baloncesto

Zaragoza, en la carrera de Pau Gasol

Nunca pudo enfrentarse Pau Gasol a ninguna de las versiones del Basket Zaragoza, pero sí pudo empaparse de la intensidad y el conocimiento de la afición aragonesa en sus pasos con la selección española por el Príncipe Felipe, donde impartió en 2003 un clinic para chavales junto a Rodrigo San Miguel 

Pau Gasol anunció este martes su retirada de la Selección -también su hermano Marc- tras la derrota contra Estados Unidos en los cuartos de final de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Repasamos, en imágenes, las ocasiones en las que el pívot, elegido miembro del COI, vistió la camiseta de España en el Príncipe Felipe de Zaragoza.
Pau Gasol anunció este martes su retirada de la Selección -también su hermano Marc- tras la derrota contra Estados Unidos en los cuartos de final de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Repasamos, en imágenes, las ocasiones en las que el pívot, elegido miembro del COI, vistió la camiseta de España en el Príncipe Felipe de Zaragoza.
E.Casas/A.Navarro/A.Alcorta

Pau Gasol, el mejor jugador de baloncesto de la historia de España y uno de sus deportistas más legendarios, abre la puerta del adiós, en una rueda de prensa programada para esta tarde y en la que se espera, es muy probable, que anuncie su retirada. Lo hará el día en el que el Casademont Zaragoza visita al Barcelona, su último club, precisamente el rival ante el que el 13 de marzo se sentó en el banquillo recién regresado a la ACB aunque no disputó ningún minuto.

Gasol, de 41 años, nunca se ha enfrentado a ninguna de las versiones de Basket Zaragoza. El jugador más relevante de la historia del baloncesto español no se ha cruzado nunca con uno de los equipos de afición con mayor solera, tradición y número del país en uno de esos requiebros del destino.

Cuando Pau fue elegido en el draft de la NBA y emprendió la aventura americana en septiembre de 2001, el baloncesto profesional de alto nivel estaba arrasado en Zaragoza. Por entonces, la recuperación de un proyecto zaragozano se encontraba en un estado larvario que culminaría meses después, en 2002, con el florecimiento del Basket Zaragoza como heredero natural y depositario de la tradición del viejo CAI. Mientras durante 20 años ese proyecto crecía, picaba la piedra del ansiado retorno a la ACB y volvía a asentarse en la cima, Pau Gasol trufaba su trayectoria de éxitos en la NBA (dos anillos, presencias en el All Star, paso por clubes míticos como Los Ángeles Lakers o Chicago Bulls…) y con la selección española (Mundial, medallas olímpicas, Europeos…).

Cuando la pasada primavera su amigo Juan Carlos Navarro, responsable técnico de la sección de baloncesto, lo convenció de que aprovechara el final de temporada del Barcelona para ponerse a punto de cara a los Juegos de Tokio tras dos años a medio gas por las lesiones; tampoco el Casademont pudo disfrutarlo como rival. El 13 de marzo, Pau se sentó en el banquillo azulgrana, pero aún no saltaría a la cancha, regreso que se produciría días después.

Gracias a su compromiso con el combinado nacional, Pau Gasol sí pudo jugar partidos de preparación en Zaragoza, en el Príncipe Felipe, como en los veranos de 2008, 2009, 2015 y 2016. Fue a través de la selección como el pívot conoció la atmósfera del célebre pabellón y apreció el calor y la cultura de baloncesto del aficionado zaragozano. Siempre muy solicitado, servicial y atento, dispuesto a fotografiarse y firmarle el autógrafo a quien precisara. En 2008, en la preparación de los Juegos de Pekín, Pau Gasol y sus compañeros se midieron a Hungría, en un partido en el que la estrella española encestó 32 puntos y capturó 11 rebotes. El verano siguiente, estuvo presente pero lesionado en el Torneo Internacional de Zaragoza contra las selecciones de Israel y Polonia. En 2015, Pau Gasol regresó a la capital aragonesa para jugar el amistoso de preparación del Eurobasket de Alemania que sirvió de partido homenaje a HERALDO DE ARAGÓN por su 120 aniversario. Ante 11.000 espectadores, la España de Pau se impuso a la República Checa por 81-68. Volvería un año después, rumbo a los Juegos de Río, en un enfrentamiento contra Costa de Marfil (100-61).

Sin embargo, la primer vez que Pau Gasol se marcó unas canastas en el Príncipe Felipe más que para jugar al baloncesto fue para enseñarlo. Concluida su segunda temporada en la NBA; en junio de 2003, el jugador, aún imberbe y escurrido, impartió un clínic a un grupo de chicos y chicas zaragozanos. Un día inolvidable para muchos. A Pau Gasol, le escoltó un ídolo local, un hijo pródigo como él, Rodrigo San Miguel. El base zaragozano acompañó al pívot catalán. Más de 18 años después de aquella jornada de lecciones, Rodrigo será testigo de excepción de cómo el Casademont Zaragoza despide al mejor rival que pudo tener, pero contra el que nunca se enfrentó.

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