Lluís Carreras, en una larga e interesante rueda de prensa, ha analizado los muchos pormenores que rodean al crucial partido del domingo en La Romareda entre el Real Zaragoza y el Real Mallorca. El técnico zaragocista ha destacado las enormes ganas que tiene la plantilla de rectificar cuanto antes la mala racha de resultados que atraviesa en las tres últimas jornadas, en las que solo ha sumado un punto de nueve posibles, encadenando dos derrotas consecutivas que han sacado al equipo de la zona de promoción de ascenso. "Veo a los jugadores con rabia, rabia contenida. La semana se nos ha hecho larga. Esto creo de debe ser bueno, que va a ser bueno de cara al partido frente al Mallorca", reconoce el entrenador catalán.

Carreras ha admitido que la ansiedad y la responsabilidad por lograr el ascenso al final de temporada es algo que gravita inevitablemente dentro del vestuario. "La ansiedad es algo que estamos manejando desde que yo estoy aquí. La presión que ejercen el club, el escudo, la ciudad, los medios de comunicacion... a los jugadores es grande. Y no es fácil de sobrellevar. Jugamos de tú a tú con todos los equipos, pero tenemos un punto diferencial que es el escudo. Pesa mucho. Y esto debe gestionarse bien, y no es fácil", expone el preparador barcelonés en la antesala de un choque complicado ante los mallorquines en el que la victoria es una obligación suprema para el Real Zaragoza.

"Por eso me quedo, en positivo, con esos detalles en los entrenamientos de muchos jugadores. Hay muchos gestos de rabia, de orgullo, de querer... y espero que el domingo lo saquen en el campo", ha apostillado para envolver este partido de La Romareda en un marco cargado de exigencias para todo el zaragocismo