El Tecnyconta avanza hacia la salvación

El cuadro aragonés destroza al Bilbao Basket (81-61) y suma su octava victoria de la temporada. Gran actuación de Stoll, Bellas, Neal y De Jong.

Bellas penetra a canasta durante el Tecnyconta-Bilbao.
Bellas penetra a canasta durante el Tecnyconta-Bilbao.
Javier Belver/Efe

El Tecnyconta mejoró actuaciones pasadas, sobre todo en el ámbito defensivo, y celebró con una victoria su partido número 300 en la Liga ACB. Lo hizo tras imponerse al Bilbao Basket, un rival directo en la lucha por la salvación que, sin embargo, sorprendió por su escasa resistencia a la derrota (81-61). El cuadro vasco se desencajó ante las primeras adversidades. Apenas resistió los 10 primeros minutos de la contienda. Históricamente ha sido un bloque enérgico, tenaz y experimentado, siempre presto al combate; pero este domingo se descompuso con una facilidad sorprendente, sometido por un rival mucho más intenso, más equilibrado, más cuajado y seguro de sus fuerzas, con unas responsabilidades mucho mejor definidas en cada jugador. El resultado fue un triunfo amplio y concluyente de los zaragozanos, que se manejaron por momentos con una comodidad imprevista y que terminaron, además, con el ‘basketaverage’ particular también a su favor -perdieron por cinco puntos en el partido de la primera vuelta-.

El conjunto visitante compareció sin Dejan Todorovic, su segundo máximo anotador, que no pudo actuar por un esguince en el tobillo izquierdo. Su ausencia rebajó drásticamente la amenaza ofensiva de los bilbaínos, especialmente desde el perímetro: en el presente curso, el serbio promedia 12 puntos por partido, con un 40% de efectividad en sus lanzamientos triples. Sin Todorovic, la facturación del Bilbao se redujo a los 61 tantos, lo que acabó inclinando el duelo muy a favor de los aragoneses. Por el contrario, el principal hándicap del Tecnyconta atendía, a priori, a su juego interior. La lesión de Varnado supuso un contratiempo mayúsculo para el cuadro aragonés, que carece en la actualidad de un jugador aguerrido, intimidante, contundente y firme en las tareas defensivas. Sin embargo, De Jong respondió este domingo con una actuación de altura, por encima de las expectativas generadas. El holandés finalizó la contienda con 11 puntos y 9 rebotes en los 26 minutos que permaneció sobre la pista, al margen de emplearse con contundencia y energía en las labores de contención. La aportación de Tomás Bellas (16 puntos), de Gary Neal (13 tantos, 5 asistencias) y de Paul Stoll (12 puntos, 7 pases de canasta), también resultó capital para el triunfo de los aragoneses, que fortalecieron notablemente sus aspiraciones de sellar la salvación.

El partido resultó equilibrado en el acto inaugural, con los dos conjuntos especialmente desacertados en sus acciones de ataque. Sobre todo el Bilbao Basket, que sólo facturó 13 puntos en los 10 primeros minutos de la contienda, tras haber convertido 5 de sus 18 tiros de campo. Era un duelo áspero, sin ritmo, con un juego plano y previsible, sin que nadie generase situaciones favorables para anotar. El Tecnyconta adquirió una renta de tres puntos en los compases iniciales (9-6), tras un triple de Janis Blums y un rápido contragolpe culminado por Tomás Bellas; pero el equipo visitante se sobrepuso con prontitud, gracias a las acciones individuales de Tabú, Nikola Rebic y Mumbrú, e igualó el marcador a los ocho minutos de juego (10-10). Cuatro tiros libres de Gary Neal, más un certero lanzamiento de Paul Stoll desde el perímetro, devolvieron la ventaja al cuadro aragonés, que se estiró hasta los siete tantos (17-10), aunque Rebic contestó inmediatamente después, desde la línea de 6,75, y redujo distancias justo al cierre del primer acto (17-13).

El desatino del Bilbao se acentuó en el segundo acto. Permaneció sin anotar los cuatro primeros minutos, un diáfano indicador de sus carencias ofensivas. En ataque se manejó con una dificultad sorprendente, sobre todo por su falta de ritmo y convicción. Sin una propuesta colectiva solvente, y sin espacios en la pintura, el cuadro vasco fió gran parte de sus ataques a los lanzamientos triples, una solución siempre inquietante. Más aún cuando Mumbrú, su tirador más fiable, no hallaba respuestas ante el despliegue defensivo de Barreiro. El entrenador de los vascos, Veljko Mrsic, enseguida detuvo el choque para intentar modificar la tendencia (23-13), pero no logró su propósito. Al contrario, el Bilbao se desplomó sin remisión en los dos lados de la pista, y el Tecnyconta no desaprovechó concesiones de tal magnitud: edificó una renta de 17 puntos en el marcador (39-22), tras establecer un parcial de 10-0, con Gary Neal y Tomás Bellas -ambos con 11 tantos al descanso- como principales ejecutores. El cuadro zaragozano, cada vez más seguro de sus fuerzas, caminaba con paso firme hacia la victoria. Más aún cuando Jonathan Tabu, por entonces el jugador más productivo de los vascos, cometió su tercera falta. Poco después fue Gladness, su principal referencia bajo los aros, quien pagó su vehemencia defensiva con su tercera personal. Pese al intento de reacción de los bilbaínos, que anotaron dos triples prácticamente consecutivos, el conjunto de Pep Cargol alcanzó el intermedio con una sólida renta en el marcador (39-28). El Bilbao, por su parte, se marchó a los vestuarios abatido y desencantado, con sensaciones muy negativas en su juego.

Tras la reanudación, el cuadro aragonés elevó notablemente sus prestaciones. El Bilbao fue mejor en los primeros compases, aunque su intensidad, su compromiso colectivo y su esencia competitiva enseguida se quedaron en un amago de la nada. El equipo aragonés recuperó el pulso con prontitud y, a partir de ahí, ya no dio opción alguna a su adversario. Primero se agarró a De Jong, quien gobernó la pintura con una autoridad manifiesta.

Después emergió la figura de Paul Stoll, que ocupó el centro de la escena por su clarividencia ofensiva, su acertada interpretación del juego, su facilidad para asistir a sus compañeros y su amenaza en el tiro exterior. El base, que completaba su tercera actuación en la ACB, impulsó el despegue definitivo del Tecnyconta con un baloncesto ágil, dinámico y creativo, y una diligente circulación del balón. Además, acertó en 4 de sus 7 lanzamientos triples (66-50). De esta forma, el Tecnyconta ya no sufrió sobresaltos en el cuarto definitivo, ante un rival resignado a la derrota con excesiva antelación.

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