Nacho Martín: "Jugaré al baloncesto hasta mis últimos días"

Confirmada su continuidad hasta final de temporada, el veterano ala-pívot pondera el buen momento del equipo, recuerda su etapa en el paro y subraya el valor de la cantera.

Nacho Martín se señala el escudo del Tecnyconta Zaragoza.
Nacho Martín se señala el escudo del Tecnyconta Zaragoza.
ACB Media/Basket Zaragoza

Llega el parón de selecciones en un momento redondo. Con el Tecnyconta séptimo, reposando la victoria más abultada de su historia, y usted, en el plano personal, confirmado como uno más de la plantilla hasta el final de temporada.

Es un buen momento, tanto personal como colectivo. Estoy muy contento porque estamos atravesando un periodo bonito y hay que reconocerlo. Pero en el deporte he aprendido, con los años, que cuando sacas pecho luego te lo hunden. Así que paso a paso. Para mí, continuar hasta final de temporada es muy importante, es por lo que he peleado desde que llegué en verano.

Ahora es una pieza básica en uno de los equipos más en forma de la ACB, pero hace un año estaba en el paro tras romperse el tobillo y operarse dos veces.

Estar en el paro es una situación mucho más dura que la operación, la recuperación o el dolor en el tobillo. No tienes trabajo, no tienes ingresos y piensas: "¿cómo voy a salir de esta?". Ahí es cuando echas de menos la dinámica del día a día de venir a entrenar, competir, viajar, jugar… que es lo que hacemos habitualmente y lo tenemos como algo lógico y normal. Pero no lo es. La recuperación la hice yo solo, ayudado por mis fisios. Todo el día solo en la piscina, el gimnasio, la pista de basket… no estoy acostumbrado a eso porque llevo toda la vida en un equipo. Se hizo duro pero sé que soy un cabezón y la mayoría de cosas que me propongo las consigo. Dije que me iba a recuperar y a volver a jugar. De ahí que diera igual regresar en la LEB, la ACB o la liga argentina o brasileña. Yo quería volver a jugar y sentirme útil.

Dicen que la cabeza manda más que las piernas en esos momentos. Para alguien que ha sido uno de los mejores jugadores de la ACB, estar en paro con baloncesto por delante, tiene que ser complejo.

Es muy difícil, sí. Mi pensamiento era que no quería terminar mi carrera así. Cuando me lesioné tenía 33 años y no quería acabar mi vida deportiva. Salí hacia delante, echándole lo que hay que echarle a la vida. Ahora creo que he confirmado que me quedaba y me queda todavía baloncesto por delante.

En su casa, Valladolid, le dan la oportunidad de volver a sentirse jugador dentro de un grupo y a los días, visto su nivel, firma por Manresa. En su tercer partido anota 26 puntos y termina ascendiendo a la ACB en junio.

Fue una gran vuelta, me sentí importante y, sobre todo, volví a recuperar sensaciones dentro de la pista de baloncesto.

Y ocho años después regresa a Zaragoza, donde también logró el ascenso en 2010. ¿Ha cambiado más usted o el club?

Creo que el club no ha cambiado tanto. Sí muchas de las personas, pero no la filosofía. El ambiente de baloncesto en Zaragoza y el Príncipe Felipe siguen estando igual. Y eso es una maravilla. Yo he cambiado en cuanto a edad, vivencias, experiencia… ahora lo veo todo más tranquilo y sosegado. Creo que leo mejor el juego por todos los minutos que llevo en mi carrera.

Aterriza de la mano de Porfi Fisac, que recomendó su fichaje. Ya han coincidido en tres equipos, siendo una figura clave en su carrera.

Es una persona que confía mucho en mí y, lógicamente, yo también confío mucho en él. Hemos compartido equipo en San Sebastián, Valladolid y aquí. La relación siempre ha sido buena y he tenido un buen rendimiento con él. Además, siempre que hemos compartido vestuario, los equipos han hecho buenas temporadas. Cuando me llamó este verano, tenía tres ofertas, pero descarté inmediatamente las otras dos. Estar aquí era lo que más me interesaba.

¿Se está cumpliendo el proyecto y el rol que le contó Fisac en aquellas llamadas?

Él fue con la verdad por delante. Me dijo que no venía de titular, que su titular es Radovic. Me aseguró también que jugaría los minutos que me ganara. Sabía que venía de la LEB y fue honesto conmigo. Yo asumí ese rol y está siendo así. Radovic es el titular, yo salgo de suplente y está funcionando a la perfección.

