El Tecnyconta Zaragoza regresó este lunes al trabajo, en el pabellón Príncipe Felipe, para comenzar a la preparar el nuevo curso liguero. Y en la primera fase de la pretemporada, es el preparador físico de la primera plantilla, Oliver Gonzalo, quien ocupará el centro de la escena. Él supervisará las jornadas iniciales: sesiones intensas y continuadas, sin apenas tiempo de descanso, donde los jugadores tendrán que soportar fatigosos entrenamientos para avanzar en su puesto a punto. Todo, con el propósito de alcanzar la jornada inaugural de la Liga Endesa, el próximo 27 de septiembre, en las mejores condiciones posibles.

"La idea es competir en todos los partidos", anuncia Oliver Gonzalo, responsable de la preparación física del primer equipo desde el pasado mes de febrero. "Queremos mejorar el rendimiento de los últimos años, que la gente tenga ilusión por venir al pabellón. Nuestra intención es ganarnos la fidelidad de nuestros aficionados", añade el preparador físico. Doctor en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, Investigador y docente, y con dos másteres en alto rendimiento, Gonzalo también es el jefe de preparadores físicos en la Federación Española de Baloncesto, concretamente desde la sub 13 hasta la sub 17, además de ser profesor en la Universidad San Jorge.

Gonzalo explica que, de momento, "lo principal ahora es evaluar a los jugadores y ver en qué estado físico han llegado" tras las vacaciones, de ahí que los primeros días de la pretemporada vayan encaminados, preferentemente, a los reconocimientos médicos y a las valoraciones fisioterapéuticas. A partir de ahí, el camino a seguir es claro: "Trazaremos el trabajo individualizado de los jugadores para, de esta forma, ir directamente a los déficits que cada uno pueda presentar", ya que tienen que ser capaces de "soportar las demandas que planteen los entrenadores en la pista".

En este sentido, el ideario de juego de los técnicos condiciona la preparación física. "Obviamente, es un factor a tener muy en cuenta. Dependiendo del tipo de juego que pretenden implantar los entrenadores, el tipo de trabajo que hay que desarrollar es diferente", admite Gonzalo, quien recuerda que no es lo mismo "una propuesta donde predominan las transiciones ofensivas" o un número elevado "de contragolpes", que una pizarra donde la consigna pase "por jugar con posesiones de 20 segundos".

Por el contrario, no influye tanto el calendario de la temporada. Ni siquiera la mayor o menor exigencia de los adversarios. "La idea es poder competir en todos los partidos", reitera el preparador físico. "La manera de trabajar no es como un deporte individual o como un Campeonato del Mundo, donde tienes que llegar bien en ese mismo momento. Aquí se trata de estar bien durante todo el año", sostiene Gonzalo, quien, sin embargo, sí advierte que se intentará, en determinados tramos, "alcanzar un nivel ligeramente más alto" que el habitual.

El preparador físico, además, confiesa que la primera jornada de la pretemporada le había dejado "muy buenas sensaciones" por la predisposición y la capacidad de trabajo de los jugadores. En este aspecto, señala que el deporte profesional "ha cambiado mucho con respecto a lo que sucedía hace 15 o 20 años". De hecho, Gonzalo menciona que, en la actualidad, el jugador de baloncesto aprovecha también el verano "para mejorar y para intentar llegar en las mejores condiciones posibles" a la pretemporada.

Y ahora llega la labor de Gonzalo, cuyo reto es obtener el máximo rendimiento de la plantilla desde el primer momento, ya desde el primer partido del campeonato, e intentar mantener ese estado hasta el final de la competición. Todo ello, con otra consigna que atender: "Al mismo tiempo, nuestra función pasa también por minimizar el riesgo de lesiones", observa el preparador físico del Tecnyconta.

Gonzalo, por último, también se refiere a la concentración que desarrollará el equipo en Benasque, programada del 3 al 7 de septiembre. "Más que para la preparación física, es un concepto de convivencia, de generar una familia; de conocimiento del jugador, al permanecer 24 horas con él; de ver cuáles son sus hábitos, de observar cómo descansa. Asimismo, los jugadores estarán en un entorno extraordinario como es el Pirineo aragonés, donde las temperaturas serán muy diferentes a los más de 30 grados que podrían encontrarse en Zaragoza. Eso nos permite tolerar mucho mejor las cargas de entrenamiento", concluye.