FÚTBOL
El fútbol aragonés, a la espera de una ley que recoja la relación con los entrenadores
Un centenar de clubes aragoneses debatieron el pasado jueves el modelo a seguir. De momento, tendrán que aplicar el contrato de voluntariado en algunos casos, y en otros, darles de alta en Seguridad Social.
A la espera de una ley nacional que verdaderamente deje claro la relación de los entrenadores de fútbol con sus clubes, se aplicará el Aragón, por el momento, el contrato de voluntariado, siempre y cuando se puedan demostrar los gastos por las compensaciones de la actividad que ejercen los entrenadores. Para ello, la Federación Aragonesa va a poner en marcha por medio de su asesoría jurídica los documentos y requisitos oportunos para que los clubes se adapten a la nueva época. El resto de técnicos que no puedan justificar las cantidades que perciban por entrenar, coordinar, tienen que tener un contrato laboral con las entidades donde entrenan.
Este es el escenario, por el momento, al que se tienen que adaptar los clubes, para que no sean sancionados por Trabajo, como ocurrió con el Amistad, si reciben alguna inspección por alguna denuncia o de oficio, «aunque no tienen intención de hacerlo», según el director general de Deportes. A corto o medio plazo, los clubes de fútbol base tendrán que convertirse en una empresa, ya que el fútbol base está cambiando y hay que adaptarse a los nuevos tiempos.
En la mesa estuvo Javier de Diego Pagola, director del Deporte en Aragón, que comentó al respecto: «Vamos a apoyar a todos los clubes en todo lo que haga falta, si cumplen las normas». Por otra parte, Óscar Fle, presidente de la Federación Aragonesa de Fútbol, adelantó que «en la Española se ha puesto en marcha un grupo de trabajo con este problema que afecta a las 19 territoriales».
Varios presidentes de los clubes se mostraban reacios a la fórmula que a corto plazo se baraja en el fútbol aragonés, el contrato de voluntariado, porque al parecer no asegura que esto pueda valer en caso de una inspección de Trabajo, y debería ser una ley específica para el deporte a nivel nacional con una tarifa plana. Ese fue el sentir de los presentes en la reunión. El presidente del Valdefierro, Manuel Asensio, se negaba rotundamente a ser una empresa, con muchas personas en nómina, «No quiero tener 20 nóminas ni tener la responsabilidad con Hacienda y la Seguridad Social. Yo soy gestor del Valdefierro, no un empresario». Emilio Paz, directivo del Amistad, dejaba en el aire la validez del contrato de voluntariado: «Si tienes una inspección, tienes que demostrarles que son voluntarios, pero puede interpretar que es una relación.
