El Tecnyconta asusta al Madrid

El equipo aragonés completa su mejor actuación de la temporada, pero pierde en la pista del campeón de Europa (98-96) con una canasta de Randolph sobre la bocina.

El Tecnyconta asusta al Madrid
El Tecnyconta asusta al Madrid
Efe

El Madrid no ofrece tregua, no admite ni una sola concesión. El Tecnyconta Zaragoza completó un partido sobresaliente, especialmente en la faceta ofensiva, pero su desempeño se quedó sin recompensa en uno de los escenarios más exigentes del panorama continental. Fue una cita de altura que el equipo local, permanentemente contestado, resolvió en los compases finales con una dificultad extrema y, en ocasiones, con una vergonzante ayuda arbitral. Los blancos tuvieron que emplearse al máximo para conquistar la victoria.

Cualquier distracción, por muy pequeña que fuera, le hubiera condenado irremediablemente a la derrota. Ganaron los de Pablo Laso por la inmensidad de su talento, por su gigantesco acierto en ataque, por su mayor amplitud de banquillo y por su mayor fiabilidad en los momentos de fragor; pero finalizaron el choque exhaustos, tras ser obligados a un desgaste superior. También contribuyó al triunfo el diferente criterio de los colegiados, quienes, en los instantes decisivos, castigaron a los visitantes con personales insignificantes, al mismo tiempo que ignoraban acciones idénticas en el otro lado de la pista. Los blancos finalizaron el choque con 12 faltas cometidas, además de lanzar 17 tiros libres más que los zaragozanos.

Pese a todo, el duelo se resolvió en el último suspiro. A 9 segundos del final, la contienda estaba igualada tras un certero triple de Seibutis y una posterior penetración de Okoye. Sin embargo, los blancos anotaron después (98-96), con un suspense de película, con un palmeo de Randolph sobre la bocina. En esta ocasión, el baloncesto decidió no ser justo con los zaragozanos.

El equipo aragonés, muy seguro de sus fuerzas, ya protagonizó un inicio espectacular en el aspecto ofensivo. Su mejor actuación en ataque, con una perfecta ejecución del bloqueo, que enseguida le aportó réditos en el marcador. A los seis minutos de juego, los zaragozanos ya habían facturado 21 puntos, con un acierto muy elevado en sus lanzamientos (3 de 5 en triples y 9 de 12 en los tiros de campo), y gobernaba el duelo con una renta de ocho puntos (13-21) gracias a a productividad de Seibutis, Okoye y Nacho Martín.

Era un choque trepidante, intenso, exigente, apasionante, con dos equipos exhibiendo numerosos argumentos en cada una de sus acciones. Una batalla sin respiro, brillante por momentos, que se prolongó hasta el final del primer acto. El Real Madrid se agarró al acierto exterior de Causeur (11 tantos), y al desempeño de Ayón en la pintura (8 puntos, 4 rebotes), para recortar distancias (18-21), pero el Tecnyconta no se desencajó. Al contrario, siguió encontrando el aro con suma facilidad, y respondió con dos acciones consecutivas de Jonathan Barreiro. Sin embargo, el conjunto blanco también azotaba desde todas las posiciones de la pista. Sufría para contener a su rival, pero se trata del máximo anotador de la Liga Endesa; y enseguida recuperó el pulso con sus certeros lanzamientos desde el perímetro, lo que le permitió igualar la contienda justo al cierre del primer cuarto (31-31), tras castigar una pérdida de balón de McCalebb.

La intensidad se mantuvo después, pese las rotaciones, con dos conjuntos ofreciendo grandes atractivos para el espectador. Pero el Tecnyconta se había fortalecido atrás, al mismo tiempo que mantenía su pericia y determinación en sus acciones de ataque. Un triple de Carlos Alocén, seguido de dos rebotes ofensivos -y sus correspondientes canastas- de Nemanja Radovic, aumentaron la ventaja de los aragoneses hasta los siete puntos, al cuarto de hora de partido (39-46). El técnico de los locales, Pablo Laso, tuvo que detener el encuentro para corregir los desequilibrios de su equipo en las labores de contención. Tras el tiempo muerto, el Madrid reaccionó. El cuadro aragonés llegó a situarse a 9 tantos, poco después, con otra acción de Radovic en la pintura (39-48); pero dilapidó su renta con demasiada prontitud: el equipo blanco elevó su intensidad defensiva, favorecido en ocasiones por la permisividad arbitral, y firmó un parcial de 9-0 en apenas un minuto y medio. Posteriormente, Sergio Llull cerró el segundo acto con un lejano triple, tras una gran acción colectiva, que dejaba por delante a los madridistas en el intermedio (53-52).

Al descanso, el Tecnyconta presentaba guarismos muy positivos en la faceta ofensiva, con un 60% de acierto en los tiros de 2 (15 de 25) y un 50% de efectividad en sus lanzamientos triples (6 de 12). Pero los aragoneses, que habían completado la mejor primera mitad de la temporada, ni siquiera con esos registros gobernaban el marcador; un fiel reflejo de la dificultad de sorprender a los locales. Al menos, el equipo de Porfirio Fisac seguía optando decididamente a la victoria.

En la segunda parte, el Madrid mejoró sus prestaciones defensivas. La anotación se redujo drásticamente, pero el Tecnyconta mantuvo el tipo con solvencia y oficio, sin desencajarse ante las permanentes acometidas de su rival. Los locales edificaron una renta de cuatro puntos a los tres minutos de la reanudación (58-54), pero los zaragozanos igualaron la contienda poco después con dos tiros libres de Okoye y una canasta de Fran Vázquez (60-60). Los visitantes seguían sin ceder. Y eso que, por momentos, eran castigados con faltas muy rigurosas -incluida una técnica a Nacho Martín-, lo que permitió que el Madrid aumentara su presencia en la línea de personal. Pese a todos los obstáculos, el cuadro de Fisac alcanzó la media hora con sus ambiciones intactas (76-74), y con Carlos Alocén exhibiendo su personalidad y su talento en cada una de sus intervenciones, y con Nacho Martín y Seibutis aportando en todos los órdenes del juego.

En el tramo definitivo, aunque el Madrid amenazó con distanciarse en el marcador, el Tecnyconta respondió con firmeza. Un triple de Okoye situó a los zaragozanos a un solo punto (80-79), a ocho minutos de la conclusión, y el propio jugador nigeriano igualó la contienda poco después, en una gran acción personal, con una canasta bajo los aros (83-83). Los blancos percutían desde la línea de personal; pero los visitantes, que por entonces también tenían que lidiar con el diferente criterio de los colegiados -siempre favorable a los locales-, se resistían a bajar los brazos en un escenario hostil. A cuatro minutos del final, el Tecnyconta adquirió una ventaja de cuatro puntos (85-89) después de un contragolpe de Seibutis, lo que conllevó un nuevo tiempo de Pablo Laso. Sin embargo, el Madrid empató con dos acciones rápidas, primero de Yusta y luego de Rudy (89-89).

A partir de ahí, el equipo madridista se manejó con seguridad, aunque el Tecnyconta jamás se descompuso. Incluso igualó el partido a falta de nueve segundos. Pero Randolph, en el último suspiro, inclinó el duelo a favor de los locales con un palmeo sobre la bocina. Aunque no hubo recompensa, el equipo aragonés completó una actuación estelar en Madrid, asustando al actual campeón. Y su rendimiento, de rango mayor, muy por encima de las expectativas generadas, retrata la solidez de su proyecto.

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