El Tecnyconta, víctima de su indolencia defensiva, encajó en Andorra una nueva derrota, tan contundente como previsible (100-77). Lo hizo ante rival robusto, equilibrado e intenso, con numerosos argumentos en los dos lados de la pista, y que eleva notablemente sus prestaciones al abrigo de su afición. Un sólido aspirante a las posiciones de ‘play off’ que acudía, además, en clara línea ascendente tras haber capturado el triunfo en siete de sus  ocho últimas actuaciones. En este escenario, el Andorra disfrutó de un duelo plácido y sosegado; incluso, por momentos, se manejó en la pista con una comodidad sorprendente, favorecido por el escaso fuste de los zaragozanos en las labores de contención. El cuadro aragonés inició el choque con mano firme y un acierto devastador, pero se descompuso después, minutos antes del descanso, tras un parcial adverso de 17-0. Finalizó el segundo acto con 31 puntos encajados (54-43), lo que volvió a retratar sus gigantescas concesiones defensivas.

A partir de ahí, el Tecnyconta ya no fue capaz de cuestionarle el triunfo a su oponente. Menos aún cuando el Andorra, mucho más seguro de sus fuerzas, también exhibió una superioridad manifiesta en los primeros compases de la reanudación: el conjunto aragonés permaneció sin anotar los primeros siete minutos, mientras el Andorra hallaba tiros liberados desde cualquier posición. Un parcial de 7-0 aumentó la ventaja de los locales hasta los 18 puntos (61-43), una sólida renta que supo mantener sin sobresaltos hasta el final. Los aragoneses, permanentemente superados, ya hace tiempo que habían bajado definitivamente los brazos.

Los dos conjuntos exhibieron un gran acierto en el inicio. El Andorra golpeó en la pintura con los puntos de Iverson, mientras que los zaragozanos lo hicieron con tiros liberados desde el línea exterior. Un triple de Neal situó por delante a los aragoneses, a los dos minutos de juego (4-7), pero los locales reaccionaron con prontitud y enseguida recuperaron el mando (11-9). Blums, de nuevo desde el perímetro, inició un parcial de 7-0 que obligó al técnico local, Joan Peñarroya, a detener el partido justo en el ecuador del primer acto (11-16). El Tecnyconta se manejaba en ataque con clarividencia y criterio, lo que le aportaba situaciones muy ventajosas para anotar, al mismo tiempo que se empleaba con energía y constancia en las tareas defensivas.

El tiempo muerto reactivó al Andorra, que volteó la contienda en apenas dos minutos (18-16), con dos canastas de Shurna y un mate de Iverson. Pese a la mejoría de los locales, que anotaban con suma facilidad, el Tecnyconta se agarró al talento de Gary Neal para seguir oponiendo una tenaz resistencia. El americano, con siete puntos consecutivos –incluido con lejano triple–, impulsó al cuadro aragonés en los últimos compases del acto (23-25). El Tecnyconta estaba compitiendo con solvencia y seguridad, con una inexorable fe en sus opciones de triunfo.

Desplome sorprendente

El segundo cuarto comenzó con una técnica al banquillo andorrano, lo que se tradujo en un tiro libre convertido por Gary Neal, y en una posterior canasta convertida, nuevamente, por el jugador americano (23-28). Por entonces, el escolta ya sumaba 13 puntos y 3 asistencias, un fiel reflejo de su sobresaliente desempeño ofensivo. Sin embargo, el Andorra recuperó el pulso después, en apenas dos minutos, con una antideportiva señalada a Paul Stoll y siete tantos consecutivos de John Shurna (36-31). Pep Cargol, técnico de los zaragozanos, tuvo que parar el encuentro. El parcial era de 11-0 a favor de los locales. De ahí hasta el descanso, el conjunto aragonés se desencajó con una facilidad sorprendente, en defensa y en ataque, y el Andorra amplió su renta sin excensiva oposición. El parcial se extendió hasta el 17-0, con Blums ofreciendo importantes lagunas en las labores de contención.

Regresó a la pista Gary Neal para, al menos, intentar corregir las imprecisiones ofensivas de los zaragozanos. El americano redujo distancias con dos canastas de mucho talento, y después emergió Blums, con seis puntos consecutivos, para rebajar aún más la desventaja visitante. El Andorra, sin embargo, ya había dado un  paso de gigante hacia la victoria: alcanzó el intermedio con una importante renta en el marcador (54-43) y sensaciones muy positivas en su juego.

El Tecnyconta, además, también careció de respuestas en la reanudación. Ni siquiera apeló al orgullo, al pundonor y al amor propio para intentar modificar el  escenario. El partido discurrió por el mismo guión, con el Andorra desnudando cada una de las carencias defensivas de los zaragozanos. Sólo Gary Neal, siempre punzante, pareció resistirse a la derrota con orgullo y determinación. El escolta finalizó el duelo con 26 puntos en su haber, con 3 aciertos en sus 4 lanzamientos triples, al margen de aportar 5 asistencias, 2 rebotes y 1 recuperación de balón en 32 minutos de juego. También De Jong, con 16 tantos y 5 capturas), pudo abandonar la pista con la cabeza alta y el prestigio intacto. El resto de la plantilla no alcanzó la altura requerida para competir.