Esto es lo más cerca que Eguaras estuvo de Óscar Plano en la roja: ¡Ni lo toca!

La captura de las imágenes de Gol TV muestra el momento en el que el zaragocista se lanza ante el pucelano. No hubo contacto. Arcediano Monescillo vio algo que no ocurrió.

Momento en el que Eguaras se lanza al suelo y Óscar Plano comienza a caerse, simulando una entrada dura del zaragocista.
Momento en el que Eguaras se lanza al suelo y Óscar Plano comienza a caerse, simulando una entrada dura del zaragocista.
GOL. Captura imágenes.

Mala cosa es siempre para un árbitro pitar equivocadamente una acción del juego, confundirse en una interpretación del reglamento, no apreciar correctamente una acción punible y obviarla. Errar es humano y, cuando eso sucede, la comprensión suele acabar superando a la crítica negativa normalmente. El yerro arbitral forma parte del fútbol desde sus inicios. Es inevitable y hasta razonable.

Pero mucho peor es señalar algo que no existe, ya sea un gol fantasma o una agresión, ya sea una mano o una falta que no es tal. A Dámaso Arcediano Monescillo, uno de los árbitros más prometedores de Segunda División hace tiempo, le ocurrió algo de esto en La Romareda este domingo en el Real Zaragoza-Real Valladolid de la penúltima jornada.

El colegiado castellano-manchego sorprendió, en el minuto 16 de la segunda parte, al mostrar tarjeta roja directa al zaragocista Eguaras en un lance con Óscar Plano, el mediapunta del cuadro pucelano. En el campo, in situ, pareció una entrada a destiempo del pivote navarro, pero nada más allá que no pudiera solucionarse con una tarjeta amarilla admonitoria. En ningún caso ese episodio del juego llevaba implícita la muestra de una roja descalificante como la utilizó Arcediano.

Pero la cosa no queda ahí. Es que, como protestó con sorpresa e indignación Eguaras en el momento, secundado por muchos de sus compañeros blanquillos, las imágenes videográficas demuestras que Eguaras ni siquiera llegó a contactar con Plano en su intento de cortar la pelota en una jugada, por otra parte, sin riesgo alguno en la línea medular del campo, en zona de nadie, en un momento sin peligros aparentes a larga distancia. No lo toca. En absoluto. Eguaras, cuando ve que llega tarde y no va a poder cortar la pelota, recoge la pierna izquierda y permite que Óscar Plano pase con el balón. Lo que ocurrió es que el futbolista del Valladolid aprovechó el gesto del zaragocista para simular una entrada dura y, así, provocar una amarilla que pudiera ayudar en el devenir del choque. Lo que no contaba Plano es que su rédito iba a ser muy superior, pues lo que logró fue desconcertar a Arcediano, que vio lo que jamás pasó, lo que no tuvo lugar: un contacto, piel con piel, bota con pierna, de Eguaras con el jugador blanquivioleta.

Se recomienda a los incrédulos que acudan a Internet y busquen un enlace con el resumen de las jugadas más interesantes del partido Real Zaragoza-Valladolid. Y que paren el vídeo cuantas veces quieran, lo echen atrás, lo pongan a cámara lenta y lo revisen una y mil veces. No conseguirán que Eguaras toque a Óscar Plano. Porque, simplemente, eso no ocurrió en el césped de La Romareda este domingo, aunque Arcediano así lo viera. Curiosamente, el manchego estaba perfectamente ubicado, a escasos cuatro metros y con total visibilidad frontal, en panavisión, de la jugada. Por ahí no tiene subterfugio alguno que lo libre de su error monumental.

En el acta, Dámaso escribió que mostró la roja a Eguaras por "realizar una entrada a un adversario en la disputa del balón con uso de fuerza excesiva". La fuerza, en todo caso, la utilizó Íñigo para sostener sus piernas tensas, hacia atrás y hacia el suelo, de manera que no hubiese colisión con Plano. Nunca al revés. A ver qué opinan los comités de esta singular interpretación que se dio este domingo en La Romareda. Eguaras está expuesto a una sanción que, visto lo visto, no merece.

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