Gaizka Toquero, el as en la manga de Bordalás

Lesionado hace 15 días, el mejor goleador del Alavés apenas ha entrenado y el técnico albiazul decidirá su alineación en el estadio

Toquero celebra un gol de los anotados en la liga con el Alavés.
Toquero celebra un gol de los anotados en la liga con el Alavés.
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Gaizka Toquero es la pieza clave sobre la que gira este año el ataque del Alavés. Con ocho goles, es el máximo anotador del cuadro vasco. Su referente, su abanderado, el experto ariete que empuja hacia arriba y que ayuda en defensa por su característica raza aplicada a la disputas de todos los balones. Hasta una hora antes del partido, Pepe Bordalás, el entrenador alavesista, no dirá si Toquero, que convalece de una lesión traumática en un tobillo, es titular ante el Zaragoza o si se queda en el banquillo en el inicio del choque.


Toquero no jugó el domingo pasado en la derrota albiazul por 2-0 en Leganés. Estaba cojo, con un fuerte esguince de tobillo provocado por una dura entrada del central argentino del Almería Saveljich en Mendizorroza siete días antes. Una lesión que le impidió terminar el duelo ante los andaluces (1-1) y le dejó la articulación extremadamente inflamada y amoratada. Esta semana no se ha entrenado con normalidad. Hasta el jueves, inclusive, lo hizo aparte y en el gimnasio. Solo el viernes, en una sesión de trabajo 'light', asomó para juguetear con el balón sobre el césped de la Ciudad Deportiva de Zuazo con algunos de sus compañeros. Sigue con dolor. No está al cien por cien físicamente, pero quienes lo conocen -y también conocen a Bordalás- aseguran sotto voce que la idea de ambos es que Toquero sea el '9' del Álavés ante el Zaragoza este domingo al mediodía.


El veterano ariete de 31 años, vitoriano de nacimiento, recaló en verano en el histórico club de su ciudad para afrontar la recta final de su carrera después de un amplio periplo por el Athletic de Bilbao en Primera División. Su peculiar modo de jugar al fútbol como delantero centro, a la antigua usanza, peleando cada balón al límite, fajándose con las defensas por grandes y fornidas que sean, hacen de Toquero un elemento único en su equipo. El Alavés, con Toquero, es uno. Sin él, es otro. Por eso, a la más mínima opción que Bordalás tenga de introducirlo en el once inicial, lo hará.


El técnico no ha dado lista de convocados. Se lleva a todos los aptos al vestuario de Mendizorroza dos horas antes del partido. Entre ellos está Toquero. Solo se quedan fuera el lesionado Carpio (con una luxación acromioclavicular producida en una mala caída jugando al 'futvoley' en un entrenamiento) y los sancionados Pelegrín y Mora. Tres titulares a los que el técnico de los vitorianos ha de suplir con jugadores que han jugado muchos menos minutos durante la liga. A Carpio, lateral derecho, lo sustituirá con casi toda seguridad Estrada. Al central Pelegrín -ex del Zaragoza B-, lo hará el canterano Einar. Más dudas giran en torno a quien ocupará la fundamental tarea en la línea medular del pivote defensivo Mora. El recambio natural es el argentino Bernardello -ex del Almería-, pero Bordalás no está contanto mucho con él. Podría ser Beobide quien entrase en el hueco que deja libre el capitán castigado. Y en punta, si al final Toquero no es titular, su lugar sería para Barreiro, un ariete tanque que este año no está viendo puerta y ha perdido peso específico en los planes de equipo alavés.


Bordalás se guarda sus bazas hasta el último momento. Y, sobre todo, a modo de as en la manga, maneja la opción de Toquero con el desdén de un jugador de póquer. Que Carreras sufra un poco hasta que llegue la hora del partido. Esta es su jugada en las horas previas al decisivo choque por la parte alta de la clasificación.

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