Cerca de 2.000 personas presencian el entrenamiento del Real Zaragoza

Unos 2.000 extasiados seguidores, en su mayoría niños, asistieron esta mañana al entrenamiento a puerta abierta.

Entrenamiento Real Zaragoza
Entrenamiento Real Zaragoza

Se llenó de niños el entrenamiento del Real Zaragoza. Aprovechando las vacaciones escolares de Semana Santa, el club programó a las 10.30 una sesión de entrenamiento a puerta abierta en el estadio de La Romareda. La respuesta de aficionados fue magnífica, con cerca de 2.000 espectadores en las gradas.


En su mayoría eran niños, chavales que no visten la camiseta del Madrid ni del Barça, niños que quieren y sienten el Real Zaragoza.


El técnico Lluís Carreras programó una sesión de entrenamiento con trabajo específico de jugadas de ataque, además de un partidillo. Cada jugada de los futbolistas fue ovacionada por un público entregado que manifestó el vigor del Real Zaragoza.


En las gradas abundaban los grupos de chavales de distintos clubes y centros escolares, fácilmente identificables al llevar el mismo chándal. Muchos niños estuvieron acompañados de sus papás y abuelos. Un buen número de seguidores zaragocistas y algún curioso completaron el singular panorama que esta mañana se apreció en la grada de tribuna del Real Zaragoza.


El públco se mostró especialmente caiñoso cuando se retiró cojeando ostensiblemente Hinestroza. Y también Wilk, que acabó la sesión antes que sus compañeros, recibió el apoyo en la rampa de acceso al estadio. En pleno entrenamiento apareció trotando el lesionado Erik Morán, que también fue aplaudido por los aficionados. Como Vallejo y Jaime, que aparentaron estar en óptimas condiciones, chutando a portería con total normalidad.


Cuando el grueso de los jugadores se retiró a la conclusión de la particular sesión, los muchachos les estaban esperando en la rampa de acceso al campo. Hubo autógrafos, fotos, incluso abrazos. Muchos futbolistas les entregaron a los chavales sus camisetas de entrenamiento o los guantes de portero.


Concluyó la sesión y los aficionados no se marchaban. Incluso esperaron un cuarto de hora a que Sergio Gil atendiera a los medios para ovacionarle. Después de abandonar las gradas, muchos seguidores esperaron a los futbolistas y al cuerpo técnico en las puertas de acceso vestuarios. El zaragocismo demostró esta mañana que está más vivo que nunca en la jornada de puertas abiertas.

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