El Ebro quiere ser el de la copa ante el Barcelona B
El cuadro arlequinado espera sacar algo positivo contra un rival plagado de jóvenes talentos y abandonar el farolillo rojo.
Culmina el CD Ebro la que probablemente haya sido la semana más importante desde su fundación. Tras toda la noche de emociones vividas en un martes inolvidable, toca regresar al dolor de muelas liguero.
Muchos aficionados al fútbol pudieron ver, bien en directo en La Romareda, o en la pequeña pantalla, por primera vez este año al conjunto arlequinado, y muchos se harían la misma pregunta: ¿cómo es posible que este equipo sea colista? Y es que la imagen mostrada, estando una hora en inferioridad, y llegando a adelantarse, dista bastante de lo que está sucediendo en el torneo de la regularidad. Por lo tanto, toca mirarse en ese espejo copero, copiar todas las cosas buenas que se han hecho, que han sido unas cuantas, y ponerlas en práctica desde ya mismo.
Tiempo de sobras para descansar hasta que dé comienzo el choque (17.00 horas del domingo) aunque algunos miembros de la plantilla siguen tocados. Son los casos de Javi Cabezas, cuya participación será más que dudosa al estar entre algodones o de Teo Tirado. El que parece ya estará en plenitud de facultades será Dani Martínez, que ya tuvo sus minutos ante el Valencia.
A pesar de haber retornado al puesto de colista, se han sumado cuatro de los 6 últimos puntos, que en cualquier otro momento estaría bien, pero cuando apenas vale otra cosa que ganar semana tras semana, la sensación que deja es un poco escasa. Ni que decir tiene que la visita al Mini Estadi es una de las más complicadas del año. Solo unos pocos escogidos logran puntuar allí y la mayoría suelen acabar sucumbiendo ante una pléyade de jóvenes futbolistas de talento descomunal, algunos de los cuales ya tuvieron su oportunidad también en el primer equipo, en el choque copero en León, como fueron los casos de Miranda, Cuenca, Chumi o Aleñá.
Si habitualmente hay que minimizar errores, el domingo habrá que rozar la perfección para que el viaje no sea en balde. Eso si, sumar, sería una inyección anímica, que levantaría mucho más los ánimos.
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