Dídac Cuevas: cómo ser decisivo (aunque se valore en negativo) en el Casademont Zaragoza

Los números son sólo números: a veces resultan elocuentes y, otras, engañosos. Esto podría decirse de la abultada victorial del pasado sábado del Casademont, que ganó de 19 al Obradoiro pero las pasó canutas durante 35 minutos sobre el parqué. También podría aplicarse a la actuación de algunos de sus jugadores, como el ejemplo que nos ocupa... El base Dídac Cuevas no firmó una brillante estadística y, sin embargo, su entrega y su trabajo fueron elogiados tanto por el entrenador Porfirio Fisac como por los comentaristas de la retransmisión televisiva. ¿A qué se debe? Cuando saltó a cancha para dar descanso a Trae Bell-Haynes demostró actitud e intensidad, que se tradujo en una férrea defensa y en la búsqueda constante del contraataque.

Cuevas jugó apenas doce minutos y sus números no son para tirar cohetes: 0/0 en tiros de dos, los mismo en libres y triples (vaya, que no se prodigó de cara al aro), una asistencia y cuatro faltas personales. Esto se traduce en un -3 de valoración, lo que -en apariencia- le llevaría a ser el peor jugador sobre el parqué, pero -en realidad- fue todo lo contrario. De hecho, Porfirio Fisac en la rueda de prensa posterior al partido destacó tres nombres, como fueron los de Kravic (sin duda, MVP con 30 de valoración), Sulejmanovic (con un trabajo poco vistoso pero con 8 puntos y 7 rebotes) y Dídac Cuevas, cuyo esfuerzo defensivo provocando incomodidad y errores al rival fue remarcable. "El cambio de ritmo que nos ha aportado Dídac nos ha ayudado también a afrontar mejor el final del partido", dijo el entrenador. Cuevas, además, dejó una gran asistencia para un mate de Watt, que puede que se cuele entre las mejores jugadas de la semana.

El base procedente del Tizona Burgos lleva disputados nueve partidos de Liga Endesa con el Casademont. Sus promedios son de 3 puntos y 2,2 de valoración en once minutos jugados por encuentro. Sin embargo, cuantitativamente es muy difícil medir lo 'molesto' que es defendiendo en primera línea a sus rivales y la intensidad que contagia al equipo. Su mejor actuación numéricamente hasta la fecha fue contra el Breogán, hace justo dos meses, donde metió tres triples para alegría de la grada. Sin embargo, uno de los mejores más-menos (esto es, lo que aporta al equipo cuando está en cancha) llegó el pasado sábado con 13 a su favor, lo que explicita que gracias a su actuación se inició la remontada. 

Aunque ha sido una de las últimas incorporaciones al Casademont, lo cierto es que el base de origen catalán parece haber encajado como un guante con sus compañeros y ha conectado perfectamente también con la grada, de hecho, siempre se ven pancartas alusivas a su nombre y decenas de chavales esperan que les salude o les firme después de los partidos.