Un año del último vuelo de Álex Villar: "Mi hijo era feliz haciendo lo que hacía"

Coincidiendo con el primer aniversario de la trágica muerte de este saltador base en Plan (Huesca), su familia le rinde un homenaje íntimo en Escarrilla y Movistar estrena un documental sobre su vida.

Nuria González, hermana de Álex, frente a la piedra tallada
Nuria González, hermana de Álex, frente a la piedra tallada
N. G.

Álex Villar hizo el último salto base de su vida el 5 de mayo de 2023 con un desnivel de casi 1.200 metros. Aquel día se lanzó al vacío con su traje de ‘hombre pájaro’ desde un cortado de la montaña de Punta Calva (2.382 m de altitud), en Plan. Pero algo falló y sufrió un fatal accidente. Tenía solo 34 años. Este domingo se cumplirá el primer aniversario de aquel fatídico día para su familia y sus amigos, que no le han olvidado y le rendirán un homenaje íntimo.

Nuria González, su madre, confiesa que su vida es muy triste desde entonces "porque aun sabiendo que mi hijo era feliz haciendo lo que hacía, me ha dejado muy rota y siempre me va a doler, aunque la vida continúa". Esta semana, con motivo de esta efemérides, ha vuelto junto a su hija, Nuria, a la casa familiar de Escarrilla (Sallent de Gállego), donde Álex –de origen madrileño– estuvo afincado muchos años para disfrutar de su pasión por este deporte extremo.

Y lo ha hecho para colocar una piedra tallada con el nombre de su hijo y su figura de ‘hombre pájaro’, en un pequeño mirador de la urbanización, con permiso del resto de vecinos. "No he querido convocar nada formal para no poner a nadie en ningún compromiso. Sé que van a venir amigos porque echan mucho en falta a Álex, que tenía mucha vida social y era muy alegre. Y todo el mundo que quiera venir a verla, será bienvenido", remarca su madre. Además, en la misa del pueblo del domingo habrá un recuerdo para él.

Este homenaje coincide, además, con el estreno en Movistar del documental ‘Proximity: salto base extremo’, de Secuoya Studios. "Queremos homenajear a esas personas que nacieron con algo especial, que tienen la valentía de vivir libres. Un homenaje a los que desafían todos los límites, a esas personas que no se conforman. En memoria de Álex Villar, que nos dejó haciendo lo que más le gustaba", narra el tráiler.

Como explica la productora, los espectadores conocerán los secretos de este arriesgado deporte y algunos de los grandes desafíos del aventurero madrileño: repetir su salto más espectacular, el que llevó a cabo en 2019 al cruzar el arco natural de Piedrafita de Jaca (Huesca) a 250 kilómetros hora con un desnivel de 1.000 metros, considerada una de las mayores hazañas a nivel mundial de esta modalidad; y seguir los pasos del icónico deportista Valery Rozov en el peligroso Kilimanjaro. Y todo ello intentando transmitir la sensación de adrenalina y los sentimientos que brotaban en Álex Villar segundos antes de saltar y lo que vivía cada vez que aterrizaba.

Practicaba el ‘wingsuit proximity’, la versión más arriesgada del salto base que consiste en volar con un traje de alas cerca de las caras y crestas de las montañas, pasando por agujeros naturales, para abrir un paracaídas segundos antes de tocar al suelo.

El propio deportista aparece en el documental afirmando que el salto base "es como una droga dura, cuanto más lo pruebas, más quieres. Intento controlarme un poco, pero al final llevamos un animal dentro que en este deporte te incita a sacar esa bestia". "Realmente estás haciendo el deporte más extremo y peligroso del mundo en el que el margen de error es muy pequeño", admite.

También hay testimonios de su círculo más cercano. Así, por ejemplo, su madre Nuria admite con dolor que el salto base "es su vida, es lo que él quiere y lo que quieres como madre al final es que tu hijo sea feliz". Mientras, amigos y compañeros de pasión destacan que siempre tenía que ir "un paso más allá" y que "yo a lo mejor decido volar por encima de unos árboles o de unos arbustos, pero a Álex lo que le gusta es adentrarse en ese camino".

Desde que murió, quienes le conocían han realizado varios homenajes. Jaume y Miguel volvieron a subir en verano a ‘High Pisi’, el mismo lugar donde hizo su último y fatídico salto en Punta Calva para colocar una placa con la leyenda ‘Álex Villar (13-12-1988/5-5-2023)’. Luego, ambos se lanzaron desde ese mismo punto para realizar el salto que su amigo tenía pensado hacer ese día.

La figura de Álex Villar también es muy querida en otras montañas como los Picos de Europa, donde también realizó saltos muy recordados. De hecho, en las últimas Jornadas de la Montaña Lebaniega le rindieron otro homenaje con la proyección de un vídeo.

Y recientemente, como explica su madre, un montañero de unos 70 años se puso en contacto con ella para pedirle permiso para plantar un árbol junto a un banco que hay cerca de Piedrafita donde se puso una placa con la leyenda ‘Álex Villar. El hombre pájaro’.

"Por un lado me reconforta ver el cariño de la gente. Yo me enfadaba mucho con mi hijo por lo que hacía, pero es verdad que era una persona bondadosa, buenísima, generosa... y que los demás le sigan recordando como alguien realmente excepcional, me llega al corazón", dice Nuria González.

Álex Villar se inició en este deporte en 2015 y llegó a entrenar con uno de los mejores equipos del mundo de la disciplina. Acumulaba más de 1.000 saltos cuando murió. También era instructor de paracaidismo, donde sumaba otros 2.000 saltos de avión, y de parapente y ‘speedfly’. Y tenía el título de especialista de cine.

Cuatro personas han perdido la vida en el Pirineo en los últimos siete años practicando esta modalidad. Una falleció en Montrebei, donde hay paredes de 500 metros que caen sobre el río Noguera-Ribagorzana, en Viacamp y Litera; y las otras tres en Plan (uno en Peña Sin y dos en Punta Calva), donde también hay grandes cortados en el desfiladero del río Cinca. 

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