baloncesto

El Casademont Zaragoza, un equipo todavía en construcción

El equipo aragonés sufrió numerosas desventuras durante la pretemporada que lastraron su preparación. Acumula nueve partidos en un mes entre la Liga Endesa y la competición europea. 

Porfirio Fisac, entrenador del Casademont Zaragoza.
Porfirio Fisac, entrenador del Casademont Zaragoza.
Toni Galán

El Casademont no reacciona. Transcurridas seis jornadas de la Liga Endesa, el cuadro aragonés sigue sin encontrar el camino correcto, y ya se alinea en el último puesto de la clasificación. Aunque ofreció notas ilusionantes ante el Unicaja de Málaga (100-92), en el segundo partido de la competición regular, su juego ha protagonizado una sorprendente involución conforme avanza la temporada: ahora es un equipo frágil, voluble, sin continuidad, con una irregularidad manifiesta en los dos lados de la pista. La derrota del pasado domingo en Granada (78-70), frente al por entonces colista de la categoría –los andaluces no habían sumado ni un solo triunfo en sus cinco primeros compromisos– , resultó especialmente dolorosa por la imagen exhibida ante uno de los conjuntos más accesibles del torneo.

El Casademont fue casi siempre a remolque, sometido por un rival más equilibrado, más intenso y más seguro de sus fuerzas. El conjunto zaragozano no supo frenar ni a Thomasson (25 tantos) ni a Cheatham (23), y además tampoco encontró respuestas en sus acciones de ataque. Finalizó la contienda con 70 puntos anotados, la mayoría por el talento individual de Jahlil Okafor (17). A falta de una propuesta colectiva solvente, fue el pívot quien sostuvo por momentos a los aragoneses.

Porfirio Fisac tiene trabajo por delante. El Casademont es un bloque aún por construir, muy alejado de su mejor versión, víctima de una pretemporada atípica, de incertidumbres, de continuas desventuras y fatalidades. Después de un mes de competición, la plantilla sigue necesitando tiempo para adquirir rutinas y automatismos, y para asimilar correctamente el ideario del entrenador. 

Sin embargo, deberá ajustar todas sus piezas mientras compite, porque el calendario no ofrece tregua ni en el torneo doméstico ni en el campeonato continental: hasta nueve encuentros acumula el cuadro zaragozano en los primeros 30 días de la temporada, lo que ha supuesto una rémora considerable para la condición física de la plantilla y la adecuada preparación de los partidos.

"Hay muchas cosas que nos están afectando para no estar en nuestro mejor momento", confesó el entrenador de los aragoneses, Porfirio Fisac, tras la derrota del pasado domingo en Granada. "El cansancio influye, aunque lo que más daño nos ha hecho ha sido la no pretemporada. A mediados de septiembre hemos tenido que incorporar a tres jugadores, y esto es un hándicap. Todo nos está costando más tiempo", añadió el técnico, quien recordó que jugar doble competición conlleva "un desgaste y un peaje".

En este sentido, el Casademont viene soportando numerosos percances desde el verano. Leo Meindl y Jordan Morgan, dos de sus nuevas contrataciones, se marcharon sin ni siquiera haber debutado, tras haber ejecutados la opción de salida que contemplaban sus respectivos contratos. La plantilla también perdió a Stefan Jovic, la pieza angular de su proyecto deportivo, al abonar el Valencia la cláusula de rescisión del jugador cuando sólo faltaban cinco días para el inicio de la competición oficial. Además, se lesionó de gravedad Borisa Simanic, con la selección de Serbia, durante su participación en el Mundial, y todavía no hay un plazo establecido para su regreso a las pistas.

Asimismo, Fisac no dispuso de ninguno de sus bases durante la fase de preparación. Bell-Haynes participó en el Mundial con la selección canadiense, y además se lesionó en la segunda jornada de la Liga Endesa –se recuperó recientemente de una distensión en el hombro–; mientras que Andrea Cinciarini fue fichado el 18 de septiembre, una vez confirmada la salida de Stefan Jovic. Yen el juego interior, el pívot Mitchell Watt se incorporó la plantilla el 10 de octubre, por lo que aún se halla inmerso en pleno periodo de adaptación.

Sin tregua

Mientras tanto, no ha habido respiro para el cuadro aragonés, que además de acumular partidos se ha enfrentado con oponentes de enjundia. Inició la Liga Endesa en la pista del Real Madrid, el 24 de septiembre (101-70), y ganó al Unicaja, tres días más tarde (100-92), en el pabellón Príncipe Felie. Posteriormente jugó dos encuentros en Östersund (Suecia), correspondientes a la fase previa de la FIBA Europe Cup: derrotó primero al Pardubice (94-88), conjunto de la República Checa, el 3 de octubre, y luego batió al Jamtland, el equipo anfitrión (65-81), 48 horas más tarde. Dos días después, el Casademont cayó en Manresa (81-75) con evidentes síntomas de cansancio.

Además, el equipo aragonés cedió con el Monbus Obradoiro, en Santiago de Compostela (80-72), el 11 de octubre; claudicó contra el Baskonia, el día 15, en el pabellón Príncipe Felipe (80-85); venció en Italia, en la pista del Brindisi (87-91), tres días más tarde, en un duelo que necesitó de una prórroga para resolverse; y dobló la rodilla en Granada, el pasado domingo (78-70). Ahora le aguarda el Joventut de Badalona, el próximo sábado, en otro duelo de altura.

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