fútbol
Talento aragonés repartido en Primera
Nueve aragoneses han militado en la máxima categoría este año. Su rendimiento ha sido variado, con más espacio para el sufrimiento que para el disfrute.
Juan Manuel Pérez (Osasuna) en la portería; Miramón (Levante), Laguardia (Alavés), Vallejo (Granada) y Dani Calvo (Elche) en defensa; Raúl Guti (Elche) sujetando el centro del campo; Soro (Granada), Pombo (Cádiz) y Roberto López (Real Sociedad) por delante… solo falta una dupla atacante para completar un once de jugadores aragoneses de Primera. Algunos ya son experimentados de la categoría. Otros debutaron esta misma temporada, ampliando el elenco de representantes de la Comunidad en la élite.
Hace mucho tiempo que Aragón no contaba con un número tan elevado de futbolistas (nueve) en la máxima categoría. Y esta circunstancia, curiosamente, se está dando en uno de los momentos más complicados para el Real Zaragoza, que va camino de su novena temporada en Segunda.
El funcionamiento de la cantera es una de las mejores noticias para la SAD. No extrañan los últimos movimientos acometidos para blindar legalmente la fuga de jugadores, ni tampoco que los grandes clubes se interesen por los talentos que brotan de la Ciudad Deportiva. Las salidas de jóvenes zaragocistas han traído importantes cantidades de dinero a una entidad obligada económicamente.
Entre estas ventas figuras las de los mencionados Vallejo, Soro, Guti o Pombo, quienes, en la recién concluida temporada, han tenido protagonismo en sus respectivos equipos. Mención especial merecen los dos primeros, puesto que han formado parte de un histórico Granada, capaz de finalizar la liga en novena posición y de alcanzar los cuartos de final de la Europa League y de la Copa.
En su segunda campaña en el club nazarí, Vallejo ha disputado un total de 37 partidos, la cifra más elevada de su periplo en Primera. Ha jugado de central, lateral e incluso mediocentro, siendo pieza clave en los esquemas de un Diego Martínez que, tras completar un año de ensueño, comunicó que su ciclo en Granada ha terminado.
«Formar parte de este equipo ha sido algo increíble. En el día a día no éramos conscientes de lo que estábamos haciendo; pero, ahora que estamos de vacaciones y valoramos todo con más calma, apreciamos la dificultad», explica Jesús Vallejo, y subraya el «grupo» como la clave del éxito alcanzado. «Todos nos llevamos muy bien entre nosotros y hemos recibido la confianza del míster, que consiguió que cada jugador se sintiera importante. La mezcla de eso, del gran ambiente y el trabajo, ha sido fundamental», añade el defensor aragonés, coincidiendo con su compañero Alberto Soro.
«La complicidad entre todos los integrantes de la plantilla y el cuerpo técnico ha sido fundamental. Hay una amistad que ayuda a trabajar» señala el centrocampista ejeano, quien considera que el Granada 2020-21 es el fruto de muchos años de trabajo. «El club se ha dado a conocer a nivel europeo y eso es muy importante para la ciudad. Hay que reconocer el esfuerzo de todas las personas que han ido pasando por este club en los últimos años», completa un Alberto Soro que, en su debut en Primera, ha vivido una experiencia «enriquecedora» a pesar de que una lesión lo mantuvo apartado tres meses.
Tanto Vallejo como Soro reconocen haber sufrido desde la distancia con el devenir del Zaragoza. También un Guti que, a ese sufrimiento zaragocista, añadió la preocupación de no ver salvado al Elche hasta el agónico final. «Los dos equipos estábamos en un momento crítico y, si no nos manteníamos, el desenlace podría haber sido muy grave», recuerda Guti, indiscutible en los planteamientos de los entrenadores (Almirón y Escribá) que han dirigido al conjunto ilicitano esta campaña.
«Desde que llegué me han dado confianza. Soy el jugador más caro de la historia del Elche, la entidad hizo un gran esfuerzo para contratarme, y me siento orgulloso de haber contribuido a lograr el objetivo de mantenernos en un año complicado en el que hemos bajado los brazos en ningún momento», valora el centrocampista zaragozano, que ha compartido vestuario con el también aragonés Dani Calvo.
En lo personal, la temporada del central oscense se ha dividido en dos tramos. En el primero, con Almirón como entrenador, Calvo lo pasó «muy mal» porque apenas jugaba. Después, con la llegada de Escribá, todo cambió. Le dio la oportunidad de participar desde el primer día; y el equipo, que había llegado a estar 16 jornadas sin ganar, se repuso.
«Las últimas semanas fueron de máxima presión, pero estábamos convencidos de que lo íbamos a conseguir. Fue una pena que nos jugásemos la salvación contra el Huesca, contra el equipo de mi tierra, pero el fútbol es así», completa Calvo, quien acaba contrato con el Elche y no descarta salir.
Igual de incierto es el futuro de Pombo en Cádiz. Empezó siendo titular, pero después dejó de contar para Cervera y todo apunta a que saldrá de un equipo que selló la permanencia sin sufrir. Del mismo modo, parece que Roberto López no continuará en la primera plantilla de la Real Sociedad, donde Alguacil no le ha otorgado excesivo protagonismo en una campaña marcada por la conquista de la Copa. Su futuro podría estar en el Sanse, filial de los donostiarras recién ascendido a Segunda.
Laguardia, que ha vivido la temporada más «delicada» desde que está en el Alavés, salvándose ‘in extremis’ de la mano de Calleja, Miramón, igualmente asentado en el Levante, y Juan Pérez, de Osasuna, seguirán un año más en estos equipos salvo sorpresa.
