Quién no recuerda, con amargura, el partido Real Zaragoza-Cádiz de la primera vuelta en La Romareda. Aquella fría noche del 9 de diciembre, con el equipo aragonés sumido en su torbellino de dudas (pese a que venía de ganar contra pronóstico 0-1 en Gijón), y donde los gaditanos se llevaron el triunfo por 0-2, en buena media gracias a los disparos en el pie que se dieron los propios protagonistas blanquillos en un día cruzado y lleno de máculas en su fútbol.

De aquel episodio, hay dos futbolistas zaragocistas que guardan un recuerdo incómodo, feo, de imposible digestión: Verdasca y Cristian Álvarez. 

Ambos fueron expulsados ante el Cádiz en aquella jornada 18ª jornada por parte del árbitro, el cántabro Cordero Vega, que actuó correctamente en sus decisiones. Primero fue Verdasca el que, por una imprudencia oral imperdonable, que le costó la bronca posterior de sus colegas de vestuario y la reprimenda pública de su capitán, Zapater, dejó al Zaragoza con un hombre menos en el minuto 27. El central portugués le dijo, con repetición, al juez del partido "eres muy malo" tras señalarle una falta en una pugna con Barral. Una conducta suicida del luso que derrumbó antes de la media hora de juego muchas opciones de éxito en aquella cita de finales de la primera vuelta liguera.

Y, cuando el Cádiz ya había sacado provecho de la ventaja donada por los zaragocistas con el 0-1 en el minuto 52 (marcado por Jesús Valentín en propia puerta tras un remate al palo de Álvaro García a marco vacío), llegaría el estrambote final a aquel desgraciado duelo. A falta de todavía 23 minutos, el portero blanquillo Cristian Álvarez también fue expulsado por Cordero, al solucionar con el brazo un error garrafal en el control del balón en una mala salida fuera del área. Roja directa y el equipo con 9 piezas únicamente hasta el final. Los gaditanos no tuvieron que forzar mucho para llevarse la victoria e, incluso, redondear el 0-2 cerca del final en un remate de Romera a bocajarro tras jugada de Salvi.

Resulta evidente que, tras aquel desdichado envite frente al Cádiz de hace 5 meses, el Real Zaragoza al completo tiene ante sí este lunes en el estadio Carranza una revancha por cumplir para restañar heridas que dolieron en su momento. Y, por supuesto, en el terreno particular, Cristian Álvarez (la estrella zaragocista del momento) y Verdasca, multiplican exponencialmente ese ansia.

De los dos, Cristian Álvarez fue portavoz del vestuario esta semana que concluye. Y fue cuestionado por ello. El guardameta argentino no escondió su resquemor latente por lo que sucedió en diciembre ante el rival gaditano. “Sí que lo pienso, pero no es exactamente revancha lo que siento. Es querer limpiar un poco aquel partido que ya es pasado", admitió el rosarino, cuya situación personal ha variado enormemente y para bien desde entonces.

Tiene su miga, sin duda, este segundo enfrentamiento entre Cádiz y Real Zaragoza este año. Por tierras gaditanas también ha habido quien ha rescatado como cuenta pendiente la lesión de rodilla del capitán cadista, el exzaragocista José Mari, en los primeros minutos del partido de La Romareda tras una jugada desafortunada con Papunashvili. El roteño sufrió la grave fractura de los ligamentos y dijo adiós a la actual temporada ese día. Las cosas del fútbol.