fútbol
Estudiante, camarero y 'jugón': así es el polifacético Kike Liao
El jugador del Wanapix Sala 10 Zaragoza compagina el deporte de élite con el CAFD y le da tiempo a ayudar en el bar de sus padres.
Si crees que te faltan horas en el día, es que no conoces a Kike Liao. Escucharle hablar de su rutina agota: el joven jugador del Wanapix Sala 10 se levanta a las 7.30 para acudir a la Universidad San Jorge de 9.00 a 14.00; entrena con el equipo después de comer; y después le queda tiempo para ir al gimnasio y ayudar en el bar de sus padres, el Café Rosa situado en el barrio de Jesús.
“También soy míster del cadete y me estoy sacando el carné de conducir”, añade entre risas Kike. Y es que hasta él se sorprende de poder sacar adelante una agenda tan apretada, que apenas concede margen para el esparcimiento que sí tienen otros jóvenes de su edad (18 años).
Sus padres son chinos, pero Liao nació en Zaragoza. Estudió en el colegio Hilarión Gimeno, en la calle de Pedro Arnal, y empezó jugando en el Club Deportivo San Lázaro hasta que, tras la pandemia de la covid-19, el Wanapix Sala 10 decidió incorporarlo a sus categorías inferiores como apuesta de futuro.
Desde pequeño sobresalió por su descaro en la cancha. Es uno de esos jugadores que encaran una y otra vez. Rápido. Habilidoso. Vertical hacia la portería contraria y difícil de defender cuando ataca los espacios. Hasta el punto de que los veteranos de su plantilla, a los que tiene como referentes, le temen en las tardes de entreno en el siglo XXI.
“Aunque todavía tengo ficha del juvenil, estoy incluido en la dinámica del primer equipo”, explica Kike, que también es un habitual de las convocatorias de la selección aragonesa y de la española sub-19, con la que debutó el pasado verano en un torneo que se disputó en la ciudad croata de Porec.
En liga, el ala-pívot está contribuyendo al notable inicio del Sala 10. Los de Jorge Palos ocupan la segunda posición de la tabla clasificatoria de Segunda División, con un balance de siete victorias y tres derrotas (21 puntos sumados) que solo es superado por el del líder, el UMA Antequera.
“La verdad es que nos están saliendo bastante bien las cosas. Si conseguimos mantener este ritmo y mejorarlo en los momentos clave de la temporada, creo que conseguiremos el objetivo del ascenso, que es lo que todos queremos”, adelanta Liao, a las puertas de visitar al Sala Martorell este próximo sábado.
El horario del partido en tierras catalanas (18.30) impedirá que pueda ir a colaborar al bar, pero ahí estará el domingo repartiendo cervezas, papas bravas y una lista de bocadillos que, según dice, es variada y de lo más contundente.
Acostumbrado a la rutina
“El de calamares con mayonesa es el más demandado. La gente agradece el tamaño; se van muy satisfechos”, señala, mientras atiende a una mesa en la terraza que da a la calle Jardines Aguilar de Ebro, muy transitada cuando, a pesar de la época del año en que nos encontramos, hace tan buen tiempo como este jueves.
Si refresca más, las tardes suelen ser más tranquilas en el Café Rosa y Kike ‘libra’. Aprovecha para irse a casa y avanzar con los estudios del Grado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte (CAFD). Una carrera que acaba de comenzar y, por el momento, también se le está dando bastante bien.
“En verano voy siempre desde las 20.00 hasta el cierre. En esta época los días entre semana son de menos trabajo para mis padres y hago menos falta”, cuenta, y remarca que, cuando tienes una rutina que seguir, la cumples sin darte cuenta. Cansado, sí, pero también “feliz” por haber hecho lo que le gusta sin dejar de echar una mano en casa. O en el bar…
