El Ebro hizo saltar por los aires los pronósticos, consiguiendo, probablemente en el día menos esperado, un triunfo de valor incalculable ante el líder Villareal B. El filial del submarino, que había marcado en todos sus desplazamientos, se quedó a cero por la labor impagable de un equipo arlequinado que demostró que va por el camino correcto para recuperar el terreno perdido, logrando su segundo triunfo consecutivo, dejando de nuevo la portería a cero.

El partido fue un cursillo de cómo hay que parar a un conjunto de semejante potencial. El esquema 5-4-1 fue un muro impenetrable, dejando que los centrales tocasen hasta la extenuación, pero en cuando la pelota pisaba terreno zaragozano, la tela de araña se encargaba de echar el freno al ataque. Así transcurrieron los primeros 20 minutos. Fue entonces cuando el Ebro dio un paso adelante, y ahí vio que podía hacer mucho daño a los amarillos.

Vinieron instantes de calidad, con jugadas bien trenzadas. Intentos de Raúl que salió mordido, una falta templada por Gerrit, que nadie remató, y un zurdazo de Víctor García con mano monumental de Joan a corner. Los locales estaban desmelenados y merecían el gol, que iba a llegar desde los once metros, en un claro agarrón de Quinti a Sandro cuando éste se disponía a fusilar. Raúl tuvo que ajustar al máximo a la cepa del poste, porque la estirada del meta hizo que estuviera a punto de llegar.

Otro par de faltas que no encontraron quien las embocase fueron el epílogo a unos 45 minutos primorosos de los hombres de Manolo González.

La entrada en el descanso de Akale dio más verticalidad a los de Castellón, que metieron un paso más atrás al Ebro, aunque con el mismo guión, sin profundidad alguna. Se temía por el resultado, más por lo vivido en fechas anteriores, que por la peligrosidad con la que estaba llegando el Villarreal B.

La bombona de oxígeno necesaria la iba a tomar el Ebro en una contra que concluyó en la esquina. Desde ahí centró Sergio Cortés, el balón quedó muerto, Roger despejó horrible, dando una generosa asistencia, que Raúl solo tuvo que empujar para hacer el segundo de los arlequinados y el segundo en su cuenta particular.

Las prisas hicieron que el filial se obnubilara con centros desde los laterales, que la defensa y Salva controlaban a la perfección. 86 minutos pasaron hasta que los visitantes sacaron el colmillo, en un chut desde 30 metros de Simón, que Salva atrapó seguro abajo.

Dosis de moral en el momento más necesario. Nada se ha hecho todavía, pero es innegable que todo pinta mucho mejor que hace 15 días.

Ficha técnica:

Ebro: Salva, Tiago Portuga, Ferrone, Michele, Jon Ander, Gerrit, Dani Martínez (Liñán, 57), Sandro (David Mainz, 79), Raúl (Rodrigo, 68), Sergio Cortés y Víctor García.

Villarreal B: Joan, Andrei, Quinti, Roger, Pepe, Ramón, Mario (Riera, 60), Iván (Nikola, 68), Simón, Lozano (Akale, 46) y Rubén.

Goles: 1-0, min. 33: Raúl, de penalti. 2-0, min. 65: Raúl.

Árbitro: Brull Acerete (Comité catalán). Amonestó a Víctor García, Michele y David Mainz del Ebro y a los visitantes Quinti y Simón.

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