzar una advertencia muy concreta.

Como si se oliese lo que aguardaba en Tarragona 15 horas más tarde, ese gol de Maikel Mesa en una disfunción de la línea de cierre, sobre todo por parte de los centrales (Grippo y Perone en ese momento), que acabó siendo decisivo para decantar el partido a favor del Nástic cuando, paradójicamente, el Real Zaragoza jugó más, mejor y fue superior tácticamente, pero cayó por culpa de su ceguera ante el marco contrario y... este error delante de su portería.

"El gol del Nástic es evitable. Hay un balón al área, con un remate fácil (de Barreiro), con otro remate posterior fácil después de un paradón de Cristian Álvarez (el definitivo de Maikel Mesa). Creo que tenemos que ser mucho más agresivos en las áreas", reprochó Idiakez en la sala de prensa del Nou Estadi de Tarragona nada más concluir el amistoso con la derrota por 1-0.

Y, en esas, emergió su discurso del día anterior en la Ciudad Deportiva. La amonestación a los defensores. "A mí, los centrales me gusta que jueguen la pelota pero también que defiendan bien. A veces, en el fútbol se nos olvida que los defensas son defensas. Y es importante que defiendan. No me gustaría que nos confundiéramos con esto. Queremos jugar, pero también queremos ser contundentes en nuestra área. Hay que ser poderosos y buenos defensores", dijo con nítida claridad.

Una cosa se hilvana con la otra. Porque Idiakez, en sus primeros días al frente del plantel, huele las cosas con antelación en muchos momentos. Es hombre de fútbol y difícilmente algo le pillará por sorpresa. Considera que "todos los centrales que tenemos están dotados para lo que queremos. Por eso están aquí. Todos están capacitados y son diferentes, con más potencialidad en una faceta u otra del juego, pero todos buenos". Pero sugiere que se apliquen más en lo prioritario, que es defender con fortaleza, antes que en cuestiones que competen más a otras piezas del campo.

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