Tiene rol de suplente pero no es un suplente al uso. Está jugando minutos importantes y finales de partido con asiduidad.

Sí, es verdad. Pero el baloncesto es muy cambiante en roles y posiciones. Es muy dinámico. Jugar más o menos minutos no es algo que tenga metido en la cabeza. Radovic es un jugadorazo y estoy encantado con él.

¿Dónde está el techo de este equipo?

Ya se verá. Ahora llevamos diez partidos y estamos en una buena racha, con cuatro victorias seguidas. Pero quizá ahora perdamos dos o tres. No hay que volverse locos pero está claro que hay talento, hay equipo y estamos en un buen momento que hay que estirar.

Después de dos años muy duros, la afición ha vuelto a reengancharse al equipo. Es un paso fundamental.

La gente tiene ganas de estar arriba, de disfrutar, de jugar partidos con opciones de mirar arriba y no abajo. Hay que decirles que está muy bien que nos animen y nos contagien ese entusiasmo, pero también hay que ser realistas y saber que es muy difícil competir ahora con Barcelona, Madrid, Vitoria…

Fisac no quiere ni oír hablar de la Copa.

Ni siquiera nos deja hablar de ella (se ríe).

Entonces hábleme del vestuario, de esa mezcla de jóvenes y veteranos que tan bien está funcionando.

El secreto es muy sencillo: cuando hay buena gente, buenas personas y buen rollo todo se contagia y sale fluido. Los chavales son unos fenómenos y los veteranos, Seibutis, Fran, McCalebb, yo… somos gente muy normal, muy abierta. Por eso la conexión es perfecta. Por ejemplo, me llevo genial con Justiz. Somos vecinos y venimos a entrenar todos los días juntos.

La cantera es otra de las piedras angulares del proyecto. Jóvenes de gran talento que se están abriendo un hueco en el primer equipo. ¿Cómo los ve?

Tengo que ser sincero con este tema. En la mayoría de sitios en los que he estado, siempre hay uno o dos júniors que son buenos, que apuntan maneras… pero esto es diferente. Antes de venir aquí, ya me dijo Porfi que teníamos chavales jóvenes muy buenos. A mí solo me sonaba Alocén pero no conocía al resto. Cuando llegué vi que Porfi tenía razón. Carlos parece que no tiene 17 años, Jaime Pradilla es muy bueno, Raúl Lobaco, Ander Urdiain, Marc Martí… todos tienen un gran futuro por delante. Lo cierto es que me ha sorprendido mucho porque nunca he estado en un equipo que tenga tantos jugadores jóvenes tan buenos.

La joya de la corona es Carlos Alocén. El otro día deslumbró con 15 puntos y un partido de matrícula.

Carlos tiene detalles que solo tienen los cracks. Yo, que llevo mucho tiempo en esto, he visto esos detalles en el Chacho Rodríguez, Ricky Rubio… gente que tiene un don, un talento especial y son avanzados a su tiempo. Eso no se trabaja. Por muchas horas que vengas a tirar o a botar, no lo vas a tener. Carlos tiene detalles de jugador TOP. Su futuro está en la selección española y ese tiene que ser su objetivo. Si trabaja, va a llegar seguro.

Su baloncesto es puro, casi de la calle.

Tiene el descaro de no tener miedo al fallo. Yo debuté en el Barcelona con 18 años y estaba asustado de fallar un triple, botármela en el pie o de que me la pasaran y no la cogiese. A Carlos le ves y penetra, tira triples, da asistencias sin mirar… es otra cosa.

Hablábamos del baloncesto de la calle. Otra de sus grandes pasiones es el 3x3. No pasa un verano sin jugar con la selección española alrededor del mundo.

Llevo jugando 3x3 toda la vida y desde hace unos cinco años se ha profesionalizado un poco más. Hay eventos en todo el mundo y eso hace que viajemos mucho con la selección y con mi equipo. Es otra manera de disfrutar el baloncesto, con distintas reglas pero al fin y al cabo con la misma esencia. Tengo 5x5 durante nueve o diez meses y en el verano me lo paso en grande jugando a 3x3 y compitiendo en diferentes lugares. Hace un par de años jugué en Zaragoza un 3x3 espectacular en la plaza del Pilar.

Nacho Martín es baloncesto 365 días al año. ¿Hasta cuándo lo va a estirar?

Hasta que mis rodillas y mis tobillos digan basta, hasta que no pueda más. Lo que no sé es cuánto tiempo estaré en ACB o en Europa. Ya sea 3x3, pachangas… jugaré al baloncesto hasta mis últimos días.

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