El Girona FC llega a Zaragoza con la baja de Adriá Granell, el centrocampista de mayor peso específico en el entramado táctico de Pablo Machín con su característico sistema 5-3-2 por delante de su portero. El pivote sufre una lesión muscular que, sin ser grave, lo ha dejado ya dos partidos consecutivos fuera del equipo. No jugó el pasado fin de semana ante el Leganés y tampoco lo hará este en La Romareda, aunque Machín entrenó con el durante algunos momentos de los entrenamientos previos a esta 31ª jornada confiando en poder recuperarlo para el vital choque ante los zaragocistas, circunstancia que no se ha podido confirmar en el último ensayo llevado a cabo en Montilivi en la mañana de este sábado.

La baja de Granell ha de sumarse a la de Pere Pons, otro jugador clave en el dibujo del trío de centrocampistas ideal de Machín desde la temporada pasada, que también está de baja por problemas musculares desde hace 15 días. Incluso, cabe añadir la ausencia del también lesionado Aday para apuntalar la tesis de que el centro de campo de mayor enjundia del Girona está totalmente roto en estos momentos y el preparador gerundense está viéndose obligado a poner en juego una tripleta de centrocampistas alejada del proyecto base de su equipo favorito. Si no hay novedad de última hora, Machín alineará en esa importante zona ancha del campo en La Romareda a Alcaraz, Eloy Amagat y Borja García.

Por detrás, en la trama defensiva, el Girona sí que llega a Zaragoza con sus piezas preferidas en esta temporada. Es decir, Becerra en la portería; los tres centrales innegociables de Machín: Kiko Olivas, Richy y Lejeune; y los dos laterales carrileros, el exzaragocista Javi Álamo por la derecha y Clerc por la izquierda.

En punta, uno de los dos delanteros parece seguro por lo visto en los últimos duelos y entrenamientos: el exilicitano Cristian Herrera. El otro no lo decidirá el preparador del Girona hasta el último momento, con la duda gravitando entre el veterano Mata (que el año pasado hizo tres goles en La Romareda, uno en la liga regular y dos en la promoción de ascenso) y el balcánico Lekic, exosasunista fichado en enero y que ya lleva dos goles, el último el pasado domingo ante el Leganés.

El Girona ha viajado en el autocar rumbo a Zaragoza con una única ilusión: ganar a los aragoneses, alcanzar así los 44 puntos (parten en la jornada con 41) y ponerse a tiro de la zona de promoción, que tan lejos han tenido este curso en los siete primeros meses del torneo.