Un equipo de fútbol base rechaza jugar en un campo por gritos racistas

El club tinerfeño UD La Laguna abandonó el campo después de numerosos insultos racistas hacia sus jugadores, como "mono de mierda".

El CD La Laguna tuvo que abandonar el campo por insultos racistas.
El CD La Laguna tuvo que abandonar el campo por insultos racistas.
YouTube/ CD La Laguna

José Ángel Torres, presidente del UD La Laguna, club tinerfeño con equipos en varias categorías del fútbol base, anunció este lunes que ninguno de sus conjuntos jugará en el campo Antonio Yeoward, del barrio Toscal-Longuera, de Los Realejos, donde, denunció, el viernes se produjeron insultos racistas.

Torres, en declaraciones a EFE, pidió que se tomen medidas contundentes para evitar la violencia y el racismo en el fútbol base.

Según informó el club lagunero, en la tarde del viernes, su equipo juvenil B visitó el campo del Longuera y desde el principio del encuentro el ambiente en las gradas no era el deseado para un partido de fútbol base.

Fue tras un tanto del conjunto local, relató, cuando la tensión aumentó y entre los numerosos insultos se escuchó “mono de mierda” en referencia a un jugador negro del combinado lagunero, un comentario que solo escuchó el árbitro y que trasladó a ambos banquillos, llegando el momento en el que el técnico del equipo decidió sacar a sus jugadores del campo.

El club de La Laguna señaló que luego su equipo tuvo que permanecer encerrado en el vestuario para evitar insultos y agresiones, en concreto por parte de un aficionado rival que portaba una pistola eléctrica.

Se necesitaron tres patrullas de policías para que el equipo pudiera salir de la instalación con seguridad, según explicó.

Tras este incidente, informó de su decisión de no volver a visitar el campo del Longuera hasta que se produzca por parte de este club un rechazo de forma pública a la violencia y, en concreto, al racismo.

“Si tuvieran otra disposición cambiábamos la decisión, pero de momento solo han desmentido lo ocurrido. Hay que reflexionar sobre esto y hay que actuar contundentemente. Si no, nunca acabaremos con la violencia en el fútbol”, afirmó Torres.

“Cada vez se ve más y como no se toman medidas contundentes por parte de la federación tinerfeña sigue pasando. Las consecuencias suelen ser un cierre de dos partidos, una pequeña multa al equipo y poco más”, aseveró.

“Esto le puede pasar a todos los equipos y lo importante es la forma de proceder”, añadió Torres, que cree que los campos de fútbol deberían ser “lugares seguros” donde la gente pueda estar “de forma distendida”.

“Ojalá que todo esto, nuestra posición y la forma de expresarnos y contar a todos los medios y las instituciones lo que sucedió, sirva para erradicar la violencia cuando se dé, para dar un paso adelante”, apuntó.

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