Las virtudes del Llagostera que teme Carreras
El técnico zaragocista repasa los peligros del ya descendido rival cuando ejerce como local. La cautela es la guía del catalán en la previa de este afilado partido.
Lluís Carreras tiene su punto de temor ante el partido final del Real Zaragoza en Palamós. Y razones no le faltan. Tanto por la irregularidad, inconsistencia y guadianesca solvencia de sus pupilos semana a semana, como por las virtudes del rival de turno, el modesto y ya descendido Llagostera.
Un Llagostera que engaña. Es el 20º en la clasificación, el antepenúltimo. Y puede acabar la temporada penúltimo si pierde ante los zaragocistas y el Albacete gana en Soria. Tiene apariencia de débil, de rival accesible y vulnerable. Pero en su campo, con el disfraz de local, ha sido el séptimo mejor equipo de la liga. Lo ha condenado a caerse a Segunda B su pésimo rendimiento como visitante, versión en la que solo ha sumado cuatro puntos en sus 21 desplazamientos, un verdadero desastre de récord.
Carreras explica abiertamente lo que espera encontrarse ante sus paisanos catalanes, ganadores de 11 partidos en el reducido estadio de Palamós, donde han revolcado a varios grandes, incluso con goleadas muy llamativas. "El Llagostera es un equipo intenso. Que puede parecer que, muchas veces, juega largo porque lo hace en diagonal pero, que, sin embargo, tiene gente por dentro que combina bien. Posee extremos rápidos y hábiles. Con gol, sobre todo en los partidos que han jugado durante la temporada en Palamós. Pitu es un peligro en la estrategia, te puede hacer gol en cualquier falta o en cualquier balón parado. Hay que tener mucho cuidado de no hacer faltas cerca del área y no conceder muchos córner. Habrá que estar atentos a todo esto. Es un equipo completo, sobre todo en su casa, a pesar de la situación en la que está", ha narrado el entrenador blanquillo.
No obstante, Carreras se espera varios cambios en el rostro más conocido del Llagostera. El hecho de que ya no se jueguen nada -una vez descendidos- y que éste sea el partido de despedida del fútbol profesional hasta nueva orden, quizá invite al técnico local a modificar más de lo habitual el once inicial de los azulgranas gerundense. "Van a tener que variar un poco el tipo de juego a causa de las bajas de Tébar y Natalio (ambos castigados por cumplir el ciclo de cinco amarillas). Son dos jugadores que les han venido dando control de balón, Tébar en posición más defensiva y Natalio con mucha movilidad arriba, en punta. No sé si a consecuencia de esto Oriol Alsina decidirá dar minutos a gente que ha jugado menos durante la temporada para darle la oportunidad de despedirse... no lo sé", duda en voz alta el entrenador del Real Zaragoza.
En otros tiempos, este tipo de ponderaciones de un adversario abatido y sin vida en el fondo de la tabla sonarían a barbaridad en la boca de un entrenador zaragocista. Pero este sábado en Llagostera no lo son. El Zaragoza no anda sobrado de nada y el Llagostera viene avalado en su campo por triunfos sonoros como aquel 3-0 que le endosó al Alavés, ya ascendido a Primera; o el 4-0 al Alcorcón, que aspira a disputar la promoción; o el 4-1 al Elche; o el 3-0 al Mallorca; o el 3-1 al Valladolid; o los recientes triunfos sobre los aspirantes de la zona alta, el Córdoba (1-0) y el Oviedo (2-0)...
