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Aragón se sube a la ola del fútbol femenino

Esta temporada habrá 36 equipos nuevos de mujeres y niñas en la Comunidad, un impulso que comenzó hace un par de años y que coge vuelo tras el Mundial.

Equipo del CD Unión La Jota Vadorrey, uno de los clubes que ya cuentan con sección femenina propia.
Equipo del CD Unión La Jota Vadorrey, uno de los clubes que ya cuentan con sección femenina propia.
CD Unión

El fútbol femenino está en boca de todo el mundo. Lamentablemente, la mayor parte del tiempo lo hace por motivos extradeportivos, tras la enorme polémica que ha estallado en la selección española después de ganar su histórico Mundial. Sin embargo, en los terrenos de juego de los barrios y de los pueblos de Aragón también se habla de fútbol en femenino. Cada vez más.

Esta temporada va a haber más mujeres y chicas jugando a fútbol y más equipos femeninos que nunca. El aumento está siendo llamativo. Se trata de un fenómeno que viene de varios años atrás y que, sin duda, va a coger aún más impulso tras la conquista de la primera estrella de la selección española, comandada entre otras por la aragonesa Salma Paralluelo.

Esta temporada va a haber 36 equipos nuevos de chicas. Si el curso pasado había 51, este serán 87. Habrá 39 en Segunda Femenina, 32 en infantil-cadete y 16 en benjamín-alevín. Algunos de estos conjuntos participan en ligas femeninas, mientras que otros clubes eligen que lo hagan en competiciones masculinas.

La Federación Aragonesa de Fútbol prefiere que se fomente la primera de las opciones. “Cuando había pocas jugadoras, no daba para hacer ligas femeninas. Ahora poco a poco se puede. De momento se juntan cada dos categorías, pero el objetivo es que haya de todas, sin tener que mezclar edades. Por eso, cuantos más equipos se vengan a las ligas femeninas, mejor”, señala Manolo Torralba, director de Estrategia de la federación.

La victoria del Mundial ha servido como estímulo, aunque la tendencia al alza del fútbol femenino ya venía de antes. “Hace dos temporadas ya se empezó a notar”, señala Torralba quien destaca “el compromiso” de la Federación para potenciar este crecimiento, entre otras cosas con la organización de un campus gratuito que reunió a 75 niñas en los campos federativos.

Para otros, este esfuerzo está resultando insuficiente. “A pesar de la Federación, el aumento de las licencias de chicas está siendo imparable”, señala Carlos Alcaine, vicepresidente del Zaragoza CFF, club exclusivamente femenino con más de 20 años de historia. Por su experiencia, cree que últimamente “está cambiando la conciencia de la gente”. “Se le da normalidad a que las chicas practiquen fútbol, cosa que antes no pasaba. Ahora hay referentes femeninos, se fomenta la práctica y también la continuidad en la actividad, porque había cifras de abandono muy alto”, explica.

En el Zaragoza CFF juegan unas 200 niñas, unas cifras que no crecen porque la política del club es “fomentar que las niñas jueguen en sus colegios o en sus barrios”, para captarlas más adelante si es oportuno. Por su experiencia en el fútbol femenino, Carlos Alcaine cree que el triunfo en el Mundial “es un punto de inflexión”, tanto por lo que han logrado en el césped como por “el otro Mundial que han ganado fuera del terreno de juego, con sus reivindicaciones ante la Federación Española”.

Uno de esos clubes de barrio que ha detectado este aumento de demanda del fútbol femenino es el CD Unión La Jota-Vadorrey. En 2019 quisieron crear su primer equipo femenino, pero tuvieron muchos problemas. Les dio justo para montar entrenamientos para un grupo de chicas, pero sin poder sacar un equipo para competir. Al año siguiente ya eran 19, lo que les permitió sacar un equipo que competía en un grupo cerrado de solo cuatro equipos femeninos. “Esta temporada ya tenemos dos equipos en Territorial, un tercero infantil-cadete y podíamos haber logrado otro en Territorial, pero hemos tenido que decir a chicas que no por los problemas de espacio que tenemos al tener un solo campo”, señala David Carreras, que este año estrena la figura de coordinador de la sección femenina del club ante el empuje de estos equipos.

Por su experiencia, el Mundial ha supuesto un incremento en el interés de muchas familias por apuntar a sus hijas, aunque el aumento ya venía de meses atrás. El verdadero impacto del éxito en Australia es que entre sus jugadoras ha nacido “un mayor espíritu competitivo”. “Tienen una actitud distinta, quieren forzar y llegar al máximo posible. Han visto que con esfuerzo y dedicación puedes llegar”, apunta.

La enorme polémica que se ha levantado tras el Mundial ha llegado a estos vestuarios. Las pequeñas futbolistas de este club ven que creen que si se hacen estas demandas es porque “algo estaba fallando en la federación”, y creen que las reivindicaciones de las internacionales son “una punta de lanza para que se les tome más en serio”.

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