Padre e hijo, rivales en el Real Zaragoza-Balsas de Alevín Preferente

Fernando, técnico del Balsas, se enfrentó contra el Real Zaragoza y la portería blanquilla fue defendida por su hijo Hugo

Fernando y Hugo posan junto antes de comenzar al partido
Fernando y Hugo posan junto antes de comenzar al partido
F.V.

El pasado sábado se disputó un partido muy especial para la familia Vicente en la categoría Alevín Preferente. Se enfrentaron en la Ciudad Deportiva del Real Zaragoza el Balsas y el equipo blanquillo. El entrenador visitante era Fernando Vicente, padre del portero zaragocista, Hugo Vicente, «Les dije a mis jugadores que no se atrevieran a tirar, por supuesto se rieron, ya que me conocen». Fernando, entrenador del Balsas Picarral de Alevín Preferente, lleva 25 años ligado a este club, como jugador y entrenador.

Para el guardameta Hugo Vicente es la segunda temporada en el Real Zaragoza, procedente del Balsas en el que también se dio la situación de que lo entreno su padre. "Tuvimos la suerte de contar con unos entrenadores específicos de porteros, primero fue Luis Francés, y luego por Óscar Méndez con el que completó su formación, conmigo era uno más». La noche anterior los nervios no afloraron en la casa familiar. "Todo transcurrió con normalidad, nos respetamos mucho y no nos ponemos en el compromiso de dar ninguna ventaja. Esa tarde-noche me tocó trabajar y Hugo me esperó despierto para desearme suerte. Las bromas fueron para el grupo de padres del equipo de mi hijo. Ahí sí que hubo bromas. Hugo durmió con la sonrisa que no se quita ni para dormir", señala Vicente.

Fernando reconoce que siempre es especial enfrentarse contra su hijo, ya que es la segunda vez que lo hace en estos pocos años. «El hecho de entrenar y tener enfrente a tu hijo es una situación muy bonita aunque no deja de ser anecdótica. A la vez siento el orgullo de jugar contra el mejor equipo de la ciudad y ver que tu hijo está ahí». Eso sí el técnico deja claro que: "Si bien Hugo es mi hijo, el Balsas es mi equipo. Los consejos se los doy siempre como padre, de la vida, soy consciente que los valores que inculcamos en las familias se reflejan en un vestuario", comenta el técnico.

El técnico es uno de las personas, que tras sus 25 años como jugador y entrenador en el fútbol aragonés, puede añadir su experiencia para mejorar el fútbol base: “El día que los padres vayamos a un campo y nos limitemos a disfrutar de lo que hacen nuestros hijos y de cómo lo hacen con el resto de sus compañeros sin querer ser sus asesores particulares ni sus entrenadores personales… el fútbol base cambiará sólo”, finaliza.

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