Rodrigo San Miguel y Cristina Ouviña: dos amigos unidos por el mejor baloncesto

A estas alturas de la película, a nadie le resultarán desconocidos los nombres de Rodrigo San Miguel y Cristina Ouviña. Quizá algo más para el gran público una relación de amistad fraguada al calor de la cancha, que posiciona en un lugar destacado a Aragón en el mapa baloncestístico internacional. Las similitudes entre ambos, más alguna conexión imprevista que el destino ha deparado en este 2018, son múltiples: ambos son zaragozanos, juegan de bases, son internacionales con España... Precisamente, la selección ha contribuido a estrechar esta talentosa unión de deportistas de la tierra durante los últimos días. El jugador del Iberostar Tenerife de Liga Endesa y la del Tango Bourges francés han coincidido con sus respectivos combinados durante un ‘media day’ en Madrid, una jornada destinada a atender a la prensa. Incluso subieron a las redes sociales un divertido vídeo en el que se les veía mover sus camisetas, como si el mismo cierzo las estuviera agitando.

En el caso de Rodrigo San Miguel, ha sido citado por el seleccionador Sergio Scariolo para participar en los dos últimos partidos de la tercera ventana FIBA de clasificación para el Mundial de 2019, que se celebrará en China. Tras debutar en febrero con la absoluta, jugará hoy jueves en Liubliana (20.00) ante la campeona continental –Eslovenia– y el domingo ante Bielorrusia, en Málaga. El base es uno de los 16 escogidos y sólo piensa en sendas victorias para afrontar la segunda fase del formato aún con mayores garantías.

Por otro lado, el gran nivel ofrecido por Cristina Ouviña en la dirección de juego del Tango Bourges le ha reportado un premio doble. No sólo se ha coronado campeona de Liga y Copa en la competición francesa. Su nombre también figura entre las convocadas por Lucas Mondelo para participar en una concentración en Palma de Mallorca destinada a preparar el Mundial de Tenerife (22-30 de septiembre). La zaragozana estará en territorio balear hasta el próximo 6 de julio y afrontará dos amistosos contra la selección de Japón –encuadrada en su mismo grupo en la cita mundialista– los dos últimos días.

No hay duda de que esta preselección le hace ganar muchos enteros para engrosar la lista final. Ya avisaba el pasado mes de noviembre de que no veía lejos la selección."Estoy muy contenta tras un año duro en el que he superado una lesión grave. Me siento bien al colocarme de nuevo al nivel de las mejores. Es un orgullo", explica. La exjugadora del Mann Filter sabe lo que es alzar un título con el combinado nacional. Ocurrió en el Eurobasket 2013, cuando ganó la medalla de oro.

Ha querido la casualidad que la próxima Copa del Mundo femenina se dispute en territorio tinerfeño, donde Rodrigo San Miguel, que milita en el Iberostar local, podría ver en directo a su amiga. Ambos ya se ejercitan juntos muchos veranos. "Nuestros calendarios de competición son similares, así que vemos cómo podemos coincidir y organizarnos. Al final, entrenar con alguien, y con quien te llevas bien, lo hace muy ameno", dice el exjugador del Basket Zaragoza.

El plan es poder repetir plan este año para "ayudarla a que llegue a tope". Además, podrán estar en casa y con la familia. En los años más recientes, han realizado sesiones en el Príncipe Felipe o en las canchas del Doctor Azúa, abiertas a su calidad. "Te pasas todo el año fuera y, cuando llega el verano, quieres estar con los tuyos", cuenta. Ojalá puedan cumplir su deseo tras brillar con la selección.