El Peñas Huesca comienza el año con la visita este domingo a la difícil cancha del Unión Financiera Baloncesto Oviedo, donde solo ha conseguido ganar esta temporada el líder Palencia. Y pese a que los oscenses llegan lanzados anímicamente por la buena racha de resultados que les han aupado a puestos de ‘play off’, el técnico Quim Costa insiste en frenar la euforia y hace un llamamiento a mantener los pies en el suelo. “Hemos ganados cuatro partidos seguidos y parece poco menos que ahora tenemos que jugar en la NBA y eso es un error tremendo”, subraya.

Costa asegura que su planteamiento sigue siendo pensar solo partido a partido. “Todo lo que sea hacer la crónica del partido antes de jugar es perjudicial, pero sé que cuesta mucho porque nos dejamos llevar por la emoción y la euforia de la gente. Lo que hay que hacer es seguir trabajando día a día para que el equipo sea cada vez mejor y luego al final ya veremos dónde estamos”. Y es que con el ambiente de optimismo que se ha generado en torno al equipo “ahora tengo que bajarles los humos porque yo quiero que sigamos creciendo para poder aspirar al máximo, pero con precaución y peligro, no precipitándonos”. Por ello, no se marca ningún objetivo para esta segunda vuelta “porque sería contraproducente”.

El técnico peñista valora que a lo largo de la temporada, pese a los altibajos en algunos cuartos, “siempre hemos luchado hasta el final, no dando ningún balón por perdido y teniendo mucha fe”. Y así se demostró en el último partido en Logroño ya que el equipo no bajó los brazos cuando iba 12 puntos abajo y logró remontar.

Quim Costa destaca el potencial del Oviedo recordando que desde que empezó la liga, se han mantenido en posiciones cómodas. “Es un equipo con varios jugadores con experiencia que saben lo que se llevan entre manos como Cabanas, Víctor Pérez o Miso, que lo han fichado hace un mes y que viene del Estudiantes, y además han tenido la habilidad de fichar a dos extranjeros de buen nivel como Trist y Swing, que de hecho es el mayor anotador de la liga. Y si a ello le unes que en su campo es muy difícil ganar, les hace muy temibles”, afirma. No obstante, confía en que sus jugadores sepan responder ante la presión de la afición local. A su juicio, la clave sigue estando en jugar los 40 minutos con mucha intensidad e imprimiendo un ritmo alto “y si tenemos la suerte de llegar al final con el partido igualado, podemos tener nuestras opciones”.

En el Peñas son duda tanto Lluis Costa como Guille Colom. “Van a llegar justitos, pero vamos a intentar que nos puedan ayudar un poco”, señala Costa, quien elogia el compromiso demostrado por el norteamericano Kris Davis para ocupar la posición de base debido a la lesión de Costa. “El otro día en Logroño asumió con toda colaboración el papel de jugar de uno para ayudar al equipo y me parece un diez por su parte. Porque aunque le está costando un poco más de la cuenta adaptarse a este baloncesto, no es normal que un jugador extranjero tenga este comportamiento sin nada egoísmo”, destaca.