San Pablo Burgos-Casademont Zaragoza: necesidad o victoria
Dragan Sakota se estrena al frente del Casademont visitando la pista del San Pablo Burgos, penúltimo clasificado.
A pesar de que todavía restan diez jornadas para finalizar la fase regular, el Casademont Zaragoza afronta este sábado un partido trascendental. El conjunto aragonés visita la pista del San Pablo Burgos (18.00/Movistar Deportes) con la imperiosa necesidad de capturar un triunfo que le permita reconducir su irregular rumbo en la competición y, además, abrir una importante brecha con los puestos de descenso.
Antepenúltimo clasificado, con un balance de ocho triunfos y dieciséis derrotas, el equipo del inédito Dragan Sakota, que debutará al frente del banquillo visitante, se ve las caras con un rival directo por salvar la categoría, que actualmente, con solo un triunfo menos que los zaragozanos, ocupa una de las dos plazas con billete a LEB Oro.
El estreno del veterano técnico balcánico es uno de los principales atractivos del encuentro. Tras finalizar la gris etapa de Jaume Ponsarnau, el entrenador serbio ha aterrizado en el Príncipe Felipe con un discurso ambicioso y práctico, donde la victoria esté siempre por encima de cualquier otro factor.
"El equipo no está en una buena situación y lo que busco es una reacción. Soy consciente de que la plantilla puede hacerlo mejor", aseguró con convicción el preparador durante su puesta de largo. Su nueva hoja de ruta se basará en un baloncesto rápido, inteligente y agresivo, donde todos los jugadores aporten el máximo rendimiento "tanto en ataque como en defensa".
Pero la de Sakota no es la única novedad en la expedición del Casademont Zaragoza. El vital encuentro de Burgos también será la carta de presentación de la última incorporación aragonesa: Sean Kilpatrick. El escolta, de 32 años y con más de 150 participaciones en la NBA, está llamado a ser un hombre de gran relevancia en el futuro más inmediato del cuadro zaragozano.
A pesar del escaso periodo de adaptación a su nuevo equipo, el estadounidense ha manifestado su voluntad de contar con minutos esta tarde en Burgos. "Es lo que deseo hacer, siempre que el cuerpo técnico lo crea conveniente. Intentaré, sobre todo, darle puntos al equipo, aunque he venido con la intención de ayudar en cualquier aspecto que se me necesite", desveló el jugador, que aseguró estar "al cien por cien" en el apartado físico.
Un cambio de dinámica
El Casademont Zaragoza llega al choque de esta tarde con el propósito de revertir la peligrosa y negativa tendencia de seis derrotas en las últimas siete jornadas, cuatro de ellas de manera consecutiva. A pesar de la buena imagen ofrecida en el último compromiso frente al Valencia Basket, uno de los equipos más imponentes de la competición, los aragoneses cayeron en el tramo final por solo dos puntos (81-79). Anteriormente, también fueron sobrepasados contra Tenerife (62-77), Gran Canaria (76-86), Baxi Manresa (94-73), Fuenlabrada (77-55) y Real Madrid (94-69). Hay que remontarse a la visita de Unicaja al Príncipe Felipe para encontrar el único triunfo aragonés en las últimas siete fechas de campeonato (93-82).
‘Basketaverage’ en contra
Una derrota este sábado en Burgos situaría al equipo de Dragan Sakota en una situación de máximo riesgo. El cuadro castellanoleonés, que encadena dos derrotas consecutivas -frente al Real Madrid y al Tenerife- registra una victoria menos que los aragoneses, pero también ha disputado un encuentro menos. Además, cuenta con el ‘basketaverage’ a su favor, después del contundente triunfo cosechado en el encuentro de la primera vuelta en el Príncipe Felipe (54-75).
A excepción del base Ali Nikolic, que continúa inmerso en un proceso individual para recuperarse de sus problemas de cadera, el técnico local, Paco Olmos, contará con toda su plantilla disponible para recibir al Casademont. "Siempre que hay un cambio de entrenador pasan cosas. Tenemos que estar atentos a ver qué cambian, si la rotación es diferente y si algún jugador modifica su rol", advirtió el preparador castellano.
