El Casademont sigue en una situación de máximo riesgo: cuatro victorias en 15 partidos retratan el recorrido de un bloque vacilante y quebradizo, con un importante déficit anotador (76,1 puntos por partido), y al que además le aguardan ahora dos citas de muy mal pronóstico: se medirá este sábado con el Lenovo Tenerife (20.45, Movistar+), uno de los conjuntos más rutilantes de la Liga Endesa; y cerrará la primera vuelta en Valencia, el próximo fin de semana, en uno de los escenarios más exigentes del panorama continental.

Por presupuesto, potencial y profundidad de banquillo, el conjunto insular ya representa un obstáculo de enjundia, prácticamente inabordable, para la escuadra zaragozana; pero el reto eleva su dificultad con las ausencias de Dino Radoncic y Christian Mekowulu, que reducen aún más los recursos del equipo en el juego interior. El montenegrino se recupera de la fractura de dos huesos metacarpianos en la mano izquierda, y ya no pudo actuar en los compromisos ante el Barcelona, el Río Breogán y el Manresa. Permanecerá, al menos, hasta finales de marzo sin jugar. También es baja de larga duración el pívot Christian Mekowulu, quien fue operado el pasado jueves de una fractura de escafoides.

Además, el base Stefan Jovic arrastra un edema en la espalda que apenas le ha permitido entrenarse en las dos últimas semanas. El serbio solo pudo participar ocho minutos el pasado fin de semana, en el partido ante el Manresa, y si hoy salta a la pista lo hará muy mermado físicamente. Por su parte, Borisa Simanic y Justinian Jessup vienen trabajando al margen del grupo, debido a una gastroenteritis, por lo que tampoco estarán en plenitud de condiciones ante los tinerfeños.

Pese a sus carencias y sus inseguridades, los zaragozanos acuden al careo rearmados anímicamente tras el triunfo capturado en Manresa (65-72), en la jornada anterior, frente al antepenúltimo clasificado. Entonces, el cuadro aragonés completó un primer tiempo deficiente –otro más–, pero al menos se sobrepuso tras el descanso para, además de conquistar la victoria, asestar un puñalada muy perniciosa a un rival directo en la lucha por la salvación.

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Hoy, sin embargo, le sobreviene un adversario de mucha más enjundia, poco dado a las concesiones. El Tenerife ocupa actualmente la cuarta posición de la tabla, con un balance de 11 triunfos y 4 derrotas en los 15 encuentros disputados. Inició el curso con mano firme, con una capacidad competitiva admirable, y se impuso en nueve de sus 10 primeros partidos. Solamente el Barcelona, en el Palau Blaugrana –y con un sufrimiento considerable (67-65)– fue capaz de doblegar la resistencia de los insulares en el primer tercio de la competición regular. En este sentido, el equipo de Txus Vidorreta arrolló al Manresa (70-89), en la jornada inaugural, y después superó a Girona (76-67), Baskonia (79-85), Obradoiro (86-67), Gran Canaria (70-86), Bilbao Basket (73-57), Valencia (94-78), Breogán (61-86) y Fuenlabrada (97-72), en la mayoría de las ocasiones con una autoridad manifiesta.

Eso sí, el Tenerife ha claudicado en tres de sus últimos cinco compromisos:#dobló la rodilla en sus desplazamientos a Badalona (78-69) y Murcia (85-64), y cayó también en casa ante el Real Madrid (67-80). Mientras, superó con amplitud al Granada (98-66) y batió al Unicaja de Málaga (91-84), en su actuación más reciente, impulsado por la productividad de Shermadini, Jaime Fernández y Marcelinho Huertas.

El pívot georgiano alcanzó entonces los 36 créditos de valoración, después de facturar 25 puntos, 7 rebotes, 2 asistencias y 2 recuperaciones de balón en media hora de juego, y de haber generado hasta 8 faltas personales en sus adversarios; el español sumó 23 tantos, con una efectividad máxima en los lanzamientos triples (3 de 3) y desde la línea de personal (12 de 12); y el brasileño anotó 13 puntos y repartió 8 asistencias, tras ofrecer otro curso maravilloso de baloncesto.

Tras la celebración de 15 jornadas, el Tenerife es el equipo menos batido de la competición, con 72 tantos encajados por choque, lo que supone una ventaja considerable ante la impericia ofensiva de los zaragozanos. Además, se trata del conjunto más fiable en los tiros libres, con una eficiencia del 80,4%, y también presenta el cuarto mejor porcentaje de acierto en los tiros de 2 (55,4%), y el quinto en los lanzamientos triples (36,7). Es, a priori, una batalla desigual.