El Tecnyconta más vulnerable cae en Manresa

El equipo aragonés completa su peor actuación de la temporada y pierde con amplitud en Manresa (94-73)

McCalebb, con el balón.
McCalebb, con el balón.
Efe

El Tecnyconta compareció con dudas en Manresa, con su silueta desfigurada, y lo acabó pagando con una justa derrota (94-73). El Nou Congost no admite distracciones, castiga con saña cualquier desatención. Se trata de un escenario exigente, de reducidas dimensiones, con la pista muy próxima a la grada y donde la afición, muy entusiasta, está habituada a ejercer una gran influencia en el rival y en los colegiados. Además, pese a su condición de recién ascendido, el conjunto catalán es un bloque enérgico, tenaz y experimentado, siempre presto al combate, que presenta una notable resistencia a la derrota. Por algo habita en la parte alta de la clasificación, con siete victorias en las 12 primeras jornadas.

Pero el cuadro aragonés nunca supo interpretar la contienda. Al contrario, completó su peor actuación de toda la temporada, sobre todo por sus gigantescos desajustes en las labores de contención, y acabó el partido abatido y desencantado, con sensaciones muy negativas en su juego. Encajó 34 puntos en el primer acto, y ello condicionó el posterior desarrollo del choque. Obligado a un desgaste superior, siempre a remolque, el Tecnyconta careció de fuerza y convicción. Por momentos llegó a situarse a sólo cuatro puntos de su rival, pero nunca pareció capaz de culminar la remontada. El Manresa jamás se descompuso, liderado por la capacidad anotadora de Renfroe y Lundberg, y se impuso con tanta claridad que jugó el último cuarto cuarto de hora con una comodidad imprevista.

De inicio, ambos equipos impusieron un ritmo trepidante, sin apenas tregua, del que salieron favorecidos los locales. El Tecnyconta inauguró el marcador con un certero triple de McCalebb, pero los catalanes reaccionaron con prontitud, en gran medida por los continuos desajustes defensivos de los zaragozanos. De hecho, el Manresa sumó 15 puntos en los cuatro primeros minutos de la contienda (15-9), un diáfano indicador de la escasa presión ejercida por los aragoneses en los compases iniciales del duelo.

En el ecuador del primer acto, el equipo de Joan Peñarroya había adquirido una renta de 9 puntos (20-11), tras un triple liberado de Pere Tomás. El entrenador visitante, Porfirio Fisac, enseguida tuvo que detener el partido por los importantes desequilibrios que presentaba su equipo atrás. Pero el cuadro aragonés no mejoró tras el tiempo muerto, ni tampoco con las primeras rotaciones. Dos nuevos triples de los locales, primero de Lundberg y luego de Renfroe, ampliaron la distancia del Manresa (28-15) sin excesiva oposición. El Tecnyconya, atacado por la angustia, pareció reaccionar con cinco puntos de Berhanemeskel y otro cinco de Nacho Martín. Sin embargo, Toolson cerró el primer cuarto con otro lanzamiento liberado desde el perímetro, retratando la escasa pericia de los visitantes en las labores de contención. El equipo zaragozano encajó 34 puntos (34-23) en los 10 primeros minutos de la contienda. Se desangraba por la defensa, víctima de su indolencia, sus continuas desatenciones y su falta de actividad.

En el segundo acto, el Tecnyconta por fin se fortaleció atrás, lo que detuvo la elevada anotación de su adversario. Pese a presentar un desatino sorprendente desde la línea de personal -Barreiro falló sus cuatro tiros libres-, los aragoneses redujeron su desventaja a los siete puntos (37-30), al filo del cuarto de hora, tras una canasta de Radovic asistida por McCalebb. El Manresa volvió a distanciarse, impulsado por la productividad de Lundberg, pero los visitantes de nuevo se agarraron al partido con cinco puntos seguidos de Marc Martí y dos tiros libres de Stan Okoye (43-39). Con sus intermitencias, con sus altibajos, con su manifiesta irregularidad, el conjunto aragonés seguía optando a la victoria en el intermedio (47-41), por mucho que algunos de sus principales activos no hubieran aparecido aún. Especialmente Okoye (2 puntos), Seibutis (4) y Fran Vázquez, sin incidencia alguna en la faceta ofensiva. Mientras, el Manresa se había impulsado con la facturación de Renfroe (13 tantos), Lundberg (10), Pere Tomás (8) y Toolson (7). Pero quedaba tiempo para cambiar el signo del encuentro.

El partido bajó sus revoluciones en la reanudación. La anotación se redujo drásticamente. El Tecnyconta, mucho más pausado, seleccionó mejor sus acciones de ataque en el inicio y encontró buenas situaciones para anotar. A los tres minutos del acto, el equipo aragonés se situó a cuatro puntos (49-45), con una penetración de Seibutis. Sin embargo, dos triples consecutivos del Manresa (Renfroe y Doellman), y una canasta de Lundberg, modificaron el escenario en apenas 90 segundos (58-45).

Fisac solicitó un nuevo tiempo muerto, pero su equipo se había quedado sin respuestas ante un rival más intenso, más enérgico, más combativo y más convencido de sus fuerzas. El Manresa, de hecho, aumentó su ventaja hasta los 18 puntos (66-48), estableciendo la máxima renta del choque, y ya se sintió ganador. Más aún cuando los zaragozanos, permanentemente superados, no ofrecían síntoma alguno de reacción. A la media hora, el choque estaba totalmente finiquitado, y no sólo por la amplitud del marcador (68-52). Lo peor fue la imagen. El equipo aragonés nunca alcanzó la altura requerida para competir y ofreció su cara más triste e impotente. Fue el Tecnyconta más vulnerable.   

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