El nuevo Girona de Eusebio Sacristán y el Real Valladolid empataron a cero este viernes en el Estadi Municipal de Montilivi, en el encuentro que abrió el telón de la 88ª edición de la liga de Primera división.

Los futbolistas rojiblancos fueron muy superiores a su rival, pero no pudieron romper el empate y los vallisoletanos consiguieron un punto muy valioso para empezar su nueva andadura en la máxima categoría del fútbol español.

Los pupilos de Eusebio Sacristán, dispuestos sobre el césped de Montilivi con un 4-3-3 asimétrico -Marc Muniesa guardaba la posición y el debutante Pedro Porro atacaba la defensa vallisoletana desde el lateral derecho- que, a diferencia del 5-3-2 que empleaba Pablo Machín, que apuesta claramente por la posesión del esférico, controlaron el encuentro de forma incontestable en los primeros compases del encuentro.

Encomendados al talento de los futbolistas más habilidosos del equipo -Àlex Granell, Aleix García y un Borja García que ha heredado el '10' que dejó libre Eloi Amagat-, el conjunto rojiblanco encerró a su rival y tuvo hasta cinco oportunidades para adelantarse en la primera mitad, pero ni Portu, ni Christian Stuani, ni Granell, ni Aleix, ni Borja estuvieron acertados de cara a portería.

El dominio del Girona prosiguió tras el descanso. El conjunto visitante, que ha regresado a la élite del balompié español después de cuatro temporadas consecutivas en la categoría de plata, trató de acercarse más al arco de Yassine Bounou en la segunda mitad, pero fue incapaz de superar a los dos centrales rojiblancos, el canario Juanpe y el colombiano Bernardo Espinosa.

Tan incapaz como lo fue el Girona a la hora de intentar trasladar su indiscutible superioridad en el terreno de juego al electrónico de un Montiliivi que pudo presenciar el debut con la elástica rojiblanca del atacante inglés Patrick Roberts, que se ha convertido en la última incorporación del cuadro local al llegar cedido por el Manchester City.

Los gerundenses dispusieron de la ocasión más clara del encuentro en el minuto 65, pero el disparo cruzado del uruguayo Cristhian Stuani, el quinto máximo artillero de la competición la temporada pasada con 21 tantos en 33 encuentros, se fue rozando el palo izquierdo de la portería de Jordi Masip.

Finalmente, a pesar de la superioridad del Girona, los dos conjuntos, dos de los más humildes de la Primera división, acabaron repartiéndose los puntos.