Un espectáculo pirotécnico y cánticos de los seguidores que animaron al Deportivo Alavés en Mendizorroza envolvieron el pase a la primera final de Copa del Rey del conjunto albiazul. Con el pitido final del árbitro valenciano Mateu Lahoz, el estadio vitoriano estalló de alegría, ya que el 1-0 que reflejó el marcador dio al pase a la final al conjunto local.

Toda la plantilla del Alavés, con camisetas conmemorativas, celebró el pase a su primera final de Copa del Rey con una vuelta de honor en la que también recibieron los aplausos de la afición celtiña desplazada hasta Vitoria.

Los más de 19.000 aficionados que se dieron cita en el coliseo alavesista levantaron los brazos al mismo tiempo que varias tracas de fuegos artificiales pusieron color a una fría noche vitoriana que cogió temperatura en otro momento histórico de la institución vasca. Muchos de aquellos seguidores que hace 16 años eran muy jóvenes cuando el Deportivo Alavés fue protagonista junto al Liverpool en Dortmund de una de las finales más grandes que se recuerdan en la historia de la Copa de la UEFA, hoy han entonado cánticos para celebrar el pase de su equipo a su segunda final en 96 años de vida.

Entre varios de estos vítores resonaron con fuerza, entre otras canciones, el "sí, sí, sí, nos vamos a Madrid", sobre todo desde el Fondo Polideportivo, donde se encuentran las peñas de "Iraultza 1921", a las que siguieron todo el estadio, también al ritmo de las canciones que pusieron por megafonía.