baloncesto

Carlos Cantero: "Nada me hace más feliz que la ilusión del Casademont"

El joven entrenador madrileño abandera al poder emergente del baloncesto femenino español

Carlos Cantero, con los aperos de trabajo.
Carlos Cantero, con los aperos de trabajo.
Francisco Jiménez

¿Cuánto hacía que no tenía cuatro días de fiesta?

No son cuatro, son tres. El día 27 ya tenemos que entrenar por la mañana.

Pues tres.

Mucho tiempo, mucho.

¿Qué va a hacer estos tres días?

Lo que no puedo hacer a lo largo del año. Me voy a Madrid para estar con mi familia, con mis padres. Y también, con la familia de mi novia. Me caso en junio...

¡Primicia!

Ya llevamos un tiempo juntos, o todo lo juntos que permite el baloncesto de élite. Ha llegado el tiempo de casarme.

El chico de Vallecas se nos casa. De Vallecas, como Míchel, el entrenador del sorprendente Girona de fútbol…

Así es. Buena historia esa del Girona, allí arriba con los grandes, con el Madrid, con el Barça.

Igual que el Casademont.

Ahí estamos también.

¿La gente es consciente de este verdadero milagro? Acaban de meter 9.000 personas en el pabellón. Esto es una barbaridad.

No tengo palabras para agradecer tanto cariño, tanto apoyo. Me emociona esta gente, me emociona Zaragoza.

¿Sienten la energía que emana de la grada?

Claro. Es una pasada. Y nos ayuda muchísimo. Hemos levantado partidos en los que perdíamos por 20 puntos en la Euroliga ante equipazos por eso, por el público y por la casta del equipo, porque no nos rendimos nunca.

Nueve mil espectadores, decía. Ni la selección española…

Es un activo esencial en un equipo que hemos logrado que sea de todos. Ustedes, desde los medios, también están ayudando mucho. Todo nació desde un proyecto que creó Casademont Zaragoza. Pienso que se están haciendo las cosas bien. Los resultados son el reflejo de ese gran esfuerzo colectivo. Y nada me hace más feliz que esta ilusión colectiva del Casademont.

Señor Cantero, no sé si sabe que ha pasado a ser un personaje público en Zaragoza.

Me estoy enterando, sí… Es cierto que en los otros equipos, en otras ciudades que he entrenado, pasaba un poco desapercibido. Alguna vez me decían algo en Lugo, igual que cuando estuve en Sopron, en Hungría. Pero es que en Zaragoza es increíble: me paran por la calle, me piden fotos, es increíble.

¿Y en Ekaterimburgo?

Allí lo que destacaría es que en estas fechas navideñas estaríamos a 20 o 25 grados bajo cero (sonríe).

Entrenar a miles y miles de kilómetros. Desde luego, se lo ha currado…

Cuando algo se quiere…

Ahora está, y están, en boca de todo el mundo. Hasta el Barça quiere copiar del modelo del Casademont femenino…

No conocía ese dato, pero ya le dije que vine a Zaragoza por la seriedad del proyecto que se me presentó.

Como los resultados sigan así, no sé si dentro de un año nos veremos para Navidad en el mismo sitio…

Mi preferencia sigue siendo Zaragoza. Estoy bien aquí. Hemos creado una ilusión, y eso es algo maravilloso.

¿Ve capaz a su equipo se subirse otra vez al balcón del Ayuntamiento?

Le voy a contar una cosa que me pasó con mi novia que creo que fue premonitoria…

Ese barrunte me intriga. Cuente, cuente, por favor.

Fue nada más llegar a Zaragoza. Estábamos paseando por la plaza del Pilar y le señalé el balcón de Ayuntamiento. Le dije que la plaza se ponía reventar, que era algo precioso. Y mire, al año siguiente, ahí estaba el Casademont femenino en el pregón del Pilar.

Ese título copero…

Nunca es bueno obsesionarse. Vamos a seguir trabajando con la misma profesionalidad, con la misma motivación. Vamos a disfrutar trabajando. Y si ganamos, ni le cuento...

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión