La montaña rusa de Láinez: del primer equipo a la calle en 12 meses

César Láinez ya no pertenece a la nómina del Real Zaragoza. Se marcha a casa el que ha sido entrenador del filial, el RZD Aragón, esta última campaña en Segunda B. Concluye así una curiosa montaña rusa del exportero zaragocista, que comenzó en octubre de 2014, momento en el que llegó atribuladamente a dirigir al segundo equipo blanquillo cuando el club decidió de manera apresurada destituir a su titular de inicio, Emilio Larraz. Que vivió ese año un descenso a Tercera. Patinazo que fue compensado con el inverso ascenso de nuevo a Segunda B en 2016. Y que tuvo el culmen en la trayectoria de Láinez en los banquillos cuando, en la recta final de la pasada liga, fue designado por los dirigentes de la SAD para intentar salvar de la catástrofe al primer equipo, un Real Zaragoza que se iba por el sumidero tras haber despedido ya a Luis Milla y Raúl Agné, éste último, el que cedió el testigo a César.

Es decir, que Láinez pasa de ser el máximo responsable de la plantilla del primer equipo del Real Zaragoza a irse a la calle en apenas 12 meses.

Así lo oficializó Lalo Arantegui, el director deportivo del club blanquillo, este martes cuando describió las líneas básicas de funcionamiento del Real Zaragoza de cara al curso que viene: "Respecto del segundo equipo, va a haber cambios en la dirección técnica en el RZD Aragón. César Láinez deja de ser el entrenador del equipo", indicó Arantegui con seriedad.

"Se le ofreció el cambio de la dirección técnica del filial por el Juvenil, y César ha optado por tomar otro destino", añadió para, brevemente, sin profundizar en más detalles, explicar la secuencia de lo ocurrido en las últimas horas en los despachos de la Ciudad Deportiva.

Lalo hizo una última loa a Láinez. "Me gustaría agradecer el compromiso que ha tenido siempre. Su grado alto de zaragocismo. Ha antepuesto siempre la entidad antes que su interés personal. Siempre tendrá las puertas abiertas del Real Zaragoza", señaló en relación a la figura de César. Un entrenador que ha debido manejar durante toda esta temporada, con estoicismo y presionado por situaciones bastante extremas en el día a día respecto de varios futbolistas, el peor filial de las últimas décadas. Lo dicen los resultados (colista sin remedio desde el primer día hasta el último), la trama de la competición desde el mismo mes de agosto y, sobre todo, la calidad y el manejo de los fichajes, la mayoría de ellos venidos de fuera y con perfiles muy definidos. Fea fue su gestación, feo su discurrir competitivo y feo ha sido su final, en todos los aspectos.

Y, como cierre de este singular episodio, Arantegui confirmó quién será su sustituto en poco tiempo: "En unos días anunciaremos la contratación de Javier Garcés, su ascenso del Juvenil al filial, donde comandará a una generación que estará compuesta por el 80 por ciento de jugadores que han desarrollado esta temporada en el Juvenil de División de Honor". El nuevo filial competirá en Tercera.