Pablo Alfaro "No nos vamos a rendir"

El actual técnico del Mirandés es zaragocista hasta la médula, además del aragonés con más partidos en Primera División; pero el domingo dirigirá al rival del Zaragoza.

Pablo Alfaro, en el área técnica del banquillo del Mirándes en Anduva.
Pablo Alfaro, en el área técnica del banquillo del Mirándes en Anduva.
Enrique Truchuelo / Diario de Burgos

Cuesta explicarlo, pero es así. El entrenador del rival del Real Zaragoza del próximo domingo, el Mirandés, siempre va acompañado de una Virgen del Pilar.

Siempre. De jugador llevaba una medalla en el pecho. También me metía la imagen en las medias.

¿Y ahora de entrenador?

En el bolsillo del traje.

En serio, cuesta ver a Pablo Alfaro en el banquillo del enemigo del Zaragoza…

Esto es fútbol. Es así. Entré en el Real Zaragoza en alevines, con 11 años. Pasé por todas las categorías hasta llegar al primer equipo, hasta que fui traspasado al Barça de Cruyff. Es evidente que quiero mucho al Zaragoza, que ha representado y representa mucho para mí; pero ahora soy el entrenador del Mirandés.

¿Qué le dicen sus padres, sus hijas…?

Pablo y Palmira, mis padres, están ahora un poco más tranquilos después de la victoria del otro día del Real Zaragoza ante el Mallorca. Y mis hijas, María y Lucía, también. Ellos quieren lo mejor para su hijo, para su padre. Desde luego, el que está con el agua al cuello es el Mirandés.

¿Qué imagen le trasladan del Real Zaragoza?

No es necesario que me la trasladen. Yo tengo una imagen muy clara del Real Zaragoza. Es un equipo al que sigo porque lo siento como algo mío, porque soy zaragocista. Además, lo he ido a ver a La Romareda siempre que he podido.

Entonces, ¿qué imagen tiene usted del Real Zaragoza?

Es un equipo diferente en la Segunda División. Diferente por historial, por afición, por todo. Llegas al estadio y ves a 20.000 espectadores, un público acostumbrado a ver a lo mejorcito en la Primera División y que ahora ve fútbol de Segunda. Por otro lado, sufre una situación económica heredada del pasado y conocida por todos. Por este motivo, hay clubes con muchísimo menos historial que, sin embargo, cuentan con más dinero y pueden firmar mejores jugadores. En este contexto, cuesta encontrarse, definirse. Con el paso de las jornadas, ahora vemos que solo tiene un objetivo deportivo: la salvación. Si no se despista, lo logrará seguro. Estoy seguro de que los buenos tiempos volverán, y deseo con toda mi alma que sea cuanto antes.

¿A quién ficharía del Zaragoza para su equipo?

En estos momentos, no puedo fichar a nadie. Solo puedo pensar en mis jugadores. Es absurdo pensar en otra cosa.

¿A quién vigilará especialmente el domingo?

Un jugador de 18 goles no es común en Segunda División, y el Zaragoza lo tiene. El Zaragoza es un equipo interesante con la pelota, con futbolistas de jerarquía en la categoría. Nosotros tenemos que incomodarles como sea, ser valientes, saber competir con y sin balón.

Hábleme del Mirandés.

Estoy aquí porque me trajo otro aragonés, Jesús Seba, que es el director deportivo del Mirandés. Me llamó, me dijo que la situación era la que era, y que creía en mí. Me gustan los retos, cogí dos maletas y me vine para Miranda. Aquí hay una conciencia semejante a la de la aldea gala de Astérix en medio del fútbol profesional, como el Éibar en Primera.

Pero este año las cosas no están saliendo en Miranda.

Soy el cuarto entrenador de la temporada. Nunca en mi vida como jugador había visto cuatro entrenadores en un mismo año. Las cosas no han salido. Sin embargo, en el club, en la ciudad, en la plantilla, sigue habiendo ilusión.

Usted fue apuesta de Johan Cruyff y de Radomir Antic, usted es el jugador aragonés que más partidos ha jugado en Primera División (418)… ¿Qué hace usted en Segunda?

Quiero ser entrenador y este es el camino que hay que seguir para demostrar mi capacidad, mi valía. Seba me presentó este reto y lo he aceptado. Mi vida ha sido un reto continuo.

Desde luego, para lograr todo lo que ha logrado como jugador, es indiscutible que Pablo Alfaro cree con todas sus fuerzas en lo que hace. ¿El Mirandés también cree?

El día en que dejemos de creer, entonces sí estaremos muertos. Ahora tenemos vida aún. Y tenemos que luchar hasta el final por defender esa esperanza de vida.

Quedan ocho jornadas, 24 puntos, y la salvación queda a seis puntos…

No podemos trazarnos objetivos más allá del próximo partido. Es absurdo hacer cuentas. La mejor cuenta es ganar el domingo y después a ganar el siguiente. No podemos distraer ninguna energía en otra cosa que no sea el próximo rival. La meta es dar el 100% para lograr la victoria. No tengo otro objetivo en este momento.

Usted es un hombre de fe. Dicen que un equipo es el reflejo de un entrenador. ¿El Mirandés se parece a su actual entrenador?

Antes le he dicho que soy el cuarto entrenador de esta temporada. Recuerdo que llegué un día y que, después de tres entrenamientos, tuvimos que ir al campo del líder, el Levante, donde perdimos en el tiempo añadido. Después le ganamos en casa al Alcorcón. El otro día perdimos en Tarragona y la sensación fue la de haber dado un paso atrás. Está muy claro que no podemos dar más pasos atrás. Solo podemos dar pasos adelante para lograr la permanencia.

Anduva ha representado tradicionalmente una fortaleza para el Mirandés. ¿Cómo va a explotar este factor?

Tenemos que hacernos fuertes en casa para salvarnos. Eso es esencial. El domingo vendrá mucha gente de Zaragoza. Espero que sea una bonita tarde de fútbol. Mi impresión es que los puntos son más importantes para nosotros. El Zaragoza cuenta con 11 puntos más que el Mirandés. Son muchos puntos. Estoy convencido de que el Zaragoza se salvará. Nosotros lo vamos a intentar con toda nuestra alma. No nos vamos a rendir.

Este lunes cumple 48 años. ¿Cómo lo celebrará?

Qué pronto pasa la vida... Es inevitable pensar en mis comienzos, cuando iba a jugar al fútbol de niño a la Ciudad Deportiva con mi abuelo Guillermo, con mis padres. Recuerdos gratísimos de compañeros, de entrenadores...

Es cierto, los de la generación del 69 ya comienzan a añorar...

Aunque todavía queda lo mejor...

¡Seguro!

Por cierto, el lunes no es mi cumpleaños...

Pablo Alfaro Armengot, Zaragoza, 24 de abril de 1969. Esos datos los habré leído cientos de veces...

Ese es un error en casi todas mis biografías. No nací el 24 de abril, sino el 26. Seguro que el lunes me vuelven a enviar mensajes felicitándome. Yo siempre les contesto que hago los años el 26. El lunes espero contestarles también que seguimos vivos.

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