El Girona generó ayer un "stop" -Carreras dixit- en el camino del Real Zaragoza que, de este modo, no pudo superar los números positivos que marcaban una racha similar a la vivida por el equipo aragonés en la primera vuelta, cuando llegó a ser segundo y tercero en la clasificación, sus mejores cotas parciales en lo que va de liga. Siete partidos seguidos sin perder, sumando 15 de 21 puntos en ese tramo positivo. Lo hizo bajo la batuta de Ranko Popovic entre las jornadas 6ª y 12ª y lo ha repetido con Lluís Carreras entre la 24ª y la 30ª. Este frenazo en seco genera, además, una foto fija que muestra que el equipo, en los últimos tres meses tras el relevo al frente del banquillo, no ha logrado mejorar su situación.

Popovic abandonó el Zaragoza tras perder 3-1 en Tarragona en la jornada 18ª. El equipo se fue a las vacaciones de Navidad en la 8ª posición en la tabla, empatado con el 7º (el Lugo), con 27 puntos. Había ganado siete, empatado seis y perdido cinco. Con 19 goles a favor y 15 en contra en ese primer tramo liguero. Su media de suma de puntos fue de 1,50 por partido.

Carreras tomó las riendas del equipo en la jornada 19ª, en el primer partido del año natural, 2016, ante el Huesca en La Romareda (3-3). El técnico catalán, desde ese debut, acumula ya 13 jornadas al timón del vestuario, remozado en enero con las llegadas de Dongou, Javi Ros, Campins, Lanzarote, Culio y Guitián y las salidas de Aria Hasegawa, Jorge Díaz y Ortuño, a las que se unió posteriormente Mario. En estos 13 partidos, el nuevo Zaragoza ha ganado cinco, ha empatado cuatro y ha perdido otros cuatro. Con 14 goles a favor y 13 en contra. Con 19 puntos sumados en este trecho de la competición, le ha dado de sí para estar ubicado en la 7ª posición, curiosamente y por 'golaverage', invirtiendo el 8º puesto con el Lugo respecto de la retrospectiva del momento del cambio de técnico. La media de puntos sumados por Carreras hasta hoy es de 1,47 por partido.

Fríos números, asépticas referencias estadísticas que desembocan en unas lecturas obvias. Una, que el ritmo del Zaragoza de Carreras, por ahora, no logra mejorar las prestaciones del que dejó Popovic en diciembre. Todo es muy similar, incluso ligeramente por debajo del ras que el serbio dejó marcado. Otra, que la cadencia de la obtención de victorias, empates y derrotas es también tremendamente parecida. Otra más, que la manera de lograr los goles es por goteo, con muchísimos problemas ofensivos, y que la compensación entre goles anotados y recibidos es levemente peor ahora que en la primera fase con Popovic. Y, por fin, que la cosecha de puntos es prácticamente gemela, con cuatro centésimas de déficit de Carreras respecto de la rentabilidad del equipo que dirigía el balcánico (1,47 el catalán por 1,50 su antecesor).

De este modo, tras el "stop" ante el Girona, el Real Zaragoza está en la obligación de reconducir de forma visible, urgente y rentable su línea de rendimiento exhibida hasta hoy en los primeros siete meses del torneo de liga. Carreras decantará el sentido y el valor de su aportación como segundo entrenador zaragocista de la temporada en las últimas 11 jornadas del campeonato. Las decisivas. Hasta hoy, su balance no pasa de una evaluación puramente continuista en cuanto a números y réditos cuantitativos en la clasificación.