Real Madrid 4-0 Celta

El Real Madrid golea casi por inercia a un Celta negado

Rüdiger fue decisivo en las acciones de estrategia ante una defensa transparente, Vinicius anotó su décima diana en 2024 y Güler celebró su primer gol en el Bernabéu.

Real Madrid's Antonio Rudiger celebrates with his teammates after scoring his side's second goal the Spanish La Liga soccer match between Real Madrid and Celta Vigo at the Santiago Bernabeu stadium in Madrid, Spain, Sunday, March 10, 2024. (AP Photo/Manu Fernandez)
Los jugadores del Real Madrid celebran la victoria frente al Celta.
Associated Press/LaPresse

Sin maravillar, pero mucho mejor que ante el Leipzig y siempre por encima de un Celta académico pero improductivo y nefasto en las acciones de estrategia defensivas, el Real Madrid resolvió de manera incontestable un duelo a priori peligroso y mantiene las notable diferencias respecto al Girona y al Barça con una jornada menos. Mucho que ver en el triunfo Rüdiger, un gigante en las áreas que preludió con sendos testarazos los dos primeros goles y una vez más Vinicius, que ya suma diez tantos en este 2024.

En la primera comparecencia de Rafa Benítez en el Bernabéu desde su destitución en enero de 2016 para ser reemplazado por un tal Zinedine Zidane, el Celta fue un calco de toda la temporada. No juega tan mal como para sufrir semejantes castigos, pero ni es contundente ni tiene suerte. Estuvo en la contienda hasta el tramo final, cuando encajó hasta tres dianas, dos muy desafortunadas en propia meta y la última de Güler. Muy celebrado en Chamartín el esperado estreno del turco como artillero.

La puesta en escena dejó varias novedades. Ancelotti rotó en el Madrid, pero sin atreverse a juntar a Modric, titular esta vez, y Kroos. Como se preveía, Brahim ejerció como sustituto del sancionado Bellingham. En los vigueses, Benítez introdujo una sorpresa relevante, ya que ubicó a Mingueza de carrilero, con Manquillo de tercer central. Todo con el objetivo de intentar frenar al desequilibrante Vinicius, a la postre una vez más decisivo.

Nada que ver la salida del Madrid, con bloque alto, muy activado tras pérdida, rápido en la circulación de balón y con todos sus jugadores en movimiento, con ese equipo apocado que actuó en el alambre ante el Leipzig. El contexto de ambos partidos era claramente diferente, ya que esta vez el líder no tenía nada que defender.

Dos paradas de Guaita a Camavinga y cuatro saques de esquina en apenas seis minutos evidenciaron que el equipo de Ancelotti estaba intenso, dominante, autoritario. Todo lo contrario que un Celta timorato, incapaz de dar tres pases. En el sexto córner, el Madrid descerrajó a los gallegos. Modric la puso de fábula, Rüdiger entró solo y Guaita hizo dos paradas soberbias, pero no pudo evitar que Vinicius remachase.

La riña tenía pinta de resolverse rápido, pero Guaita sujetó a su equipo, sobre todo al sacar con el pie un remate de Rodrygo, y los blancos bajaron el ritmo en el último tramo del primer acto. La cita se enredó porque cada actuación de un colegiado en Chamartín se escruta de tal manera que la polémica se vuelve insoportable. Camavinga, muy revolucionado, no vio la amarilla en ninguno de sus pisotones a Aspas y Fran Beltrán y sí tras una entrada a Bamba que encendió al Bernabéu. Todos quejándose. Los locales por esa última falta y la tarjeta y los visitantes porque entendían que el francés era acreedor a la expulsión por doble amonestación. El Celta merodeó el empate, con dos ocasiones pintiparadas. En la primera, el remate casi a bocajarro de Manu Sánchez lo salvó Lucas y en la segunda, precisamente tras ese golpe franco que cerró el primer tiempo, De la Torre cabeceó completamente solo en el segundo palo pero sin dirección.

A vueltas con Vini

Con el duelo todavía muy abierto, en la reanudación quedó claro que el Madrid prefería juntarse para sentenciar en transiciones o a balón parado, mientras que el Celta intentó ser más valiente pero sin descoserse y sin aparente sensación de urgencia. Pronto, agarrón descarado y prolongado de Mingueza a Vini, que ya con el juego parado se revuelve y empuja al catalán. Amarilla evidente para ambos.

Brahim, tras una maniobra estupenda, Valverde y Rodrygo pudieron liquidar el partido, pero ninguno definió bien. Benítez hacía cambios ofensivos y Carletto mostraba cierta preocupación. Retiró a un desafortunado Rodrygo y buscó más físico, aguante con el balón de espaldas y remate con Joselu. Fue, sin embargo, Rüdiger, en otra estrategia, el que abrochó un triunfo clave con la ayuda de Guaita, a quien golpeó el balón tras caer del larguero. Faltaban aún el autogol de Carlos Domínguez y la aparición de Güler. El Madrid no falla y el Celta ya siente al Cádiz en el cogote, a solo dos puntos. Diez jornadas para el desenlace.

Real Madrid 4-0 Celta

Real Madrid: Lunin, Lucas, Rüdiger, Nacho, Mendy, Valverde, Camavinga (Ceballos, min. 89), Modric (Kroos, min. 83), Brahim (Tchouaméni, min. 83) Rodrygo (Joselu, min. 74) y Vinicius (Güler, min. 89).

Celta: Guaita, Mingueza (Sotelo, min. 77), Manquillo, Starfelt, Unai, Manu Sánchez (Cervi, min. 60), Fran Beltrán (Domínguez, min. 77), De la Torre, Bamba (Allende, min. 60), Aspas y Larsen.

Goles: 1-0: min. 21, Vinicius. 2-0: min. 79, Guaita (p.p..). 3-0: min. 88, Domínguez (p.p). 4-0: min. 90+4, Güler.

Árbitro: Melero López (Comité Andaluz). Amarilla a De la Torre, Camavinga, Mingueza, Vinicius y Manquillo.

Incidencias: 73.644 espectadores en un Santiago Bernabéu techado. El Real Madrid de baloncesto ofreció el título de Copa a la afición blanca en los prolegómenos. 28ª jornada de Liga.

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