baloncesto

Se abre el baile del Casademont

El equipo aragonés inicia hoy su caminar en la Liga Femenina Endesa ante el Spar Girona. 

Carlos Cantero dialoga con sus jugadoras durante un tiempo muerto
Carlos Cantero dialoga con sus jugadoras durante un tiempo muerto
Álvaro Sánchez

Siempre reina el optimismo en el inicio de toda travesía. Hasta en la del Casademont Zaragoza masculino en la Liga ACB, aunque lo aniquilen las lesiones y le hayan levantado jugadores incluso ya firmados. Si Porfi Fisac estaba ayer esperanzado, qué decir de Carlos Cantero. Ciertamente, le sobran los motivos para creer en el Casademont femenino, que esta tarde (19.10, pabellón Príncipe Felipe) iniciará el ejercicio liguero ante el potente Girona, referente indiscutible del baloncesto femenino español.

Rebobinar es un verbo que conviene conjugar para entender la verdadera historia, también la del baloncesto. Habría que echarse más de tres décadas atrás, casi cuatro, hasta el Banco Zaragozano de Karina Rodríguez, con el esfuerzo creador de Espíldora, de Zaga Zeravica, de esas mañanas en La Granja hasta entrar por la puerta grande en el pabellón Príncipe Felipe. Después, vuelta a empezar gracias a Helios, a esos alquimistas del baloncesto y de la amistad que son Luis Estiragués y Alberto Alocén, a las chuquelas de Filter Mann. Y luego llegó el Stadium Casablanca, y Jesús Gutiérrez y Víctor Lapeña, y otra vez Filter Mann aunque se denominara Mann Filter. Tanto monta, monta tanto... Y ahora, el Casademont Zaragoza para abrir de nuevo la cancilla del pabellón Príncipe Felipe.

Reynaldo, claro está, ha aprendido. Ha dejado de ponerse nervioso cuando las balas, cada vez más cercanas, silban en la ACB. El golpe de timón con Porfi del pasado curso queda como indicador diáfano. Cuesta abajo, hasta un ser inane, incluso inerte, se mueve, aunque sea por el efecto de la gravedad. Pero cuesta arriba, ¡ay cuesta arriba! Y cuesta arriba estaba el baloncesto femenino cuando no hace tanto tiempo colapsó el proyecto en la élite del Stadium Casablanca. Una idea periclitada para el Stadium era y es a su vez una idea maravillosa para el Casademont. Nadie regala nada. Que un proyecto que hace no tanto agonizaba haya levantado una Copa de la Reina, haya alcanzado las semifinales de la Liga Femenina y nos obsequie con el regalo de Euroliga en ningún caso puede ser fruto del azar.

Y llegados aquí, cuando ya no es tan sencillo superar cota tan elevada, nace el verdadero reto. Continúa Carlos Cantero, buen entrenador (mejor entrenador de la LF Endesa el pasado curso) y muy buen gestor de recursos humanos. El equipo, desde luego, lleva su sello. La huella de un muchacho de Vallecas que se ha buscado la vida movido por la pasión por el baloncesto. Cantero y el Casademont encontraron en Vega Gimeno a su capitana. Si James Naismith hubiera inventado el baloncesto antes de 1891, los versos eternos de Whitman también habrían sido dedicados a Vega. ¡Oh, capitana, mi capitana...! Muy poquitas jugadoras asumen el rol aglutinador como Vega Gimeno. Y ahí está Vega. Y, lo que es mucho más importante, ahí está el equipo en el que juega Vega Gimeno...

De las campeonas de la Copa de la Reina continúan también la base Mariona Ortiz y activos esenciales como Helena Oma y Leo Fiebich. También ha renovado Serena Geldof. Han llegado refuerzos notables para intentar asumir las elevadas exigencias que plantea la Euroliga, competición a la que se introduce el Casademont por legítimo derecho tras conquistar la Copa. Pintan muy bien Tanaya Atkinson, Aleka Gulbe y Christella Diallo, esta última exponente de un colectivo que crece en su dimensión física. Ainhoa Gervasini, Nerea Hermosa y la ahora lesionada Petra Holesinska también deberán sumar para que la ecuación ofrezca saldo positivo.

Hoy, el conjunto de Carlos Cantero tomará la salida ante el Spar Girona, poder consolidado en la élite española. Las catalanas llegan diezmadas a Zaragoza. Sufren las bajas de sus dos jugadoras que han competido en la WNBA, Kelsey Mitchell y Morgan Bertsch. Además, la entrenadora Laura Antoja, que acaba de sustituir en el banquillo a Bernat Canut, tampoco podrá contar con las lesionadas Ainhoa López e Irati Etxarri. Y Magalí Mendy tampoco se ha recuperado todavía tras dar a luz. Pese a todas estas mermas, el Girona siempre es el Girona en el baloncesto femenino. También lo es el Casademont, que hoy abre el baile de una temporada en la que llevará el nombre de Zaragoza por las mejores pistas de España y de Europa.

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