Europeo de Balonmano

España tratará de sellar su pase a segunda ronda con un triunfo sobre Hungría

El conjunto español volverá a apelar a la intensidad defensiva que le permitió derrotar (26-29) a la todopoderosa Francia, la vigente campeona olímpica, mundial y continental.

Partido entre España y Francia en el europeo de balonmano
España presenta sus credenciales y vence a Francia por 26-29
AFP

La selección española de balonmano tratará de ratificar este miércoles (20.15) la excelente imagen que mostró en su debut en el Europeo con un triunfo sobre Hungría, que certificaría la clasificación matemática de los de Valero Rivera para la segunda fase de la competición.


Para ello, el conjunto español volverá a apelar a la intensidad defensiva que le permitió derrotar (26-29) a la todopoderosa Francia, la vigente campeona olímpica, mundial y continental, que hasta el lunes sólo había encajado una única derrota en los últimos cuatro años en competición oficial.


Una gesta que, sin embargo, no ha hecho perder la cordura a la selección, consciente de que un tropiezo ante los magiares, minimizaría el éxito ante los galos, además de poner en peligro una clasificación, que los españoles quieren asegurar cuanto antes.


Por eso España sigue dándole la máxima importancia al duelo con una selección húngara, que poco se parece al equipo que el combinado español derrotó con cierta comodidad tanto en el pasado Mundial de Suecia como en el Europeo de Austria 2010.


De la mano de Lajos Mocsai, el técnico que llevó al subcampeonato mundial a la selección masculina en 1986 y a la femenina en 2003, el conjunto húngaro parece haber superado definitivamente el trauma que supuso la decisión de su máxima estrella, el barcelonista Laszlo Nagy, de no volver a jugar con el equipo nacional.


Un varapalo que Hungría a resuelto a base de un intenso trabajo, que ha convertido a los magiares en uno de los equipos más complicados del panorama internacional, como demuestran su triunfos en la pasada Copa Cuatro Naciones disputada en Serbia.


Solidez que se puede ver mermada por el renqueante estado en el que acabaron el duelo contra Rusia, en el que Hungría no pudo pasar del empate (31-31) dos de sus principales figuras, el extremos Tamas Ivancsik y el pivote Szabolcs Zubai.

Especialmente complicado parece el concurso del extremo derecho del Veszprem, con problemas en la rodilla izquierda, mientras que Zubai, básico en los esquemas tanto ofensivos como defensivos de Mocsai, recayó de las molestias en la espalda que ya arrastraba desde antes del inicio del Europeo.


Una circunstancia que podría obligar al seleccionador húngaro a dar entrada en el equipo bien al extremo Attila Vadkerti, un diestro que se vería obligado a jugar en el exterior contrario, o al pivote Szabolcs Szollosi, tras inscribir tan solo quince jugadores en la primera fase en previsión de cualquier problema físico.


Bajas que se unen a la ya confirmada de otro de los grandes talentos del balonmano magiar el primera línea Mate Lekai, que puede ocupar tanto el puesto de lateral como el de central, y al que una lesión de rodilla le impidió viajar a Serbia.


Contratiempos que, sin embargo, no convierten en más sencillo al competitivo conjunto magiar, que cuenta entre sus filas con jugadores de los laterales Ferenc Ilyes y Tamas Mocsai, el experimento jugador del Flensburgo alemán.


Figuras entre las que destaca por encima de todas el central Gabor Csaszar, que parece haber adquirido la madurez suficiente para convertirse en el líder del conjunto magiar, un papel que en un futuro no muy lejano le corresponderá al jovencísimo lateral Gabor Ancsisn, al que Mocsai apenas dio oportunidades ante Rusia.


Talento ofensivo al que se une una fortaleza defensiva en la que juega un rol determinante el exjugador del Reale Ademar de León Balazs Laluska, así como la sólida pareja de porteros que conforman Nandor Fazekas y Roland Mikler.


Dos cancerberos que pondrán a prueba la inmejorable efectividad que mostraron ante Francia los jugadores de la primera línea del equipo español, que confía en que ante Hungría el pivote Julen Aginagalde sea el decisivo jugador que los colegiados y la tremenda defensa gala no le permitieron en el debut en el Europeo.