Esfuerzo estéril del Casademont Zaragoza en Badalona

A baloncesto se juega con cinco jugadores, pero no solo juegan cinco jugadores. Antaño, antes de que la línea de tres aumentara las variables y enriqueciera más si cabe este precioso deporte, se podía jugar con cinco. Pero en los 80 cambió mucho la cosa. Igual que Aíto fue el primero en decir que siempre pitaban 20 faltas por equipo y que, por tanto, si se hacían 40 siempre pitaban 20 también, probablemente fuera Aíto y sus estrategias defensivas el primero en incrementar sustancialmente las plantillas, ahora llamadas róster. El Barça tenia dinero para hacerlo y él lo hizo de verdad. Después le siguieron todos en España, en la ACB. El asunto consistía en distribuir esfuerzos. La fatiga pasó a ser factor. Ahí nació el concepto segunda unidad, el segundo quintero titular. Aunque, lógicamente, no posea la misma riqueza, la misma calidad que el primer quinteto titular, conviene tener un buen segundo quinteto titular. Así se asegura la continuidad, el rendimiento, durante los 40 minutos. El careo entre el Joventut y el Casademont respondió a la argumentación anterior. La Penya ganó por 11 puntos (95-84), pero la segunda unidad verdinegra anotó 18 puntos más que la aragonesa: 39 puntos facturó el banquillo local por solo 21 el visitante. Desde la estadística, así se resumió sintéticamente el encuentro. Para más inri, los 21 puntos del banquillo del Casademont los anotaron entre solo dos jugadores: Gielo (13) y Mencía (8). Y Gielo no dijo presente hasta el último cuarto, cuando comenzó a enchufarlas de tres. El rol de Mencía, pese a los ocho puntos fabricados ayer, todos sabemos cuál es… Ciertamente, con apenas cinco jugadores, no se puede jugar a baloncesto en 2024. Se juega con cinco, pero es imposible competir solo con cinco, aunque se dejen la vida los cinco. El esfuerzo estéril de Badalona queda como indicador diáfano. Pero, así, solo con cinco, no se puede ganar en Badalona ni en ninguna parte.

El Joventut ha mejorado sensiblemente desde que visitó mermadísimo Zaragoza el pasado 28 de octubre (113-83). Ha fichado por dentro (Cook) y ha fichado por fuera (Evans). Vuelve a ser un gran equipo. Evans mezcla bien con el dominicano Andrés Feliz. Su posición de base, igual en la creación que en la anotación, es de lo mejorcito de la ACB. Más o menos, como si el Valencia no nos hubiera birlado a Jovic. Entre Bell y entre Haynes hay un guion. Una pena que no sean dos, y dos iguales. Bell-Haynes, como bien saben, llevan guion y es el apellido de un solo hombre: el sensacional base Trae Bell-Haynes. Pero, dicho está, a este juego se rota desde hace décadas. En Badalona hizo lo que pudo Bell-Haynes, que fue mucho: anotó 25 puntos, pero tuvo que estar 35 minutos en pista. Y es imposible defender 35 minutos a máximo nivel. El perímetro de la Penya leyó bien esta carencia concreta aragonesa, leyó magníficamente el partido, y abrió una brecha sustancial ya al descanso (50-38) cosiendo a triples al Casademont. El diferencial es prácticamente igual al marcador final (95-84). Curiosamente, los 12 puntos de ventaja al descanso constituían la diferencia entre los siete triples logrados por el Joventut frente a los solo tres facturados por el Casademont en los primeros 20 minutos.

Desbrozado el camino por la Penya, el Casademont se dejó la vida para intentar regresar. Apuró en el tercer cuarto. Incluso se puso a cuatro (56-52). Pero Brodziansky, un interior con mano de santo desde el triple, y Evans, otro triplista consumado, devolvieron la distancia de seguridad de 10 puntos a la Penya frente a un Casademont con más casta que energía real. Aún lo volvió a intentar el cuadro aragonés desde el triple en el cuarto final, con un Gielo que no cuenta demasiado para Fisac pero que ayer contó y mucho en el marcador. Tomic abrochó la victoria desde el tiro libre en el punto que elevaba a 6.000 puntos su facturación en la ACB. En activo, solo Llull y sus mandarinas y Marcelinho Huertas le superan. Para acabar, otro dato elocuente de Bell-Haynes: con cinco rebotes, fue el segundo máximo reboteador del Casademont, solo superado por Sulejmanovic (7). Con menos de ‘metro noventa’, segundo máximo anotador... ¿Y el resto? En Babia. Solo 29 rebotes capturó el Casademont (cinco en ataque), por 47 (14 en ataque, ¡14 segundas opciones...!) la Penya. Por allí también perdimos el partido que retrata el estado carencial del colectivo que gestiona Profirio Fisac.

Ficha técnica: 

Joventut Badalona (24+26+17+28): Feliz (16), Andrews (9), Busquets (6), Brodziansky (20), Tomic (7) -cinco inicial-; Evans (8), Kraag (3), Ribas (17), Prey (-), Rodríguez (2), Ruzic (-) y Cook (7).

Casademont Zaragoza (17+21+17+29): Bell-Haynes (25), McFadden (3), Yusta (11), Sulejmanovic (11), Watt (13) -cinco inicial-; Langarita (-), González (-), Mencía (8), Kravic (-), Gielo (13) y Traoré (-).

Árbitros: Emilio Pérez Pizarro, Arnau Padrós Feliu y Cristóbal Sánchez Cutillas. Sin eliminados.

Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 18 de la Liga Endesa de baloncesto disputado en el Palau Municipal d'Esports de Badalona ante 5.132 espectadores.

El Casademont Zaragoza lo intentó hasta el final este sábado en Badalona. Sin embargo, muy mermado por las bajas, el equipo aragonés terminó perdiendo 95-84 frente al Joventut, que llegaba a la cita en una mala dinámica de tres derrotas consecutivas.

Bell-Haynes, con 25 puntos, 5 rebotes, 4 asistencias y 26 créditos de valoración, volvió a ser el mejor en el Casademont Zaragoza. Pero la aportación del base resultó insuficiente para conseguir la novena victoria de la temporada en la Liga Endesa.