El posicionamiento del FC Barcelona respecto a la situación política que atraviesa Cataluña ha caldeado los ánimos de los barcelonistas que viven fuera de la Comunidad vecina. El 20 de septiembre, apenas 10 días antes de que se celebrase el referéndum del 1 de octubre, la directiva que preside Josep María Bartomeu lanzó un comunicado “en defensa del país, de la democracia, de la libertad de expresión y del derecho a decidir”.

El pasado fin de semana, después de que el Gobierno español anunciase que va a aplicar el artículo 155 de la Constitución, Bartomeu reiteró su “apoyo absoluto” a las instituciones democráticas que han sido elegidas por el pueblo catalán. Asimismo, durante una Asamblea General Ordinaria que se celebró en el Palau Blaugrana, el dirigente culé señaló que “el diálogo es la única vía de solución posible” y mostró su “solidaridad” con los estamentos afectados y los medios de comunicación públicos.

Instantes antes de que finalizase su discurso, los socios compromisarios comenzaron a entonar gritos de “¡libertad!, ¡libertad!, ¡libertad!”, proclamando un sentimiento que no todos los barcelonistas comparten. El hecho de ser aficionado oriundo no significa, ni mucho menos, respaldar el proceso independentista. Además, un 10% de la masa social del club -hay alrededor de 150.000 militantes oficiales- no reside en Cataluña.

“Cada vez nos sentimos menos representados y cada vez nos ponen más difícil ser de este equipo”, señala Miguel Iranzo, presidente de la Federación de Peñas Barcelonistas de Aragón, La Rioja y Navarra, y lamenta que los comunicados emitidos por el FC Barcelona vengan motivados por presiones externas: “Hace un par de semanas estuve hablando con el presidente Bartomeu y me quedó claro que actúa condicionado. Él preferiría mantenerse al margen, pero las influencias le obligan a quedar mal con los de fuera”.

Iranzo, que da voz a las 61 peñas que se reparten por Aragón, La Rioja y Navarra, confiesa que “hay muchas personas que se están dando de baja en los últimos días”, y adelanta que “si los dirigentes no ponen remedio, el Barça irá perdiendo poco a poco todo el prestigio ganado sobre el terreno de juego”.

“La institución ha de ser consciente del esfuerzo que a los de fuera nos cuesta defender estos colores”, añade, antes de poner como ejemplo la peña que él mismo preside. “En Alcorisa somos 170 socios y acabamos de hacer una inversión de 120.000 euros para un local nuevo. El compromiso con el fútbol está por encima de todo”.

Este alcorisano de 51 años ha vivido en directo las cuatro últimas finales de Champions, otras tantas de Copa y un buen puñado de clásicos. “Antes acudías a estos encuentros con la bandera de España que lucía el escudo del Barça y no pasaba nada; ahora eso es impensable”, concluye Iranzo, que todavía desconoce si viajará al Bernabéu para presenciar el próximo enfrentamiento con el Real Madrid. La cita, correspondiente a la decimoséptima jornada de Liga, se disputará el próximo 20 de diciembre. Precisamente, la misma fecha que se baraja para las posibles elecciones al Parlamento de Cataluña. Este jueves, Carles Puigdemont no despejó las dudas.